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Correr El Riesgo  
 Correr el 
riesgo es siempre una ocasión que tiene el corazón para entregarse. Correr el 
riesgo es siempre una elección que tiene la emoción al despertarse. Correr el 
riesgo es como volver a empezar, volver a respirar, como cambiar de 
calle. 
Es como un 
barco que comienza a navegar sin rumbo y sin saber donde puede anclar. Correr 
el riesgo es a veces dejar, es a veces llorar, tan sólo equivocarse; es elegir, 
es ir sin preguntar;  es un poco temblar, es algo más de vida. Es como 
entrar de nuevo en una gran ciudad, tocar la soledad, perder lo que está cerca; 
 es como un viento fuerte que golpea al llegar, que nos deja entreabierta la 
puerta. 
Correr el 
riesgo es intentar amar otra vez; a veces perdonar, también que nos perdonen; 
 es como un sueño tirado en un rincón; es como una canción que nunca la 
cantamos. Correr el riesgo es como volver a empezar, volver a respirar, como 
cambiar de calle;  es como un barco que comienza a navegar. Desconozco el 
autor   
  
  
  
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