**El momento había llegado, la hora de pedir cuentas a Arles por sus engaños y la hora de la venganza de los caballeros plateados por el sacrificio de sus compañeros. El avión que provenía de Japón que transporta a Athena y a los otros santos ha llegado al Santuario sin encontrar oposición, tods van descendiendo cuando en la clara mañana un cosmos místico se hace sentir, el mismo de un caballero de plata que había combatido contra Seiya en Japón, como una estrella de tonos verdes desciende del cielo desatando una llamarada de fuego esmeralda el cual se apaga emergiendo de este Argol de Perseo, sin mucho esperar se dirige frente de Saori, Athena y se pone de rodillas bajando la cabeza -Mi señora, he cumplido al venir con usted, mis puños se tornarán contra el Patriarca y juro que pagará los crímenes que ha cometido.- Suspende un rato y se pone de pié bajando la cabeza -Recorrí el mundo buscando a nuestros camaradas, muchos de los santos de plata fieles a Arles lograron escapar del Santuario, sin embargo muchos de ellos fueron alcanzados por las garras de ese maldito, no encontré a ningún santo de plata que pudiera ayudarnos, llegue tarde en todos los casos, sin embargo mi misión no fué del todo fallida, logré encontrar a un joven quien se escondía de los asesinos del Santuario, no vengo solo... ¡Preséntate muchado y jura lealtad a la Diosa Athena!- Exclama el plateado esperando la respuesta del joven a quien ha logrado encontrar.**