**una grotesca silueta aparecía casi enfrente de donde estaba el lobo del norte, mientras este unificaba sus sentidos llegando a la intuición agudizando su sentidos divisando así a su enemigo y no por su vista si no su olfato. Y sin previo aviso un fuerte silbido volvía a destruir la paz de aquel lugar y sin previo aviso cuatro lobos atacaban a la figura, divididos en dos unos atacando por el flanco derecho y los otros por el lado izquierdo corriendo a una gran velocidad alzando la nieve bajo sus patas, y siendo así los cuatro lupinos se abalanzaban sobre el intruso unos intentando tomar sus brazos mientras los otros se lanzan a sus piernas intentando tirarlo para que de tal forma tengan un ángulo hacia el cuello del extranjero**

**observando cómo sus lobos salían despedidos por aquel golpe de energía despedido por el extranjero, mientras que una brisa comienza a manifestarse en el lugar, destilando un sentimiento salvaje e indomable iluminando la fisionomía del joven vikingo con una aura de matiz morada, y caminando con un porte imponente aquel muchacho porta una armadura de color azulada su cabellera larga de color azul en su manoplas a la altura de sus muñecas dos garras de coloración amarilla, con un antifaz cubriendo sus orbes, mientras que al lado de el avanzaba un lupino de mayor tamaño de pelaje azul con una cicatriz en su frente de media luna mientras que iba gruñéndole al recién llegado –veo que tenemos una nueva presa Jinn—dice el dios guerrero  analizando al kyoto moviéndose como si fuera un lobo  circulando a su presa por el flanco izquierdo mientras que por el derecho el lobo rodeaba al juez como Fenrir lo hace --¿Qué haces en asgard?....apestas a muerte…¿Quién eres insecto?—pregunta el lobo antropófago**

**El licántropo escucha aquellos vocablos del juez de la primera prisión infernal, lo cual hace que Phenril sonría de una manera salvaje y feral observando la grotesca armadura de su rival, --seas quien seas te devorare junto con mis lobos, soy Fenrir de Alioth de la estrella de Épsilon—gruñe aquel vikingo con cierto aire de desprecio hacia el recién llegado e inicia un desprendimiento de energía desde su universo interno siendo rodeado por una aura morada con pequeñas estelas de matiz blanco revoloteando alrededor de el haciendo bailar su cabellera de un lado a otro  mientras que el lobo al lado de el gruñía de una manera amenazadora hacia el invasor –tendrás que matarnos a mí y a Jinn si es que quieres que te llevemos ante la señorita Hilda—dice lleno de confianza en sí mismo aquella bestia humana aguardando a ver la reacción de su oponente**