Insignificante es el goteo de agua,
sin embargo,
con el tiempo,
traza un camino en el cuerpo duro de la piedra.
Humilde es la semilla,
sin embargo, germina con firmeza
y produce la espiga que
enriquece el granero.
Frágil es la flor, pero,
resiste a la ventania,
garantizando la cosecha harta.
Minúscula es la hormiga,
pero edifica,
a la fuerza de perseverancia
complicadas ciudades subterráneas.
Sumisa es la arcilla,
sin embargo,
con el auxilio del oleiro,
se transforma en florero precioso.
Blanda es a vista física,
que un simple alfilera traviesa,
sin embargo soporta vicisitudes incontables y sostiene el templo del Espíritu en aprendizaje, por decenas de lustros, repletos de necesidades y padecimientos morales.
El verdadero adelanto
prescinde de la violencia.
Todo es serenidad y secuencia en la evolución.
Aprendamos con La Naturaleza y adoptemos la blandura por directriz de nuestras realizaciones para la vida más alta,
pero no la blandura que se acomoda con la inercia, con la perturbación y con el mal y sí aquella que se basa en la paciencia constructiva,que trabaja incesantemente y persiste en el mejor hacer ultrapasando los obstáculos que la ignorancia le tira a la carretera y superando los percances de la lucha,a sostenerse en el servicio que no es menor y en la esperanza fiel que confía,sin desánimo, en la victoria final del bien.
André Luiz
ktp