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Death Mask de Cáncer, Argol de Perseo, como Respuesta a este mensaje deberán iniciar el rol con sus turnos, el primero en ver, será el primero en responder, en caso de que alguien opte por interceptarlos, deberá meterse en este mismo post.
Localidad: Bluegard
Objetivo: Entrada al Templo Marino
:::ROL ON:::.
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* "¿Quien dice que debo esperar por un caballero dorado?" piensa el enviado del santuario hacia ese lugar congelado, olvidado por el tiempo pero aún así parte de una divisón de territorios entre Asgard y un reino sumergido en la profundidad que conecta con ese sector -No veo la necesidad de que venga uno, estos mocosos serán lo suficiente cobardes como para esconderse y pronto tendré lo que solicita el patriarca jeje- esboza en su carrera luego de haber llegado hasta que sus pies se detienen en seco ante un lugar aparentemente en el abandono donde se visualizan estructuras antiguas cubiertas de hielo y nieve -Que maldito frio hace aquí, será mejor que me de prisa en encontrar esa entrada antes de que me vuelva un cubo de hielo aquí- así, avanza lentamente y con prudencia hacia el sector de la costa, donde los mares yacen congelados y llenos de misterio, sin siquiera dedicar un mísero pensamiento hacia quien debería de acompañarlo*
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*El cielo se cubre de grises nubarrones sobre el extremo norte del mundo, tierra del eterno invierno, dejando que escasos rayos de oro se filtren y acaricien con su calor y luz. Es precisamente a esta lugar a donde el Gran Maestro del Santuario ha enviado a un escuadrón de santos, en busca de una oculta entrada al reino submarino de Poseidón. -Vaya tortuga.- se escucha una voz en tono burlón, dirigiéndose al santo de plata que arriba a Bluegard. El emisor de aquellas palabras es un joven protegido por una armadura del color del sol que brilla orgullosa al roce de la luz, erguido sobre un pequeño monte varios metros por delante del sendero que Argol sigue. Sobre su cabeza porta un agresivo yelmo que imita las patas de un cangrejo, y lo delata como el el guardián de la constelación de Cáncer. Sus ojos, tan azules como el mar, miran al compañero de armas y una sonrisa, mofante y escalofriante, pinta su rostro. -¿Qué hizo que te tardaras tanto?- cuestiona, exhalando vapor al hablar, aún en aquel tono que no toma en serio al santo de plata. Avanzando lentamente en dirección de Perseo, y dejando sus huellas marcadas en la nieve, el caballero dorado se mueve con seguridad. -No importa. El patriarca te puso bajo mi cuidado, niño de plata. Comencemos con esto.- dice, enfatizando la diferencia de rangos entre ellos y mostrando poco respeto a la valerosa orden argenta de las filas de Athena. Dando media vuelta, y mirando el estático mar prácticamente congelado, el caballero de Cáncer espera que un enemigo aparezca pues, de lo contrario, aquella misión será bastante aburrida.*
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**En aquella ciudad cubierta de hielo en el extremo norte de Europa, la cual en la actualidad es una ciudad fantasma y abandonada, y solo quedan los vestigios de lo que en algún momento fue una imponente ciudad, el silencio sepulcral y la tranquilidad reinante son abruptamente interrumpidas por la presencia de un poderoso cosmos el cual aparece derepente y en cuestion de instantes envuelve gran parte del lugar, seguido de eso una bella pero misteriosa melodia se deja escuchar, haciendo eco en los desolados edificion, lo que provoca que dicho sonido se escuche por todas partes, escondido en uno de aquellas ruinas el enviado de los mares observa a aquellos intrusos examinandolos mas sin revelar el lugar exacto en donde se encuentra**
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*Una mirada de desagrado es dirigida a su compañero de armas, molestia por haber llegado primero -¿Y a ti que te interesa, acaso piensas que puedes burlarte de mi por ser un caballero de oro? ¡Jhmp! No me hagas reír podría- pero en ese momento, una extraña sensación cosmica seguida de una música fuera de lo normal provoca que toda su atención cambie y pase del caballero dordo hacia el lugar -¡¿Que demonios es eso?! ¿De donde sale esa música tan melancólica? ¿Acaso este es el lugar donde se encuentra esa entrada y eso es una señal?- pero entonces su mente obligada a agudizar sus sentidos al máximo, no tarda en percibir una tercera fuente de energía en ese lugar "No... Parece que esto es producto de alguien más, alguien que ha de estar cuidado este sitio" entonces, sus ojos se abren abruptamente y su cuerpo se tensa al máximo para flexionar sus piernas y dar un salto que lo deje incluso por delante del caballero de oro, exponiendo ambas piernas en un compaz perfecto que se incrusta al piso en su caida y su escudo de medusa al frente -¡Cuidado, Mascara Mortal!- Así, en su posición defensiva, sus iris se mueven en un sitio al otro para intentar captar el sitio donde se encuentra ese ente misterioso -Nos acechan, debemos estar alerta-*
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*La sonrisa burlona en labios de Máscara de la Muerte continua brillando con malicia, mofándose del santo de plata incluso ante su respuesta violenta. Pronto, la tensión entre compañeros es arrancada por una melancólica música que parece irradiar de cada rincón del congelado paraje.-¡Así que los cobardes perros del mar ya aparecieron!- exclama el burlón santo de oro, enfatisando que el enemigo no da la cara y poco impresionado de la emboscada tejida por los enemigos. -Tendrás que hacer algo mejor que eso para derrotarnos.- suspira, sin darle la menor importancia a la melodía enemiga. Puede que el cangrejo de oro parezca burlón, pero cada pizca de sus sentidos buscan la ubicación del enemigo. Ni siquiera un general Marino es rival para un santo de oro y uno de plata, y si el músico ignoto sabe lo que le conviene, se retirará del campo de batalla.*
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**Aquella melodía continua, como si ignorara los comentarios de aquellos provenientes de Grecia, la tonada prosigue por unos minutos hasta que se detiene, como si diera la impresión de haber finalizado, después el silencio y la tranquilidad vuelven a hacerse presentes en el lugar, pues no solo aquella melancólica pieza musical ha callado si no que el cosmos que emanaba aquel músico que los observa también se ha desvanecido, dando la impresión como si hubiera abandonado el lugar y al pasar unos instantes mas de silencio nuevamente se dejan sentir tanto su presencia como su música, esta vez seguidas de una ligera carcajada....y justo en lo mas alto de una de las ruinas de aquel legendario lugar puede visualizarse la silueta de un hombre de mediana edad, el resplandor de su envestidura es tan o mas brillante que la que emiten las armaduras doradas, su espalda yace recargada sobre la columna de la edificación mientras las fuertes brizas de viento hacen que su capa ondee, la melodía sigue, y el cosmos que emana aumenta y sin dejar de tocar, con elegante porte y una vox suave pero profunda cuestiona...-Ustedes forasteros....¿con que motivo han quebrantado la paz y tranquilidad de este lugar?-...aunque su tono es suave, y se encuentra en un lugar muy alto, el eco que se produce por las desoladas ruinas permite que su voz se escuche por todo el lugar y en ese momento su melodía se detiene, mas permanece en la misma postura y con sus labios sobre su instrumento**
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*Ante la inesperada presencia los iris de Argol se posan sobre esa fisonomía extraña con rasgos femeninos pero un toque varonil, entablando esa música con esa flauta que es tán melancólica que hasta cierto punto resulta ser odiosa -¡Jah! ¿Ahora que te has mostrado vienes con preguntas inocentes? No se por que no me extraña viniendo de alguien de tu raza- cuestiona e impone un tanto tajante, sin descuidar un solo segundo cada detalle de esa figura proveniente de las profundidades del océano -Pero ya que va el caso ¿Que tal si nos dices tú que está sucediendo debajo del mar?, No creo que tengas mucha alternativa más que entablar un diálogo con la verdad que nos brinde la información que necesitamos- expresa tomando la iniciativa ante la expresión neutra demostrada hasta el momento por ese individuo misterioso -Sería una pena que termines como un hermoso adorno en este horrible lugar ¿No lo crees? ¡Responde! Dínos lo que queremos saber y nos iremos sin lastimarte- con un aspecto serio el caballero de plata impone su juicio, el verdadero motivo por el cual se les ha enviado que es obtener información sobre los sucesos que ocurren debajo del agua para estar al tanto de posibles amenazas en contra de la humanidad -Dale un segundo, Máscara mortal, no creo que este tipo sea ningún tonto, nos dirá lo que necesitamos ya verás- para finalizar con una sonrisa de confianza, exponiendo al frente su escudo de medusa como hasta el momento, sin bajar la guardia y con la fé de que el marino, sea lo suficiente sensato como par hablar y permanecer con vida*
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*Las azules orbes del caballero dorado de Cáncer se postran sobre el músico recién llegado, y como resultado la sonrisa tétrica en sus labios se acrecenta. -Habla por ti, Argol.- emite el sonriente santo, refiriéndose a la ofrenda que Perseo le ofrece al enemigo de dejarlo con vida si cumple las demandas del santuario. Llevando ambas manos a la cintura, en posición arrogante, Máscara de la Muerte aguarda la respuesta del brujo. Su cuerpo se cubre lentamente de una dorada cosmoenergía que contrasta con el frío clima de Bluegard, y que mece de poco a poco la blanca capa de seda que cuelga de su espalda. -¡Vamos, no tenemos todo el día!- presiona al enemigo, intentando provocar una respuesta agresiva. Independientemente de que la sirena decida hablar o morir en aquel lugar, la información para el Santuario ha sido obtenida: Si uno de los 7 Generales Marinos custodia aquel particular paraje, significa que ahí es precisamente donde se encuentra la entrada a la Atlántida. El cangrejo de oro espera, pero su cosmos brillante adquiere cada vez más fuerza y fulgor.*
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**después de haber hecho su cuestionamiento y mientras esperaba la respuesta de los intrusos, tomo una postura relajada con sus ojos cerrados, sin embargo al escuchar las respuestas, siente una gran ofensa por las palabras emitidas por aquellos grecos, su rostro muestra indicios de furia, contrayendo sus rasgos faciales abriendo abruptamente sus ojos y cerrando su puño diestro con fuerza..- deberían de tener mas respeto por el lugar en el que están profanando -…por un momento la furia se hace evidente en el músico, el tono en su voz demuestra la ofensa que siente pues han insultado aquel recinto sagrado y merecía de su respeto….-…Aunque dudo que seres tan inferiores puedan entender lo sagrado del lugar - …mas oculta aquel coraje y frustración manteniendo un porte elegante, suelta un suspiro para así recobrar la calma y no caer en las provocaciones absurdas del enemigo y con eso relaja su rostro, entonces una sonrisa confiada y con un dejo de superioridad continua su dialogo mientras entre abre sus ojos dirigiendo sus rosadas pupilas sobre los atenienses…- Así que quieren saber sobre nuestros planes….¿creen poder captar la esencia de los pensamientos de nuestro señor Poseidón?...pues bien se los diré…nuestro imperio al fin se esta recuperando después de la ultima derrota siglos atrás, con el nuevo despertar del Emperador tomaremos el control de la tierra - entonces su estira su diestra para hacer hacia atrás su capa con elegancia y provocar que esta ondea majestuosamente por las brisas del viento que sopla por el lugar mientras esboza una confiada y potente risa la cual se hace mas potente por el eco**
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*Mientras las palabras del marino suenan, un sin fin de emociones van recorriendo el cuerpo de Argol, ese escalofrío por saber que los peores miedos de Athena eran verdad y realmente un ejército marino se estaría aprontando en este momento para atacar a la tierra, pero tan solo le lleva unas cuantas milésimas de segundos organizar su mente antes de denotar como su enemigo ha abierto mucho los ojos y no deja de posarlos sobre su persona y la de su compañero de armas, Death Mask, así cada segundo es calculado con presición, otorgando un espacio de silencio para medir el movimiento de sus ojos, el instante presiso cuando sus orbes giran para posarse sobre el dorado cuerpo del caballero de Cáncer, es que Argol presiona sus dientes tornando la cámara lenta para ver como el escudo, puesto al frente como defenza es reavidado ante un fuerte destello albino y cegador desprendido desde la medusa tallada en su cetro -¡Respuesta equivocada Marino! ¡Ataque Petrificante del Escudo de Medusa!- grita esperando a que ese momento sea el perfecto para naturalmente llamar su atención, justamente para intenar hacer que sus iris se vean impuestos como reflejo a posarse sobre su cuerpo, pero en vez de apreciar a Argol, sería ese brillo intenso lo único que está expuesto para sus ojos, un letal precio a pagar puesto a que su efecto instantáneo, deja a todo aquel que logre hacer un mísero contacto visual convertido en Piedra, lo que tornaría un hermoso adorno para esas frías tierras del Norte ya que ahora que saben la verdad, para nada sería prudente dejar en actividad a alguien quien podría ser un enemigo letal en un futuro*
Argol de Perseo
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*El cangrejo de oro se divierte con la cólera del Marino, dibujando una burlona sonrisa en sus labios. A Máscara de la Muerte le da francamente igual si aquel lugar es sagrado o no, o si su presencia en aquel lugar es un pecado en contra de Poseidón; su cosmos dorado arde con fuerza y terminar con la vida del enemigo es su prioridad. Mientras Argol prepara su golpe petrificante, la mente del santo de Cáncer lanza una poderosa onda psíquica en contra de Sorrento, buscando bloquear todos sus movimientos y ejercer una terrible presión sobre su cuerpo. Máscara de la Muerte es uno de los más prodigiosos santos de oro en lo que a telequinesis se refiere, y aquel ken mental es prueba de ello. Si el cangrejo logra retener aunque sea un instante al brujo del mar, la mirada de Medusa surtirá efecto y Sorrento se convertirá en piedra al instante. La combinación del santo de oro y plata busca cerrar cualquier salida del enemigo, y derrotarlo en un instante.*
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- Rol Off -
Resultado: Sorrento ha sido convertido en piedra y ahora es uno de los más atractivos monumentos de Bluegard, el legajo de una mortal guerra.
Santos de Athena vencedores.
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