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General: CRISTO NO ES HIJO NATURAL DE JOSÉ, SINO DE LA VIRGEN MARÍA
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: GOYOBRITO  (Mensaje original) Enviado: 30/01/2013 23:40

CRISTO NO ES HIJO NATURAL DE JOSÉ, SINO DE LA VIRGEN MARÍA

Hace no mucho tiempo en el foro libre pensador sin censuras y en el foro Congregación Cristiana Bíblica, se suscitó una desavenencia, con el forista Titomartínez21tesis, por alegar que Dios sustrajo el semen de José, esposo de la virgen María y a esta  se lo introdujo en el vientre, para luego naciendo Jesús, este fuera un hijo de hombre totalmente humano. Esto ocasionó fuerte oposición por parte de una nutrida cantidad de foristas, quienes afirman que Jesús solo podía tener los genes hereditarios de María, debido a la maldición pronunciada sobre uno de los antepasados de José, cuando Dios la hizo profetizar contra el rey Conías, para que ninguno de sus descendientes se sentara en el trono de David, ni pudiera reinar sobre Judá. Lo cual es la razón para que Jesús no sea hijo natural de José; y porque aún de no haber ningún inconveniente, por ser María también descendiente de David, por la parentela de Natán y no de la del rey Salomón; y por último que el Padre verdadero del Unigénito es Dios (IEUE), quien no necesitó del semen de José, sino el obrar mediante su Santo Espíritu, para engendrar a Jesús, y así pudiera tener las dos naturalezas, la humana y la divina (Dios y Hombre), para luego en la cruz del Calvario con su muerte física y su sangre mediar el nuevo pacto entre Dios y el hombre, a los efectos de perdonar y quitar el pecado de toda la humanidad y bautizar con Espíritu Santo y Fuego.

Ahora bien el asunto ha sido tan altercado por parte de Tito Martínez, que para poder prevalecer lo aducido de muchos foristas sobre él, se ha hecho necesario además de una reseña histórica sobre salomón e identificar a sus descendientes hasta llegar a Conías, del cual se hizo un comentario en el que se alude la maldición sobre su descendencia, y mencionar aún la genealogía de Mt. 1.1-16, y la genealogía de Lc. 3:23-32, en el orden que en lo adelante se expresa:

Salomón Rey de Israel:

IEUE había dicho que confirmaría el trono de Salomón para siempre, si se esforzaba a poner por obra sus mandamientos y decretos, y a servirle con corazón perfecto y con ánimo voluntario (1ª de Cr. 28.7-9). Pero Salomón se alejó de Dios cayendo en fornicación, con mujeres extranjeras y adorando a dioses ajenos e ídolos tales como: “astoret diosa de los sidonios; milcom, ídolo abominable de los amonitas; quemos ídolo abobinable de Moab; moloc ídolo abominable de los hijos de Amón.” Por lo tanto IEUE le dijo a Salomón que mandaría a romper su reino y en mayor parte entregado a su siervo, luego que su vida acabara, y dejarle a su hijo una tribu por amor a David (1ª de R. 11.1-13). De modo ocurrió que de Israel once (11) tribus fueron entregadas a Jeroboam y la tribu de Judá fue separada, y sobre esta reinó un hijo de Salomón llamado Roboam (1ª de R. 12.17-24). Del que hasta el final monárquico, sus descendientes de quienes se tiene memoria que reinaron a Judá fueron: Abiam (Abías), Asa, Josafat, Joram, Ocozías, Joás, Amasías, Azarías (Uzías), Jotam, Acaz, Ezequías, Manasés, Amón, Josías, Joacaz (Salum), su hermano Eliaquim (Joacim), Joaquim (Jeconías). Todos estos además de aparecer descritos en el Libro de Reyes y en 2ª de Cr., son señalados a excepción de Ocozías, Joás, Amasías y Joacaz, en Mt 1.7-12

Jeconías (Joaquín), también llamado Conías:

Jeconías (Joaquín) era hijo del Rey Joacín de Judá, e hijo de su madre Nehusta. Jeconías, llamado también “Conías”, luego de haber caído su padre Joacín del reinado de Judá por voluntad de IEUE, tenía 18 años de edad, cuando reinó de acuerdo a 2ª de Reyes 24.8: “tres meses”; y conforme a 2ª de Cr. 36.9: “tres (3) meses y diez (10) días.” Conías al igual que su padre Joacín, hizo lo malo ante los ojos de IEUE, tal como hicieron algunos de sus antepasados, porque además de desobedecerle, hizo lo siguiente: “Adoró a varios ídolos, tuvo avaricia, se sirvió de su prójimo de balde, no dio el salario al jornalero, no juzgó la causa del menesteroso, derramó la sangre del inocente, era opresor y hacedor de agravio (insulto, ofensa, ultraje, insolencia, humillación). Así mismo engañó y robó al extranjero, al huérfano y a la viuda (2ª de R. 24:9; y Gr. 22.1-23;).

 Consecuencias de la desobediencia y de la maldad de Conías.

Por la desobediencia y maldad de Jeconías (Joaquín) o en la forma más corta como también se le conocía “Conías”, IEUE le pronunció una sentencia, en los siguientes términos: “Vivo yo dice IEUE, que si Conías hijo de Joacín rey de Judá fuera anillo en mi mano derecha, aun de allí te arrancaría. Te entregaré en manos de los que buscan tu vida, y en manos de aquellos cuya vista temes; si, en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, y en manos de los caldeos. Te haré llevar cautivo a ti y a tu madre que te dio a luz, a tierra ajena en que no nacisteis; y allá moriréis. Y a la tierra a la cual ellos con toda el alma anhelan volver allá, no volverán. ¿Es este hombre Conías una vasija despreciada y quebrada? ¿Es un trasto que nadie estima? ¿Porque fueron arrojados él y su generación, y echados a la tierra que no habían conocido? ¡Tierra, tierra, tierra! Oye palabra de IEUE. Así ha dicho IEUE: Escribid lo que sucederá a este hombre privado de descendencia, hombre a quien nada prosperó sucederá en todos los días de su vida; porque ninguno de su descendencia logrará, sentarse sobre el trono de David, ni reinar sobre Judá (Jr. 22:24-30).”

Ahora bien, una interpretación muy importante que se discurre del segundo párrafo de Jr. 22:30, es que a Conías le fue quitado el reino, para así privarlo de descendencia real, a la que ésta en nada le prosperó todos los días de su vida, porque ninguno de sus descendientes lograría sentarse en el trono de David, ni reinar sobre Judá. En pocas palabras más aclarativas, es que al no estar ya Conías reinando en Judá, su descendencia en nada le prosperó, porque ya no pudo renovar el reinado, y al no poderlo renovar, sus descendientes se quedarían sin el trono de David y sin poder reinar sobre Judá por toda la eternidad.  

Generalizando ahora todo en cuanto a Jr. 22:24-30, efectivamente, debido a la sentencia de IEUE sobre el rey Conías, por haber hecho lo malo ante sus ojos, ocurrió que el rey de Babilonia (Nabucodonosor) invadió a Judá, y tanto a Conías como a su madre entre otros del pueblo, los deportaron a Babilonia, y en su lugar reinó su tío Matanías (Sedequías), por determinación de Nabucodonosor, mediante IEUE obró. Siendo Sedequías el último rey que se conoce en la historia de Judá, quien también durante 11 años de reinado hizo lo malo ante los ojos de IEUE, y terminó siendo apresado por los caldeos, le sacaron los ojos y le dieron muerte luego de que a sus hijos los degollaran (2ª de R. 24.17-20). Quedando desde luego por cumplido y firme la palabra de IEUE, que ninguno de la descendencia de Conías, lograría sentarse sobre el trono de David, ni reinar sobre Judá (Jr. 22:30).

Zorobabel (Sesbasar), nieto de Conías, aunque habiendo regresado de Babilonia con un poco más de 49.896 personas, y teniendo el favor de Dios para restaurar el templo de Salomón, tan sólo pudo ser gobernador de Judá, al servicio de Ciro el Grande, rey de Persa (Esdras 1.11; 2:1-65; y 5:14); y luego de que Judá fuera dominada por los griegos, finalmente Jerusalén cayó en manos del imperio romano, la cual por determinación del emperador, tenía gobernantes romanos.

Hasta el sol de hoy, y aunque Judá no está bajo dominio extranjero, no hay ningún rey o monarca ocupando el trono de David, hasta que venga Cristo a Reinar con los santos por mil años y luego eternamente en la Nueva Jerusalén, que desciende desde lo alto (Ap. 20.4-5, y 21.1-2).

La crítica sana y la crítica perniciosa:

Todo lo que se ha dicho acerca de Conías para que ninguno de sus descendientes, nunca ocupara el trono de David, ni reinara sobre Judá, es totalmente cierto, porque tiene respaldo de las sagradas escritura, que tal cual está escrito así ocurrió, y es de sabio darse cuenta, que algunos críticos echan de ver el asunto en un sentido contradictorio, pero lo que está detrás de todo ello es, que quieren poner a Dios como embustero, y hacer quedar su palabra como un simple libro de historietas. Hay la intensión de que no prevalezca la verdad, para engañar y echar por tierra la credibilidad de las Santas Escrituras, haciendo creer, que quien tiene el derecho es un descendiente del rey Conías, a quien la maldición nunca caló, pero a los efectos de la verdad: ¿Qué dirá Satanás, quien si está al tanto de la maldición a Je-Conías? Bueno, que si un Rey maldito es que va a reinar eternamente, entonces el cómo Satanás, tiene derecho de ser Dios, porque fue maldecido por pretender el Trono de su Padre Celestial. En lo que en esto se advierte, que todo el que a excepción de Cristo venga reclamando el trono de Judá, aduciendo tener el derecho por ser descendiente de Jeconías, y por su antepasado el rey Salomón, es un embustero y se pudiera dar el caso, de ser el anticristo.

Hijos de David: Salomón y Natán: 
 

Descendientes del rey David, mediante su hijo Salomón, conforme a la genealogía indicada en Mt. 1.6-16:

Descendientes del Rey David, mediante su hijo Natán, de acuerdo a la genealogía descrita en Lc. 3.23-32:

1) David, 2) Salomón; Roboam, 3) Abías, 4) Asa, 5) Josafaf, 6) Uzías, 7) Jotán, 8) Acaz, 9) Ezequías, 10) Manasés, 11) Amón, 12) Jozías, 13) Jeconías, 14) Salatiel, 15) Zorobabel, 16) Abiub, 17) Eliaquim, 18) Azor; 19) Sadoc, 20) Aquím, 21) Eliud, 22) Eleazar, 23) Matán, 24) Jacob, 25) José marido de la Virgen María.

1) David; 2) Natán, 3) Matata, 4) Mainán, 5) Melea, 6) Eliaquim, 7) Jonán, 8) José, 9) Judá, 10) Simeón, 11) Leví, 12) Matat, 13) Jorín, 14) Eliezer, 15) Josue, 16) Er, 17) Elmodam, 18) Cosam, 19) Adi, 20) Melqui, 21) Neri, 22) Resa, 23) Joana, 24) Judá, 25) José, 26) Semei, 27) Matatía, 28) Maat, 29) Nagai, 30) Esli, 31) Hahum, 32) Amós, 33) Matatías, 34) José, 35) Jana, 36) Melqui, 37) Leví, 38) Elí por José (María), 39) Jesucristo.

 

Observaciones:

Primero: A la descendencia de Salomón estando reinando su hijo Roboam, se le privó de reinar sobre 11 tribus de Israel, y sólo por amor a David y de Jerusalén, se le permitió reinar sobre Judá.

Segundo: En Mt. 1.6, se menciona al rey Salomón y a David su padre; y más adelante en Mt. 1.11, se indica al pariente Jeconías (Conías), a quien Dios pronunció su sentencia de maldición para que siendo cautivo y deportado a Babilonia, ninguno de sus descendientes ocupara el trono, ni reinara sobre Judá (2ª de R. 24:8-16; Jr. 22:24-30). De Jeconías estando en Babilonia sucedió Salatiel, quien a su vez procreó a Zorobabel (Mt. 1.12).

Después de Zorobabel sucedieron: Abiub, Eliaquim, Azor; Sadoc, Aquím, Eliud, Eleazar, Matán y Jacob, de quien devino José marido de María, tal como se puede observar en Mt. 1.16: “Jacob engendró a José, Marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.” No obstante aquí se nota un detalle, ya que José no se indica engendrando a Jesús, sino que este se señala únicamente descendiendo de María; y al leerse a Gn. 5, se puede también apreciar, que el árbol genealógico de la familia de Adán, es señalado el padre, según se tratase que fuera el que engendrara. Sin embargo José en acatamiento a lo que el ángel en sueños le habló diciendo: “José hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo y llamarás su nombre Jesús, porque el salvará a su pueblo de sus pecados (Mt. 1: 20-21)”; y por lo que habiendo presentado junto a María al niño Jesús en el Templo, conforme al rito de la ley, automáticamente quedó reconocido como su hijo legítimo (Lc.2:27).

Tercero: En la genealogía señalada en Lc. Cap. 3, no se menciona a Salomón, sino a Natán, otro de los hijos de David, y se señala a José como hijo de Elí, a diferencia de Mt. 1.16, que lo indica ser hijo de Jacob. Para clarificar esta situación, es que del rey Salomón hijo de David, provino la línea biológica paternal de Jacob, de donde devino José. Estos dos últimos eran descendientes de Jeconías (Conías), cuya descendencia fue privada por Dios para ocupar el trono de David y reinar sobre Judá (Jr. 22:30). En cuanto a Elí, al ser José nuero de este por casarse con María, se le reconoce como su hijo; y al ser señalado Elí en Lc. 3:23, y no Jacob, la genealogía indudablemente es la de María su hija, aunque esta no se señale, debido a la costumbre de señalar primordialmente a los padres acerca de los hijos. Cuya genealogía transciende no al Rey Salomón, sino a Natán el otro hijo de David, hasta llegar a nuestro primer Padre “Dios” (Lc. 3:31-38), quien es realmente el Padre de Cristo, conforme ya estaba profetizado así: “Yo publicaré el decreto; IEVE me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy (Salm. 2:7, Hec. 13.33; y Heb. 1.5).”

Exégesis: La interpretación determinante que se le da al asunto de las genealogías, tanto la de Mt. Cap. 1.1-16, como la de Lc. Cap. 3.23-31, es que Jesús por voluntad divina, sólo pudo ser engendrado por el Santo Espíritu de Dios (IEVE), y no pudo descender de José, pariente de Jeconías, ya que sobre la descendencia de este cayó una maldición de que ninguno ocuparía el trono, ni reinaría sobre Judá (Jr. 22:30); y que por tanto de la simiente de Abraham y de su pariente David, mediante la descendencia de Natán su hijo, solo se pudo cumplir lo que Dios le prometió, que de su linaje, vendría el que había de sentarse en su trono (Lc. 3.31-32; 1:32; Jr.23.5; Jn. 7.42; Ro. 1.3: Ap.5.5; y 22.16).

Resumen conclusivo:

1)    Roboam y su descendencia fue privada de reinar sobre 11 tribus de Israel por lo que hizo su padre Salomón, en amar a mujeres extranjeras y adorar a dioses e ídolos (1ª de R. 11.1-13).

2)    A la descendencia de Salomón mediante y después de Roboam, tan sólo Dios (IEVE) le dio la potestad para reinar sobre Judá, por amor a David y a Jerusalén (1ª de R. 11.13; 12.17-20).

3)    A la descendencia del rey Joaquim (Conías), descendiente de Roboam, hijo de Salomón, se le privó de sentarse en el trono de David, y de reinar sobre Judá, por lo malo que hizo al igual que su padre Joacim (2ª de R. 24:9; y Gr. 22:24-30).

4)    De Jacob, descendiente de Conías (Jeconías), al cual se le privó de descendencia real, provino José, Marido de la Virgen María (Mt. 1:16).

5)    Jesús no es hijo natural de José, sino de María, la cual de Elí provino de la descendencia de Natán, quien era uno de los hijos del rey David. Cumpliéndose de esta manera la profecía, que del linaje de David, había de venir el que reinaría en su trono (Lc. 3.31-32; 1:32; Jr.23.5; Jn. 7.42; Ro. 1.3: Ap.5.5; y 22.16).

6)    En cumplimiento de la Santa Palabra, el único Padre de Jesús es Dios (IEUE), y no necesitó el semen de José para engendrar a Jesús, sino mediante su Santo Espíritu (Mt. 1.20; Salm 2:7; Hec. 13.33; y Heb. 1:5).

7)    En acatamiento a lo dicho por el ángel Gabriel, José por haber presentado junto a María al niño Jesús en el Templo, conforme al rito de la ley, automáticamente quedó reconocido como su hijo legítimo (Mt. 1.20-21; y Lc.2:27).

8)    Jesucristo vendrá a Reinar por mil años no sólo a Judá, sino a  todo Israel, y demás naciones, y luego por toda la eternidad en la nueva Jerusalén, que descenderá desde lo alto (Salm. 2:12; Ez. 21.26-27; Ap. 20.4-5, y 21.1-2).



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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: delarenosa Enviado: 04/02/2013 03:41
Plantear que Iesous fue engendrado por el Espiritu Santo recurriendo al semen de un hombre es blasfemo contra el poder de el Todopoderoso, hay muchas maneras de aclarar que el Santo de Dios sí fue engendrado por el poder del Padre de la creacion, no solo las que has expuesto Goyo.  Si fuese de tan blasfema manera, entonces nuestro gran Rey no sería el Unigénito de Dios Padre.

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: GOYOBRITO Enviado: 04/02/2013 17:54
Asi es mi hermano estás en todo lo correcto.
 
 
Saludos.


 
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