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Ellos son los seres crueles que están diseminados por el mundo, ultrajando y asesinando a niños para traer caos y obstáculos a la Tierra.
La ira que sostiene muchas veces al planeta y a las personas crean estas redes de oscuridad y esta niña que está al servicio de la luz se ofrecen en su inocencia para salvar y purificar a los humanos.
Dios libre a los seres que causan daño a los niños. Hay muchos niños desencarnados de la misma forma. Es una red siniestra.
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No vislumbren el pesimismo, más bien llenen todo de amor. No dejen que sus corazones se ahoguen en el dolor. No hagáis caso de lo que diga la oscuridad. El semblante de la muerte no existe. No dejéis de utilizaros por estas larvas que sólo consiguen arrastrarlos al temor y a las dudas.
Nada puede hacer que se salgan de la luz refugiados en ella, no pueden dejar que sus corazones se funden en el dolor. No dejéis que los atemoricen con mentiras y engaños.
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Estos niños como tú y como todos traen una misión. Redimen al mundo a través de sus cuerpos, ofreciéndose voluntariamente con amor cuando sólo son almas. No tienen conciencia de esto al estar encarnados, pero ya están purificados y esa experiencia dolorosa ya la olvidaron. Este ofrecimiento les limpia el karma.
Esos padres tienen que tomar conciencia del descuido que tienen con sus hijos, por su afán de tener y de las cosas externas. Sólo basta un segundo para que la vida se acabe.
Pero hay tantos niños brutalmente muertos, almas maravillosas, por los hermanos de la oscuridad que se ciernen sobre ellos aterrándolos, ultrajándolos, provocándoles un dolor espantoso.
Los niños del mundo no son cuidados porque el hombre sólo quiere tener y no quieren comprender qué daño puede hacer un angelito, más bien la oscuridad endemoniada ocupa los cuerpos humanos, llevándolos a las bajezas profundas para darse placer con energías bajas que lo llevarán a los submundos de las bajas esferas, condenando allí su alma.
Ni una lágrimas derraméis por ellos, corruptos castigadores de niños que se ensañan con ellos para atraer más oscuridad. El insensato hombre busca equivocadamente su placer, llevándole su inconciencia a su propio infierno ¿quién puede evitar esto? No hay un rincón de la tierra donde no abusen de los niños. Hombres convertidos en animales nauseabundos, grotescos entes con malformaciones mentales.
Padres, no descuiden a sus hijos, que son tesoros del cielo. No busquéis tanta abundancia, más buscad la luz que es la verdadera abundancia. No busquéis resentimiento, buscad la paz y la alegría.
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Reconocemos el libre albedrío que cada ser tiene. Su libertad de acción es amplia, pero no tiene conciencia del daño que causan a los demás porque no tienen el amor sino el egoísmo en su corazón.
El ser que esta libre del egoísmo tiene el amor dentro de sí, sólo quiere el bienestar de los demás. Incrementando su amor por todo ser que a su vida llega. El ser que conoce el amor no daña, no juzga, no califica. El ser que ama egoístamente tiene estos aspectos.
No conoce aún el amor Universal. No tienen la compasión que le haga ver con ojos de amor, convirtiéndose en puente de luz para atraer a otros el camino sereno y lleno de amor.
Los hombres prefieren la dureza de su corazón a la ternura del amor. Es por eso que vive enajenado buscando su deleite emocional, no es capaz de vaciarse al amor, mucho menos está al servicio del amor, sus pequeñas pasiones no lo dejan elevarse.
Esta es una gran enseñanza para quien quiera ver, el que está sordo y ciego no podrá vislumbrar este mensaje.
Escuchen nuestra voz, somos todos los niños que ustedes han asesinado, estamos aquí en un circulo muy grande sobre ella “la canalizadora”, dándoles este mensaje. Nuestras voces las acallaron pero estamos en el círculo del Padre del Amor.
No lloren por nosotros que estamos bien, protejan a los otros niños para que puedan seguir su evolución y puedan mostrar el Amor.
Les bendecimos desde la luz del Padre.
David (niño desencarnado hace muchos años)
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