*Pasos acelerados reflejan clara la preocupación por parte de uno de los jóvenes huérfanos que tras duro entrenamiento se han convertido en caballeros de bronce, su mirada permanece  frente y algunos mechones de su verde cabellera caen al frente del yelmo que porta. “Ikki hermano” medita conforme sigue su avance por aquel hostil terreno teniendo en cuenta que el enemigo puede aparecer y sintiendo aquel incomodo sentimiento que produce la idea de que quién ha tendido aquella trampa no es otro que el ser a quien llama hermano, sus parpados se cierran y la imagen del Fénix se grava en sus recuerdos, aquel rostro tan familiar y amado convertido en una severa expresión de odio, “¿Qué fue lo que te cambio tanto hermano?” cuestiona en su mente conforme sus pasos se detienen, las platinadas cadenas que penden de ambos brazos permanece inertes dejando solo que el metálico sonido de sus eslabones chocar con el movimiento acompañe y enmarque el andar del joven de nobles sentimientos que con decisión busca alcanzar al caballero de Fénix y encontrar explicaciones a las dudas que oprimen sus sentimientos*

Andrómeda Shun

*Un gesto de sorpresa se hace notorio en los nobles y delicados rasgos del caballero de bronce cuyo andar se detiene de forma premeditada, es el movimiento de su propia cadena que se eleva tensándose y produciendo el metálico sonido de alerta, un leve salto hacia atrás es emprendido por el joven guerrero. Su atención se centra completamente en aquella oscura cadena que delante de si se manifiesta y su rostro gira lentamente siguiendo aquella arma hasta la ubicación de quien la pende. –Andrómeda Negro- deduce rápidamente el joven caballero cuya vista apunta al mismo lugar donde la triangular cadena que sostiene entre sus manos, su rostro noble adquiere seriedad y serenidad y sus cadenas comienzan una oscilación siguiendo un ritmo lento al tiempo que caen poco a poco a sus pies formando círculos concéntricos ante el despertar del cosmos de su portador que emite un aura luminosa a su alrededor. –Detente caballero, realmente no hay necesidad de combatir- exclama aquel joven con determinación, apretando con fuerza las cadenas a sabiendas de que pese a sus deseos y palabras aquellos enemigos no parecieran compartir su pacifica convicción*

*La mirada del joven de verdes cabellos se mantiene en aquella peculiar arma del enemigo, un gesto de sorpresa se mantiene en su rostro conforme el aura alrededor de su cuerpo parece incrementarse, provocando de esta manera que el movimiento de la cadena a su alrededor sea más notorio. Cargas eléctricas se hacen presentes en su platinada cadena que se mueve en respuesta a la cercanía de la ajena cual si la energía de ambas buscara colisionar. –No puedo retroceder, sin embargo no deseo lastimarte- Aquellas palabras expresan de forma clara las intenciones del caballero de bronce cuyos brazos flexionados se levantan un poco tensando la cadena. Su mirada fija  a su oponente y cual respuesta de su platinada arma la puta triangular se eleva señalando en dirección al santo negro, -Sin embargo si tu no dejas que continúe mi avance, deberé hacerlo- exclama lleno de convicción, pese a su pacifica naturaleza el joven caballero de Andrómeda mantiene su postura firme más es su cosmos el que se muestra firme y su cadena la que se manifiesta presta para hacer validas sus palabras.*