TODOS LOS DIAS
Todos los días,
regálese unos minutos en silencio,
tranquilice sus sentidos,
aléjese del ruido
y de la agitación normal
de sus actividades,
intente calmar el torrente
de sus pensamientos.
Cierre los ojos y concéntrese
en su respiración,
sólo en su respiración
durante algunos pocos minutos.
Este ejercicio será muy beneficioso
para su mente y su espíritu,
unos pocos minutos en silencio
pueden ayudarle a mantener serenidad,
paz interior
y a prevenir o aliviar el estrés.
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