Un día como el de hoy, pero del año 2005, la soldado del Ejército estadounidense Lyndie England fue condenada a tres años de prisión y con una baja deshonrosa por una corte militar, por su participación en las torturas a prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, en las afueras de Bagdad. England, quien se hizo tristemente célebre internacionalmente después de ser fotografiada paseando a un prisionero sujeto con una correa al cuello como si se tratara de un perro, rompió en lágrimas al oír la sentencia. La soldado norteamericana fue encontrada culpable de seis de los cargos que enfrentaba : uno por conspiración, cuatro por maltrato y otro por cometer actos indecentes. Algunos años después, en una entrevista realizada por el diario británico The Guardian, se justificó asegurando que lo ocurrido fue consecuencia de estar en medio de una guerra : “En las guerras pasa lo que pasa. Lo que ocurrió fue que se fotografió y salió a la luz. Mucha gente dice que si nos hubiéramos callado o los hubiéramos matado, no hubiera habido ningún problema”. Mientras se mostraba orgullosa por “no haber delatado a ningún compañero”, afirmó : “Nos condenaron a siete, pero créame, hubo muchos más en las fotos”.