** El febo camina sobre su carro de bellos alazanes blancos, coronados con crines de fuego, avanzando incansablemente sobre el firmamento, llegando al punto mas algido de la misma, proyectando en forma perpendicular sus finos hilos dorados, que no cejan sombra alguna, los sempinternos dioses observan mudos, el inicio de una nueva guerra santa, en un sitio lejano, unos ojos observan el mismo cielo, la mirada serena, distingue cada paso de los dioses y sus movimientos, en su testa coronada de cabellos albos  se abren viejos recuerdos, nuevos pensamientos y una sola frase asoma a su mente [ Esta sensación de que algo pasara, no me la puedo quitar, las estrellas de anoche no han sido claras, la armadura de pegaso refulge, pero son otras constelaciones las que le rodean, ¿ Que estará pasando ?], son las palabras que resuenan en aquella mente, dando vuelta sobre la estructura de estilo asiatico, con las bandas de aguas, provistas de la dinasti Xang de tiempos inmemoriales, el guerrero comienza a caminar hacia el bado, con paso suave, una indumentaria caracteristica de los monjes, le cubre, colocandose la capucha sobre la testa, el varon sigue su camino cuando de repente, un suave destello le cubre, desapareciendo en el mismo instante de un parpadeo, a algunas millas de ahi.... el mismo resplandor aparece, es la entrada del grandioso coliseo griego, recuerdo de grebas doradas, peplos al sol y linajes eteros que conforman la parte mistica del centro de entrenamiento de la elite de guardias de la diosa de la sabiduria, defensora de la tierra, sus pasos le enfilan hacia el centro de la misma construccion greca, baldosas petreas que conforman sus gradas, arena que envuelve sus pasos vertida de sangre de lucha y honor, bajo relieves que ofrendan y mensionan algun gran heroe, aun con la capucha puesta, solo se observan los cabellos albos que sobresalen de la misma, observa a su alrededor, esperando quizas, esperando algo que le aclare aquellos sentimientos, y sin embargo por primera vez aquel ser no encuentra alguna explicación para ese sentimiento de preocupación, incertidumbre, y desahogo que le mostraron las estrellas aquella noche anterior, camina silente sobre aquellos alrededores, buscando, esperando, pensando, fijando su vista en el firmamento **

** Perdido en sus cavilaciones aquella sombra un tanto espectral se muestra frente aquellos sujetos, la capucha que cubre finamente la cara del sujeto impide ver claramente su rosro, envuelto en la penumbra de la misma, voltea poco a poco y observa con atencion a dos recien llegados, a juzgar por sus vestimentas resalta el hecho de ser guerreros, pero quienes son; una voz aunque cascada se escucha firme y manifiesta, mientras que su cubierta ondea por la suave brisa que lleva el eolo por el lugar -- ¿ Que desean; Que buscan aqui ? -- da vuelta colocandose directamente entre la entrada general al santuario, y la avanzada de los recien llegados -- este sitio es solo para los santos de Athena, y por ella misma que ustedes no son nadie que conozca -- indica con firmeza dejando notar que el sabio de Jamir, conoce todas y cada una de las armaduras al servicio de Athena, para despues fijar sus ojos directamente en el segundo sujeto que viste una peculiar armadura a sus ojos ... **