La fuerza de un propósito

¿Qué pasaría si súbitamente perdieras tu capacidad de dudar? ¿Qué tal si ya no pudieses considerar nada como algo imposible?

Imagina lo que imaginarias si nada estuviese conteniendo tu imaginación. Piensa en lo que empezarías a hacer si el concepto de fracaso no existiese.

Lamentablemente la vida presenta obstáculos, y sin embargo no hay razón para permitir que esos obstáculos limiten tu vida o restrinjan tus pensamientos. Es verdad, existen en tu entorno factores limitantes, pero éstos no tienen por qué limitar tu imaginación o los resultados que puedas llegar a alcanzar.

Lo que en última instancia te paraliza es tu decisión de quedarte paralizado por una u otra razón. Lo que siempre te hará avanzar es tu decisión de hacerlo sin importar qué obstáculos, reales o aparentes, puedan existir.

El futuro ofrece infinitas posibilidades. Aquellas que realmente importan son las que tú decides perseguir y hacer realidad.

Deja de lado la duda, y deja que tu visión se eleve a su máxima expresión. Luego, con la fuerza de un propósito definido, dale vida a esa visión.

— Gabriel Sandler