*Con el sol en lo alto de su propia orbe, ahí donde la elipse permite que sus rayos caigan de tal forma perpendicular que sólo se proyectan sombras de los objetos erigidos sobre el suelo, así como aquellos arcos y techos de una antiquísima estructura, una que ha sido testigo de cientos de batallas, pero más que destrozos como testigos de esas batallas, sus muros y columnas guardan una magia que proviene de la misma rencarnación de la Diosa de la Sabiduría y de las Guerras Justas una energía inmaterial legada a su Santuario y a sus Caballeros, aquellos de los cuales se dice que rompen estrellas con sus puños y rasgan el suelo con sus patadas. Y de entre esos Guerreros selectos existe un grupo escogido, compuesto por 12 personajes, que encarnan el círculo de protección y lealtad mas cercano a Atenea, los Doce Caballeros de Oro, a cuya cabeza, una posición se encuentra vacante y hela ahí la razón de que uno de aquellos Guerreros, el que reside en el Séptimo Partenón del Santuario se haga presente en aquel Coliseo, el Santo Dorado de libra, arribando para comprobar su potencia y al fuerza de su corazón para ocupar el título del Patriarca del Santuario.*