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BIOGRAFIA:
Icaro (イカロス Ikarosu, nombre real Touma (斗馬)): Es el único ángel humano. Se trata de Touma, el hermano de Marin, desaparecido hace ya varios años. Se alejó de todo sentimiento humano para alcanzar el poder de los dioses. Durante su lucha con Seiya, aparece Marín quien intenta hacerle recordar sus sentimientos hacia ella. En la lucha final, Seiya puede derrotarlo, debido a que Athena había roto el sello de Hades que aprisionaba el cosmos de Seiya. Finalmente Touma, detiene con su cuerpo la flecha lanzada por Artemisa hacia Athena, ya que siente un inmenso respeto y amor por su diosa a tal punto de pedirle que no se manche las manos de sangre matando a su hermana. Su técnica es Highest Altitude (ハイエスト・アルティテュード Haiesuto Arutityūdo, Altitud máxima). El nombre del personaje está inspirado en el mismo personaje griego.
Rol.
Presentación: **Después de siglos sangrientos donde el control de la tierra fue el único premio, el único fin común que determinaría a un líder capaz de infundir su regimen en los dominios del otro donde las deseos malignos o utópicos del Emperador de los muertos son la base de ese estado de catástrofe no siendo suficiente para dicha deidad quien ahora busca expandir sus territorios "Athena fue insuficiente" se dice en pensamientos un joven de ondeante cabello castaño y aún desconocido que yace de pie sobre uno de los viejos y aun altivos pilares del santuario al que pareciera conocer divisando a plenitud la destrucción de la tierra "Sin embargo, está será una historia distinta" vuelve a pronuncia en silencio cuando una diminuta estela de luz pasa por su rostro concentrandose en un antifaz metálico que delata esa mirada llena de convicción y superioridad divina e un impresionante vacío "Hades no puede continuar con sus planes" reitera cuando con fina delicadeza emprende un salto que sólo desprende el polvo de dicha edificación para posterioremente levitar antes de caer al suelo polviento dispuesto a castigar a la humanidad e incluso a la deidad que ha osado levantar el puño en contra del Olimpo...*
Elevación: *De ese modo, un aumento considerable puede notarse en ángel quien ligeramente baja los parpados sintiendo recorrer desde lo más profundo de su ser esa corriente eléctrica que no es más que la expresión física que representa su energía, aquella que viene de lo más interno y ahora comienza a brotar a su alrededor en la forma de delgados y dispersos rayos violetas que se intensifican en color, velocidad e incluso sonido y luminidad - ¿Ese es tu poder? - cuestiona con cierto desagrado ante la debilidad de su oponente, cuando de pronto los puños de sus manos se cierrar produciendo en mayor cantidad esa chispiante forma energética - ¡Imperdonable que alguien con dicho poder sea capaz de levantar la mano a los Dioses! - exclama con tal convicción que esos ojos vacíos parecieran tener algún sentimiento oculto que delatan la verdad de su ser.*
Técnica: Es entonces que el suelo comienza a resentir dicha genereción electrostática que también experimenta Icaro al grado que su cabello comienza a contonearse con tanta brutalidad tal y como la seda de sus prendas - Humanos que creen ser superiores a los Dioses - acota cuando un chillido a causa de su energía lo interrumpe en una importante luz que por un breve momento opaca su rostro - Dioses que pecan convirtiendose en seres divinos tan débiles como los humanos - sentencia cuando el puño distro desaparece dando pie a una palma fuerte que sostiene lo que pareciera ser una esfera poco convencional - ¡Imperdonable! - exclama cuando todo su cuerpo es dominado por esa sed de convicción divina - Haiesuto - afirma cuando desaparece del terreno de batalla en un furtiva embestida que va dirigiendo su extremidad superior derecha la cual se proyecta en busca del abdómen del adversario delatando la debilidad de éste - Arutityūdo - vuelve a pronunciar cuando ahora su brazo hace un movimiento ascendente de modo que el castigo llegue hasta el cielo llevandose consigo el cuerpo del que apenas y puede considerar enemigo y posteriormente dejarlo caer con el mismo impulso, o incluso mayor, con el que fue lanzado inicialmente dejando la escena en esa mirada escalofriantemente ausente de sensibilidad*
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