Biografía:
Diez años antes de la Guerra Santa, Regulus era un niño y vivía con su padre, el consideraba a su padre un tipo raro ya que se comunicaba con la naturaleza, así que decide no molestarlo e intenta atrapar su comida al no lograrlo aparece Irias el cual con solo extender su mano logra atrapar los peces. En eso aparece Hasgard con un mensaje que debe regresar al Santuario, ya que los espectros han empezado aparecer a sí que se necesita del Santo Dorado más poderoso. Al día siguiente Ilias se prepara para regresar a ser un guerrero a pesar de que se encontraba enfermo, a través de su contacto con la naturaleza se percata que el enemigo se acerca, en medio del camino se encuentra Ilias esperando a sus oponentes estos aparecen pero son acabados rápidamente con el Plasma Relámpago, Ilias se da cuenta que hay un enemigo más en ese momento aparece el líder de los espectros Radamanthys. Regulus regresa hacia donde se encuentra su padre pero solo presencia como éste es derrotado por Radamanthys.
Presentación:
*... Más, en ese momento, una serie de sistemáticos pasos comienzan a ser oídos desde la espalda de Yato de Unicornio, apareciendo una figura de distinguido porte que es envuelto por un juego de luces espectaculares que brillan en distintas matices de un mismo color... el dorado... - ¡No tienes idea de cuanto me alegra que por fin estemos juntos en una misión, Yato! - expresa con suma felicidad, dando un último paso por delante de su cuerpo al posicionarse a centímetros de su viejo amigo... - Así que deberías de sentir mucho júbilo como cuando entrenábamos para convertirnos en Caballero, ¡¿lo recuerdas?! - exclama vivaz, al tiempo que agazapa su cuerpo y coloca su antebrazo sobre la cabeza de su antiguo compañero de entrenamiento, tal y como se recostara en este último... dibujando, sobre su rostro infantil, una sonrisa entusiasta que pareciera nunca fuera a acabar... - Jajajaja... ¡Que buenos tiempos eran! -...*
Elevación de Cosmos:
*... Es así que el niño arrastra su pie hacia atrás con elegancia para quedar en una posición imponente, pero altivo; y, acto seguido, situar su puño a un costado de su cuerpo mientras dobla a medias su otro brazo y lo coloca sobre la zona de su abdomen... - ¿Mi nombre? Jeh... mi nombre es Regulus... - dejando su comentario en suspenso, su cosmos-energía continua incrementándose drástica y progresivamente en su armazón de oro en el cual se destaca de forma notable sus bien pronunciados pectorales que son tallados por el signo que representa a la bestia de la quinta constelación del zodiaco: el león... agitándose la amontonada cabellera castaña del muchacho de un lado a otro, como si en cualquier momento fuera a erizarse debido al magnetismo generado en la atmósfera a causa de los rezagos eléctricos que fueran dejados por su poderoso Relámpago de Voltaje... - ¡El Caballero Dorado de Leo! - culmina por decir con orgullo, al tiempo que realiza un guiño y sonríe con mayor fervor que antes... siendo reemplazado el escenario a su atrás por la imagen de un majestuoso león que encontrándose de perfil, muestra sus colmillos y denota una postura llena de salvajismo y agresividad... una postura que con claridad es contraria a la apariencia del infante combatiente...*
Técnica:
*... Dejando que la expectativa y la tensión fluya de manera inexplicable en el ambiente, mostrando un escenario embriagado en suspenso debido a los acontecimientos previos... - Por eso mismo acabaré con todo esto de una vez... ¡el camino de un Santo es algo más que energía y confianza! - son las palabras que interrumpen de lleno tranquilidad de la atmósfera, reapareciendo el Santo de Leo desde un punto muerto de su oponente: por encima de su cabeza y a una corta distancia; cayendo con una rapidez sobre este tal y como si fuese un auténtico relámpago, al tiempo que impulsa violentamente su puño hacia abajo, recargando en este movimiento toda la tensión de sus músculos y su poder cósmico acumulado hasta ese momento... - ¡¡Raitoningu Boruto!! - exclama energéticamente, liberando desde sus nudillos un irrefrenable, pero fulminante rayo que desgarra el viento a su paso, mas también va adoptando un mayor volumen a medida que se aproxima al contrario... tratándose de un ataque sorprendente, por su velocidad propia de los Caballeros Dorados, y amenazante...*
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