Cambiar interiormente significa modificar
nuestra forma de sentir o de reaccionar
frente a un evento dado.
Por ejemplo, una persona que decide dejar de fumar,
realizó un cambio interior; quien decide comenzar
a prestar mayor atención a los alimentos que ingiere,
realizó un cambio interior; quien decide buscar
las formas de mejorar su relación de pareja,
también realizó un cambio interior.
Muchas personas temen realizar cambios
porque representa abandonar lo conocido,
o aceptar que algún aspecto de su persona está mal;
este pensamiento actúa como un freno
que les impide seguir creciendo
interiormente y mejorando cada día.
Recuerde que el cambio interior es sinónimo de evolución.
Cambio interior es un proceso de transformación interna
que nos permite comenzar a dirigirnos en una nueva dirección,
alejándonos de lo que nos desagrada y perjudica,
y acercándonos hacia lo que nos beneficia y produce placer.
Las personas que evaden el cambio, son personas que viven
una vida rutinaria, mediocre y aburrida.
Una vida sin cambio interior es una simple supervivencia.
Las personas que logran realizar sus metas y objetivos,
son las que saben que cambiar es tener la oportunidad
de aprender algo nuevo para crecer.
Para cambiar es necesario explorar lo que está
más allá de nuestro conocimiento actual,
es necesario expandir nuestros propios límites;
significa tener la flexibilidad necesaria
para modificar nuestro modo de sentir
o de actuar con el fin de lograr nuevos y mejores resultados