Babel del Centauro - Rol - Saint Seiya Victories

Rol on

** Una carcajada se hace oir proviniendo desde el interior y oscuro coliseo el cual la arena de batalla permanece a oscuras excepto el otro extremo en donde yace de pie aquel sujeto de roja cabellera contemplando un fogon en el cual aza los restos de una pierna de cordero incrustada en una solida vara que yace por encima de las brazas junto a una pequeña mesada de marmol en donde descansa una botella de vino tinto y una copa a medio beber, en ese momento el pelirrojo cuyo cuchillo en manos cortan un trozo de carne de la pierna de cordero simplemente se limita a levantar la voz una ves mas. - ¡Vamos que no tengo toda la noche muchachito, luego de que termine contigo... continuarè con mi cena! - advierte mientras le da una mordida a el trozo de carne el cual yace atravesada en el cuchillo... extrañamente el ambiente frio ha desaparecido siendo reemplazado por una calor algo agobiante la cual se hace sentir hasta en los rincones mas remotos de la arena de batalla, en las plateas que rodean la arena la humedad producto a el repentino cambio de clima frio a caluroso provoca que aquellas diminutas particulas de agua que hay en el coliseo comiencen a evaporarse detonando una leve neblina la cual es arrastrada por la briza de la noche que rapidamente va adquiriendo cierto ambiente caluroso elevando la temperatura del coliseo, de un clima frio de unos tres grados a de repente a un clima completamente diferente de unos 48 grados en donde el aire arrastrado por aquellos vientos que comienzan a manifestarse se tornan calientes, un aire completamente caliente mientras que la presencia de un calido cosmos comienza a hacer acto de presencia en el entorno a la monumental estructura. **

Defenza y Contraataque

** Mientras mastica con cierta calma aquel trozo de cordero deleitandose con el sabroso sabor de la carne a medio cocinar, aquel sujeto eleva un poco mas su vigoroso cosmos el cual por primera vez se deja ver a la vista humana manifestándose en una especie de aura que envuelve la humanidad del pelirrojo potenciando todos y cada uno de sus seis sentidos. - Juh, que ingenuos son los chiquilines de hoy en dìa - Murmura vagamente para si mismo en voz baja mientras levanta levemente su menton llevando su mirada hacia un angulo perfecto en el cual la sombra de sus cabellos no puede ostruir su visual... Visual que le permite ver aquel movimiento semicircular con el cual el joven caballero de bronce libera un ken con cada mano de manera recta en direcciòn hacia èl, es entonces que traga aquel bocado de carne mientras que al mismo tiempo sus ojos pueden ver atravès de aquellos dos proyectiles acercarse a gran velocidad pero por sobretodo la figura de el mismo caballero de bronce correr a una velocidad un segundo mas lenta que las de los proyectiles intentando tal vez sorprender ante cualquier movimiento del sujeto de rojos cabellos. -¡Mirate chiquilin, eres demasiado pretencioso si crees poder derrotadme con esa tecnica tan!... - exclama mientras continua viendo aquellos destellos acercarse a unos escasos cincuenta centimetros de su fisonomia... de repente el cosmos que envuelve la humanidad del pelirrojo se contrae de manera tal que crea una gran masa de presiòn atmosférica cuyo efecto devastador provoca que el suelo mismo se hunda justo por enfrente de èl creando una gran barrera de aire cuya presiòn se abalanza directamente contra aquello proyectiles con el afan de repeler la trayectoria de los mismos mientras que la mirada del pelirrojo no se aparta por ningun instante de la humanidad del caballero de bronce quien se abalanza por detras de aquellos proyectiles. - Que tonto... - En una centésima de segundo el brazo derecho del pelirrojo se alza hacia delante llevando la palma de la mano a una velocidad la cual sobrepasa la velocidad del sonido ubicándose a la altura de el hombro concentrando una gran cantidad de energia cosmica con la cual manipula la gran masa de presion atmosférica abalanzadola directamente contra aquellos proyectiles reprimiendolos por completo para asi reenviarlos de regreso contra la humanidad del caballero transformándolos ahora en sus armas mientras que su mirada llena de confianza no se despega de la humanidad del joven ingenuo.**