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General: CRISTO EL UNICO QUE NOS PERDONA NUESTROS PECADOS
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Damarit Espinoza  (Mensaje original) Enviado: 01/05/2022 19:25




PROMESAS PARA LOS DESCARRIADOS.Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja halla perdón.Proverbios 28:13..Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad.1Juan 1:9 


“El Señor siente mucha compasión por los que sufren. ¿Qué pecados son demasiado grandes para que él no los perdone? Es misericordioso; por eso está infinitamente más dispuesto a perdonar que a condenar. Es benévolo y no busca el mal en nosotros; sabe de qué estamos hechos; recuerda que somos tan sólo polvo. En su ilimitada compasión y misericordia perdona todos nuestros yerros; nos ama abundantemente cuando aún somos pecadores 

“El amor de Dios aún implora al que ha escogido separarse de él, y pone en acción influencias para traerlo de vuelta a la casa del Padre... La misericordia y compasión del amor divino, a manera de una cadena de oro, rodea a cada alma en peligro” 

“¿Has vagado lejos de Dios?... Levantaos e id a vuestro Padre. El os saldrá al encuentro muy lejos. Si dais, arrepentidos, un solo paso hacia él, se apresurará a rodearos con sus brazos de amor infinito. Su oído está abierto al clamor del alma contrita. El conoce el primer esfuerzo del corazón para llegar a él. Nunca se ofrece una oración, aun balbuceada, nunca se derrama una lágrima, aun en secreto, nunca se acaricia un deseo sincero, por débil que sea, de llegar a Dios, sin que el Espíritu de Dios vaya a su encuentro. Aun antes de que la oración sea pronunciada, o el anhelo del corazón sea dado a conocer, la gracia de Cristo sale al encuentro de la gracia que está obrando en el alma humana”

“No importa cuál haya sido la experiencia del pasado ni cuán desalentadoras sean las circunstancias del presente, si acudimos a Cristo en nuestra condición actual —débiles, sin fuerza, desesperados—, nuestro compasivo Salvador saldrá a recibimos mucho antes de que lleguemos, y nos rodeará con sus brazos amantes y con la capa de su propia justicia.

“Así como el pastor ama a sus ovejas, y no puede descansar cuando le falta aunque sólo sea una, así, y en un grado infinitamente superior, Dios ama a toda alma descarriada. Los hombres pueden negar el derecho de su amor, pueden apartarse de él, pueden escoger otro amo; y sin embargo son de Dios, y él anhela recobrar a los suyos” 

“El cielo espera y anhela el regreso de los pródigos que se han alejado del redil para vagar” 

“[Dios] mandaría todos los ángeles de la gloria para socorrer a las almas fieles y poner un cerco en derredor de ellas, antes que permitir que sean engañadas y extraviadas por los prodigios mentirosos de Satanás”

“Los ángeles de gloria hallan su gozo en dar, dar amor y cuidado incansable a las almas que están caídas y destituidas de santidad. Los seres celestiales desean ganar el corazón de los hombres; traen a este obscuro mundo luz de los atrios celestiales; por un ministerio amable y paciente, obran sobre el espíritu humano para poner a los perdidos en una comunión con Cristo aun más íntima que la que ellos mismos pueden conocer” 

“No escuches al enemigo cuando te sugiere que te mantengas alejado de Cristo hasta que hayas mejorado; hasta que seas bastante bueno para allegarte a Dios. Si aguardas hasta entonces, no te acercarás nunca a él. Cuando Satanás te señale tus vestiduras inmundas, repite la promesa del Salvador: ‘Al que a mí viene, no le hecho fuera’. (Juan 6:37.) Di al enemigo que la sangre de Cristo te limpia de todo pecado” 

“Ahora él [Dios] te invita. Ahora, precisamente ahora, te pide que vuelvas a él sin demora, y él te perdonará y sanará misericordiosamente todos tus desvíos” 

“Cuando la tormenta de persecución se desate realmente sobre nosotros, las verdaderas ovejas oirán la voz del verdadero Pastor. Se harán esfuerzos abnegados para salvar a los perdidos, y muchos que se han descarriado del redil se volverán para seguir al gran Pastor” 

“El Señor considera de supremo valor la santidad de su pueblo, y permite que sobrevengan reveses sobre individuos, familias e iglesias, con el propósito de que su pueblo pueda discernir el peligro en que se halla y se sienta inducido a humillar su corazón en arrepentimiento delante del él. Tratará con ternura a los que yerran. Les dirigirá palabras de perdón y los vestirá con el manto de la justicia de Cristo. Los honrará con su presencia.

“Los ángeles, que harán por vosotros lo que no podéis hacer por vosotros mismos, esperan vuestra cooperación. Esperan que respondáis a la atracción de Cristo... La obra de los ángeles consiste en acercarse a los probados, tentados y sufrientes. Trabajan mucho tiempo e incansablemente para salvar a las almas por las cuales Cristo murió .





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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: Damarit Espinoza Enviado: 04/05/2022 14:20



La fe y las obras van de la mano  “¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?”Uno de los jefes le preguntó a Jesús: —Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?Lucas 18:18 .

Jesús murió para salvar a su pueblo de sus pecados, y la redención en Cristo significa cesar de transgredir la ley de Dios y liberarse de todo pecado; ningún corazón que está agitado de enemistad contra la ley de Dios está en armonía con Cristo, quien sufrió en el Calvario para vindicar y exaltar la ley delante del universo. 

Los que hacen osadas pretensiones de santidad demuestran, por esto mismo, que no se ven a la luz de la ley; no están espiritualmente esclarecidos, y no aborrecen todo género de agoísmo y orgullo. De sus labios contaminados por el pecado fluyen las contradictorias declaraciones: “Soy santo, soy impecable. Jesús me enseña que si guardo la ley estoy destituido de la gracia. La ley es un yugo de esclavitud”. El Señor dice: “Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas de la ciudad”. Deberíamos estudiar cuidadosamente la Palabra de Dios a fin de que podamos tomar decisiones correctas, y actuar consecuentemente; porque entonces obedeceremos la Palabra y estaremos en armonía con la santa ley de Dios. 

No somos salvados por la ley, ni en desobediencia

Si bien debemos estar en armonía con la ley de Dios, no somos salvados por las obras de la ley; sin embargo, no podemos ser salvados sin obediencia. La ley es la norma por la cual se mide el carácter. Pero no nos es posible guardar los mandamientos de Dios sin la gracia regeneradora de Cristo. Sólo Jesús puede limpiarnos de todo pecado. El no nos salva mediante la ley, pero tampoco nos salvará en desobediencia a la ley. FO 98.3

Nuestro amor a Cristo será proporcional a la profundidad de nuestra convicción de pecado, y por medio de la ley es el conocimiento del pecado. Pero, cuando nos observamos a nosotros mismos, fijemos la mirada en Jesús, quien se dio a sí mismo por nosotros a fin de redimirnos de toda iniquidad. Mediante la fe apropiémonos de los méritos de Cristo, y la sangre purificadora del alma será aplicada. Cuanto más claramente vemos los males y los peligros a los cuales hemos estado expuestos, más agradecidos hemos de estar por la liberación mediante Cristo. El Evangelio de Cristo no da a los hombres licencia para transgredir la ley, porque fue a causa de la transgresión que las compuertas del infortunio se abrieron sobre nuestro mundo. FO 99.1

El pecado es tan maligno hoy como lo era en los días de Adán. El Evangelio no promete el favor de Dios para nadie que quebrante impenitentemente su ley. La depravación del corazón humano, la culpabilidad de la transgresión, la ruindad del pecado, todo es puesto de manifiesto por medio de la cruz donde Cristo ha aparejado para nosotros una vía de escape.Cuando Cristo sea nuestro todo en su santa palabra la Biblia solo en ella encontraremos dicha felicidad leamos cuidadosamente Éxodo 20:1,17 Éxodo 31:12,18 Escrita con su dedo de Cristo pidamos a el a Cristo nos perdone nuestros pecados y nos sellé como dice Apocalipsis 14:12,14:7cap7:2 ,15:2para vida eterna esto hacedlo diariamente Cristo es el único camino a la vida eterna.








Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Damarit Espinoza Enviado: 04/05/2022 14:56



Como apropiarse de la justicia de Cristo

Los que creen plenamente en la justicia de Cristo, y lo contemplan con una fe viva, conocen al Espíritu de Cristo y son conocidos por Cristo. La fe sencilla capacita al creyente a considerarse verdaderamente muerto al pecado, pero vivo para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. Por gracia somos salvos por medio de nuestra fe; y esto no de nosotros, pues es don de Dios. Si tratáramos de exponer estas preciosas promesas a los sabios según el mundo, ellos no harían sino ridiculizarnos; porque “el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”. 1 Corintios 2:14. FO 94.1

Cuando Jesús estaba por ascender al cielo, dijo a sus discípulos: “Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros”. Juan 14:16, 17. Dijo además: “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”. Vers. 21. FO 94.2

Hay muchos que encuentran satisfacción en identificarse con falsas doctrinas, para que no haya perturbación o diferencia entre ellos y el mundo; pero los hijos de Dios deben dar testimonio de la verdad, no sólo por medio de la pluma y la voz sino mediante el espíritu y el carácter. Nuestro Salvador declara que el mundo no puede recibir el espíritu de verdad. Ellos no pueden discernir la verdad, porque no disciernen a Cristo, el Autor de la verdad. Discípulos tibios, profesores insensibles, que no están imbuidos del Espíritu de Cristo, no son capaces de discernir la preciosidad de su justicia, sino que procuran establecer su propia justicia. FO 94.3

El mundo busca las cosas del mundo: negocios, honor mundanal, ostentación, gratificación egoísta. Cristo trata de romper este hechizo que mantiene a los hombres alejados de El. Trata de llamar la atención de los hombres al mundo venidero, que Satanás se las ha ingeniado para eclipsar con su propia sombra. Cristo pone el mundo eterno al alcance de la vista de los hombres, presenta sus atractivos delante de ellos, les dice que ha de preparar mansiones para ellos, y que vendrá otra vez y los tomará a sí mismo. Es el propósito de Satanás llenar de tal manera la mente con amor desordenado por las cosas sensuales que el amor de Dios y el anhelo del cielo sean expulsados del corazón 

Esto es justificación por la fe

Cuando el pecador penitente, contrito delante de Dios, comprende el sacrificio de Cristo en su favor y acepta este sacrificio como su única esperanza en esta vida y en la vida futura, sus pecados son perdonados. Esto es justificación por la fe. Cada alma creyente debe conformar enteramente su voluntad a la voluntad de Dios y mantenerse en un estado de arrepentimiento y contrición, ejerciendo fe en los méritos expiatorios del Redentor y avanzando de fortaleza en fortaleza, de gloria en gloria. FO 107.1

El perdón y la justificación son una y la misma cosa. Mediante la fe, el creyente pasa de la posición de un rebelde, un hijo del pecado y de Satanás, a la posición de un leal súbdito de Jesucristo, no en virtud de una bondad inherente, sino porque Cristo lo recibe como hijo suyo por adopción. El pecador recibe el perdón de sus pecados, porque estos pecados son cargados por su Sustituto y Garante. El Señor le dice a su Padre celestial: “Este es mi hijo. Suspendo la sentencia de condenación de muerte que pesa sobre él, dándole mi póliza de seguro de vida -vida eterna- en virtud de que yo he tomado su lugar y he sufrido por sus pecados. Ciertamente, él es mi hijo amado”. De esa manera el hombre, perdonado y cubierto con las hermosas vestiduras de la justicia de Cristo, comparece sin tacha delante de Dios. FO 107.2

El pecador puede errar, pero no es desechado sin misericordia. Su única esperanza, sin embargo, es el arrepentimiento para con Dios y la fe en el Señor Jesucristo. Es prerrogativa del Padre perdonar nuestras transgresiones y nuestros pecados, porque Cristo ha tomado sobre sí nuestra culpa y ha suspendido la sentencia que pendía sobre nosotros, imputándonos su propia justicia. Su sacrificio satisface plenamente los requerimientos de justicia. FO 108.1

La justificación es lo opuesto a la condenación. La ilimitada misericordia de Dios se ejerce sobre los que son totalmente indignos. El perdona transgresiones y pecados por amor a Jesús, quien se ha convertido en la propiciación por nuestros pecados. Mediante la fe en Cristo, el transgresor culpable entra en el favor de Dios y en la firme esperanza de la vida eterna.





 
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