** El toro, una hermosa bestia, mansa hasta que alguien le pica el "ijar" es entonces que aquellas astas pueden buscar destrozar a su oponente, Hasgardo, o el rasgado, ese era su nombre de pila, aquella masa muscular no se movia ni un solo apice, acaso pecaba de orgullo, planta fuerte las piernas sobre las baldosas las cuales se cuartean, dejando pequeñas grietas minusculas al contorno, la sonrisa de aquella faz en absoluto desaparece, no entendia en si el porque se habia entromedito en aquella batalla, pero observa de reojo como es que albafica uno de los mas letales guerreros entre los doce dorados ahora se habia aliado con alguien que tenia el cosmo del mismo color de la noche, la rapidez en la que se desenvolvia el guerrero de las alas oscuras, sus brazos estan cruzados y despues su cuerpo se recubre de un aura espesa, dorada, comenzando desde sus pies cubriendo su cintura, hasta llegar a sus hombros pasandopor sus brazos y antebrazos, sin embargo no se mueve, espera, con la paciencia del sabio, con la mansilles del toro que baja las astas en el momento adecuado esperando el embate de su oponente, de repente su antebrazo se manifiesta poderoso, aparte de ser el caballero mas alto y fuerte fisicamente hablando, Hasgard era quien poseia los movimientos mas rapidos de todos los dorados, por lo cual sus ojos le permitian ver todos y cada unos de los movimientos de aquel ser que ahora le atacaba deslizandose sobre el, sus manos se levantan, y sus palmas ahora evocan un muro levantandose contra aquel portentoso ataque -- en verdad piensas que con eso me vas a derrotar, Kagaho, fue aun mucho mas fuerte que tu!! -- sonrie, con facilidad, el bloqueo es justo, y evasivo, resiste, el muro se levanta sobre aquel invasor evitando aquel ataque, cuando todo termina, simplemente se sonrie y la efigie cual fuera de roca aparece inculumne y altivo, los brazos cruzados y su voz musita -- eso fue todo ? --  **