Un día como el
de hoy, pero del año 1982, a las 04:01 pm. el crucero General Belgrano fue torpedeado durante la guerra de Malvinas, fuera de la zona de exclusión, por el submarino nuclear inglés HMS Conqueror. Al recibir el primer impacto, el buque se sacudió violentamente. Una poderosa explosión paralizó a todos los tripulantes. Cuando parecía que el crucero se elevaba por el aire, se produjo una segunda explosión proveniente de popa. Quienes estaban en el comedor vieron que por un gran boquete abierto en el piso avanzaba una bola de fuego que los atravesó. Inmediatamente comenzó la inclinación a babor y un penetrante olor acre inundó el aire. El “General Belgrano” que, en 1941 sirviendo a la marina estadounidense bajo el nombre de USS Phoenix, había podido salir milagrosamente ileso del ataque japonés en Pearl Harbor, iniciaba su agonía en el Atlántico sur, inclinándose un grado por minuto. En el naufragio, fallecieron 323 hombres y lograron sobrevivir 770. La cobarde acción fue considerada un crímen de guerra porque al momento del ataque, el crucero argentino no se dirigía ni hacia la zona de exclusión ni hacia las unidades británicas. Por el contrario, se encontraba a una distancia superior a las 400 millas del grueso de las fuerzas inglesas y a más de 250 millas de sus unidades más cercanas, mientras navegaba a una velocidad de 11 nudos rumbo a la isla de Los Estados. El salvaje ataque fue ordenado por Margaret Thatcher y justificado por "su Majestad" la reina de Inglaterra, dos criminales de guerra amparadas por el Imperialismo.