**Ahí de pie contempla como aquel astro que iluminaba comienza a caer, un día más el ocaso estaba por llegar llegando la doncella de la obscuridad y así las crueles y múltiples batallas que se presentaba en la sagrada tierra.

La gente del pueblo aun pertenecía escondida, sintiendo aun la luz que había trasmitido el caballero pisciano, pero aquella chispa se encontraba totalmente en riego mientras escuchas  las palabras del juez, el caballero contempla como esa rosa blanca comienza a teñir mas de rojo.

-No mas basta una sola rosa juez para que tu vida caiga, pero de he de admitir que has resistido-

Mientras la mira seré de aquel caballero se encontraba sin quitar encima a su enemigo el pronunciar de aquella terrible técnica misma que es conocido el más sanguinario y el mismo titiritero del inframundo, sin saber de su terrible el cuerpo cansado del dorado mismo que había sido agotado su energía por defender y detener el ejercito por un tiempo para que así compañeros pudiera preparase.

-Veo que la puesta está por  llegar-

Diciendo su palabra es interrumpido por los hilos como si el mismo cabello del espectro saliera de sus dedos, aun sin fuerza el caballero su corazón aun palpitaba con gran energía. Desde las sombras se contempla como misiles se disparan a incrustarse en varias parte del cuerpo de ateniense misma que llega a travesarse los delicados hilos quedarse incrustado en los muros de las casa. El silencio reina los hilos comenzaba verse el reflejo de la poca luz que había en el sol y a la vez teñirse de color rojo el sendero de los hilos.  

El viento llevaba el más frio y terrible sensación que hasta los mismo dioses hubiera sentido el terror del susurro del aire.

El tiempo se detiene de la cruel batalla, el pisciano teniendo destruido los nervios solamente sosteniéndose de esos finos hilos, eleva su rostro, con sangre recorriendo por su boca, menciona.

-Dije que daría mi vida por estos aldeanos, no tiene la culpa que nosotros estemos en guerra-

La mirada del ateniense se entorna pacifica tranquila, sin poner moverse la ultimas voluntad del guardia de la ultima casa se hace presente, aun teniendo esos hilos hacia que la hemorragia interna sea aun más lenta ya que esta misma ayudaba a bloquear los orificios múltiples que había incrustado en su cuerpo, el corazón el resonar de un campana hace despertar la energía pura rodeando un cosmos dorado carmesí rodeando  el ondear su cabello comienza a mecer por la energía.

-Bueno juez con tu cuerpo se formara el nuevo y hermoso jardín de rosas rojas, esta protegerá a los intrusos así como la nueva guardiana.-

Atrás de él y un ruido frenético  salen aquellas raíces como tentáculos abriendo el adoquine la calle y el piso de la casa de el surgí hermosas rosas blanca puras misma, como un gran cardume de peces dirigiendose hacia aquel juez con una ansiedad de absorber y consumir el último aliento del juez, desvaneciendo la vitalidad del caballero conocido el más hermoso y terrible guerrero.**

 ** Como la mitología de los dos peces misma que custodia al guardián,  decía que era la misma diosa de la belleza y el dios del amor escapando de aquel monstruo Tifón, por lo que sus más poderosas rosas blancas son capaces de asemejar a los dos peces que viajan como si fueran los grandes salmones. El Ateniense  débil y inhalando sus últimos de sus respiración dando así como la última voluntad en consumir su vida por la salvación de la gente y por su diosa, bajando su mirada el caballero a lo lejos escucha de nuevo aquel aleteo del mitológica bestia, esta vez la raíces se entrelaza formando gran muro, aquel viento llevando a  la destrucción  de varias casas de la entrada del pueblo la voluntad sabiendo que estaba por morir aun seguía la protección de los aldeanos, a la vez separando de su prisión de hilos que se encontraba incrustado llevando a volar por los aire de nuevo impactándose en la cera del adoquín el caballero dejándolo en un montículo de ruinas apoyado de espalda, su mano derecha  cerrada ocultaba algo mas, mientras que se desangraba por las heridas misma que había formado  los hilos, las rosas blancas misma que tenía la capacidad de ir nadando por terribles aguas o viento.

-cof cof-  el caballero saca grandes cantidades de sangre.

-al final un nuevo y hermoso jardín ha de surgir de tu vida  juez-

Terminando de decir esas palabras el respiro profundo dirige su mirada al cielo y  contempla como las rosas que había ido volando de aquel jardín regresa con lluvia de pétalos en todo el lugar de Rodrio.

-Siempre he estado con estas rosas y siempre he contemplado sus bellezas, pero ahora las miro y veo su verdadera  hermosura a todo su esplendor.-

Las últimas palabras de aquel ser acaba de terminar sabiendo que su lucha con su juez seguirá en el inframundo.

El sol se acaba de ocultar el ocaso llego un viento frio helado llevaba la muerte de una constelación así como el nacimiento de hermosas flores, del cuerpo del dorado la mano derecha se abre de ella sale pétalos rojos carmesí misma de la sangre del dorado.

“vuela y atraviesa por todo este lugar sagrado por favor viento ve con tu nueva guardiana y con Atenas.”**