**Siendo entonces que la cajita es abierta develando lo que ella contenía, a simple vista se puede observar simplemente aire, lo que pudiera decepcionar momentáneamente al caballero de la cuarta casa; pero en ese momento un susurro se deja escuchar desde el hombro de Manigoldo, la visión de un par de ojos amarillos cuya pupila se encuentra de forma vertical se hace presente, en conjunto con una gatuna sonrisa de la que emana tal susurro -¡Geme!~- se deja escuchar de aquella boca, misma que desprende una lengua gatuna que se desliza por la mejilla del cangrejo dorado, abriéndole paso a la aparición del resto de su cuerpo que entre la aparente nada a forma de espiral va tomando figura, depositando sus pies con ligereza sobre el suelo, dejando caer igualmente aquel saquito que cargaba a hombros y del cual saca el cuerpecito tembloroso de un cachorro blanco que se había colado entre el botín ganado por las piezas de armaduras**

**Abraza entonces a su hermano aunque éste le muestre malas caras y dejos de decepción en sus palabras, apartándose en ese momento de los brazos de su hermano mayor, para ir por aquel cachorro blanco que se había colado entre el botín y sujetarlo por su espalda alzándolo junto con todo y aquel frasquito de leche al que ahora estaba ya prendido -Geme, ¿nos podemos quedar un tiempo en tu templo?...- menciona mientras observa a su alrededor y corrobora las palabras del pequeño felino que se deleita con la leche ganada ante su ejercer de comerciantes -…Que compartir con vivos de vez en cuando no creo que te haga mal- menciona mientras que con su mano libre levanta del suelo una cascara de fruta**