El viento del lugar anterior le ayudó a llegar más rápido a este nuevo lugar, como si ya conociera el camino del un lugar al otro. El lugar se veía simple a diferencia de lo que le habían contado que usualmente eran las casas; al parecer tenía lo básico, al menos lo que se podía ver por fuera. Pero eso no quiere decir que el lugar no era acogedor.

Aterrizó al pie de la puerta y la tocó un par de veces, sin recibir respuesta. Se puso a ver por las ventanas como pudo-- al parecer no había nadie. Tal vez salió de viaje? Eso explicaría que el lugar no tuviera una exhaustiva decoración ni montón de cosas en el interior. Ah, es tan genial viajar~ ella más que nadie lo sabía. Y especialmente si uno mismo se llevaba con sus alas! Ir libremente donde uno quería~! Así que realmente la entendía, el querer viajar.

Pero, y ahora el paquete? Tal vez si se lo deja al pie de la casa lo encuentre al regresar... Estará bien el flan allí dentro? Confiaba en los postres de su casa, el postre estará bien cuando la dueña del lugar regrese.
Aunque realmente quería ver la cara de la dueña del lugar cuando recibiera el regalo...
Aw, esperaba que vuelva pronto...

De cualquier forma, dejó la cajita dirigida a la marionetista con una pequeña nota, y echando una última vista al lugar, emprendió camino hacia la próxima casa.