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Reino de Asgard: N3: Pasillos Internos (Este)
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PASILLOS INTERNOS (ESTE)
Una vez dentro del Valhala su interior es un laberinto de pasajes y pasillos tenuemente iluminados por velas y antorchas.
Escenario anterior: Entrada Este
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De: Hiei |
Enviado: 17/05/2011 04:26 |
**Los dioses guerreros han despertado en estos tiempos producto de la amenaza que cae sobre Asgard. El reino donde el sol nunca sale ha enviado a cierto grupo de mercenarios, antiguos hombres que en vida sirvieron a una deidad y ahora traidores de dicha enseñanza se forman en la entrada al Valhalla. La misión de estos guerreros regentes de Odín es impedir el avance de estos, cueste lo que cueste. La leyenda cuenta que los zafiros de Odín deben ser reunidos para de esta manera poder despertar a la legendaria Balmunga, uno de estos zafiros esta incrustado en el pectoral de un guerrero que camina tranquilo entre los silenciosos caminos del laberinto Valhalla. Distintos pasajes con escasa iluminación camuflan al nórdico guardián del lugar, un noble naciente bajo la estrella gemela de Mizar y ahora vestido como un dios guerrero protege aquella defensa. Conocedor de la amenaza, el custodio da su espera ante la llegada de las fuerzas invasoras.**
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**la presencia del syd no es la única que resguarda aquel pasillo oscuro, pues entre las sombras permaneciendo imperceptible se encuentra un ser de casta incompleta de los dioses guerreros ,que siendo desconocido por ellos su existencia es nula a excepción por la sacerdotisa, la misma a quien ah jurado en privado su mas profunda lealtad, mas en el punto de atención de la escena oculta su presencia para vigilar con su mirada al tigre vikingo, a quien observa con ojos de expresión colérica y con un tenue toque de envidia**
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**La oscuridad hace imposible vislumbrar una salida a lo lejos para el joven Dio, sus pasos ahora son lentos, sigilosos y calculados mientras sus mirada da vueltas de aquí para allá, viendo la tétrica arquitectura de aquellos pasillos tan largos y extensos, flanqueados por largas líneas de antorchas que ahogan su rojiza luz en la abrazadora penumbra -Así que este es el Palacio Valhalla- Dice apagando el sigilo que impera en aquel lugar, sus pasos se hacen escuchar al chocar sus grebas con sus botas e incluso su respiración se nota entre la perturbadora marcha de silencio "El tiempo se agota, debemos conseguir los siete zafiros de Odín" Medita en su tranquilo andar, apretando su puño diestro que posiciona frente a su pecho sin frenar su avance "¿Dónde están los Guerreros de Asgard?...Yo, el Gran Dio de Mosca me encargaré de ellos y tomaré sus zafiros" Afirma confiado y arrogante con un porte digno de un caballero de la orden plateada**
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**Los extensos pasillos del Palacio del Valhala forman perdedisos laberintos apenas alumbrados por cálidas antorchas que les dan iluminación, ahora los enemigos de Asgard han penetrado en las faldas del palacio, pero no encontrarán más que muerte en las sombras de sus pasajes, el primero hace gala de presencia mientras la sombra del Dios Guerrero le mira atentamente desde lejos con pensamiento y agudeza silenciosa, sus ojos se enfocan en el pequeño caballero cuando pasa de largo. Aquella silueta de penumbras pareciera elevar la mano situado en el segundo peldaño de los pilares a la vez que de la punta de su dedo sale disparado un delgado y sutil rayo blanco que como un velóz laser dibuja una linea en el techo por encima del caballerito. Seguro aquel rayo luminoso le distaeria pues a consecuencia el techo comienza a desplonarse desde el pasillo adelante buscando enterrar bajo las pesadas rocas de marmol al invasor y de no lograrlo seguro cortarle el paso. La sombra Asgariana espera sin desesperación bien oculto en físico y cosmos entre la negrura del pasillo cuando las antorchas se apagan por el desplone del plafón.**
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**Sobre la postura de aquel caballero una luminosidad blanquecina baña su cuerpo desde arriba, su atenta mirada rápido voltea hacia el techo alto de aquella larga sala nórdica donde alcanza a ver claramente como un rayo, delgado y fino, impacta sobre la cúpula del edificio haciendo aparecer un estruendo violento justo sobre los ojos fijos de la mosca -¡¿Qué?!- Exclama al momento en que sus fuertes piernas le impulsan en un brutal salto, hacia atrás para caer de manos con las cuales vuelve a encontrar un soporte esencial al ejecutar nuevamente un impulso. Catapultado hacia atrás nuevamente cae sobre sus pies que resbalan, arrastrando consigo una ráfaga de polvo en cuando los pedazos de mármol oscuro caen secos contra el suelo, agrietándolo y provocando ondas eólicas que hacen ondear con fuerza el cabello rojizo de aquel caballero. Sus brazos cubren sus ojos por el frente, dejando un pequeño espacio entre ellos para poder vislumbrar el caótico escenario que de inmediato comienza a cubrirse con la escarcha de Asgard -¡Maldición!- Adjunta con furia cuando los escombros dejan de precipitarse y el camino hacia el frente se ve bloqueado -¿Quién esta ahí?...¡Muéstrate cobarde vikingo!- Ordena con arrogancia mientras da un giro quedando de frente a la dirección de donde vio venir aquel ataque a traición**
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**Como es de esperarse sería muy tonto morir bajo los escombros del techo, el caballero ha solvado la vida pero un destino peor tiene por en frente. -Debisteís haber dejado que el techo os aplastara y matara instantaneamente, pues ahora lo que os depara es desesperación- Se jacta una voz proveniente de las sombras cuando una silueta cae frente a los escombros solo dejando ver de sí dos pequeños faros luminosos como ojos de gato que miran en la plena oscuridad. -He visto vuestras peleas que han batido contra los Dioses Guerreros, sé que hay dos tipos, tú perteneces a los caballeros de plata, pelean valientemente pero son menos que moscas, los otros, caballeros dorados, sin duda serán dignos oponentes, pero no hay ninguno que se acerque a este camino, tu destino esta sellado caballerito, ¿Tú de que eres capaz?- Exclama con suma soberbia mientras en su silueta se dibuja el resplandor pálidecido de su montruoso cosmos, una esencia salvaje y totalmente agresiva.**
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**La apatía de aquel individuo, protector del palacio, provoca el ligero retroceso del caballero de plata quien se mueve hacia atrás lentamente hasta topar con uno de los cientos de escombros, viéndose en su mirada el asombro cuando sus delgadas y definidas cejas se extienden a lo alto de su rostro -Así que son los Dioses Guerreros...- Argumenta Dio, haciendo una pausa al dejar que la suave brisa, proveniente del exterior, acaricie su cuerpo cubierto por el Sapuris de la Mosca -¡Sorprendente!...Tienes una gran...- Dice observando la sombra que se vislumbra contorneada por una esencia cósmica -Boca...- Termina burlándose del espléndido guerrero ante el cual realiza nuevamente una pirueta ágil y vigorosa, su salto le eleva por alto mientras la luz de de las estrellas se refleja en el negro tinte de su armadura. Cayendo finalmente con elegancia justo en medio del techo derribado, con sutil agilidad varado en el terreno tan accidentado -Escúchame bien Dios Guerrero, solo es necesaria una mosca para poder derrotarlos a ustedes los Caballeros de Asgard- Presume en cuanto una maléfica sonrisa se proyecta en su rostro, clavando sus ojos sobre el aparente vikingo -¡Entrégame tu Zafiro de Odín!- Exclama con vehemencia acorde a su cosmos espectral que se enciende como un estallido cósmico, el mismo que inunda con la luz violeta a su circunferencia resplandeciendo como un astro estelar**
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