**La paz de la entrada al santuario mas inhóspito de la tierra era brutalmente quebrantada por el reto de una esbelta y joven figura que a un grito de guerra llama a la muerte misma. –Sin duda alguna eres tan inútil como lo dicen nuestros señores, jhmmm jhmm, ¡Marchen y acaben con el invasor! – grita un hombre quien ostenta una ligera armadura desde lo alto de una de las torres del castillo quien observa como al mismo tiempo que termina de dictar esta orden a sus esbirros, un joven de una larga cabellera acompaña a la marcha del primero y pareciese aconsejarle. – Tsk.. Malditas ratas, jijiji igual morirán antes de poder entrar y así el señor Aiacos me ascenderá a un mayor rango,- dice para si mismo mientras que la mano derecha jala una manivela que abre la puerta del castillo y permite que una oleada de gritos se deje escuchar y que pareciera hacerse más fuete a medida que una oleada de soldados que portan armaduras muy similares a los del primero se dirijan corriendo a los invasores listos para embestirles de frente.**

**Los potente ataques de los caballero atenienses impactan en cada uno de los soldados del inframundo, dejando solo rastros de sangre y muerte mientras los kens contrarios se abrían paso de una manera brutal. – pero… pero… kghhh… ¿Cómo es posible que….¡aaaargh!- expresa el  espectro que se encuentra por encima de los demás, sin embargo sus quejidos de sorpresa son acallados por la presencia de un aura violácea  que le rodea  e inunda su ser desde su espalda, esta provoca que su cuerpo arda en una sombría llama oscura hasta arrastrarlo a la orilla del lugar y causa su caída en picada hasta destrozar su cabeza contra el suelo en una sangrienta y  grotesca vista solo acompañada por el recorrido del fuego que llena los inertes cuerpos de los guardias del castillo, los cuales al uníoslo despiden su espíritu envuelto en una llamarada tan oscura como la misma los más recónditos lugares del hades, estas se elevan por encima de los santos de bronce, una simulación de estrellas de muerte y fuego se alza de manera magistral y perfecta. – La única manera en que los espectros de su clase son útiles son muertos… ahora sirvan una mas a su  señor- expresa una silueta alada de vestimenta violeta y una ostentosa armadura que refleja al mismo hijo del sol, con cornamenta y distinguidas garras de la legendaria ave hindú,. –Mueran…- dicta de manera serena acompañando sus palabras por la explosión de de las tenebrosas esferas, las cuales pasan a transformarse en cientos de llamas que dan la impresión de un plumaje negras cayendo del cielo como si de ángeles caídos se tratase y ahora sus alas bajaran para hacer arder al mundo.**

**La llegada de su hermano de armas no pasa desapercibida por el juez de anterona, sin embargo su presencia pasa a segundo término al considerar que su fuerza sería suficiente para dos insignificantes santos de atena, sin embargo su poca atención al asunto se ve mermada por la acción del dragón de rozan quien en un osado movimiento logra defender del fuego del infierno y al mismo tiempo ascender con la fuerza necesaria para continuar su camino a trayectoria de impacto. – Inútil…- vocifera en voz baja mientras que haciendo gala de su velocidad de un hábil y poderoso salto dibuja solo un haz violáceo que asciende, para después caer sutilmente fuera del área del impacto. – Ustedes los santos de atena no merecen la atención de un juez de mi categoría, sin embargo sus muertes saciaran la sed de sangre en mi ser - menta de manera despreciativa hacia los dos caballeros acompañando sus palabras por una sádica y fría sonrisa mientras cerca de la entrada un brillo azulado y el grito de guerra de uno de los caballeros llena el lugar –Tsk… Sus intentos por tocarnos son tan solo un insulto – **