**Bajo la luz del gran astro rey a las orillas de la costa de Japón un joven de cabellera café, la cual ondea de un lado a otro, escucha los percances y se adentra al orfelinato con una sonrisa –Calma niños calma jejeje, no le den a Miho muchos problemas, no peleen entre amigos--  dice aquel chico de unos trece años  vestido con unos pantalones de mezclilla y una playera sin mangas roja, y con una cálida sonrisa intenta separar a ambos niños a la par de que le sonríe a la peliazul**

 

**El recién llegado solamente sonríe ante la acción del niño y detiene el puño del mismo con la palma de su mano sin hacerle daño al niño –Alto pequeño, no seas tan agresivo—dice sonriendo Seiya, dando un sentimiento de tranquilidad con la misma, a la par de que voltea a Miho con la misma sonrisa que antes –Dime Miho, ¿porque empezó el problema con los pequeños?--**

**Ruborizada por lo ocurrido, casi tartamudeando, Miho agrega --Combaten porque creen ser caballeros y asi como tu, planean viajar para convertirse-- acercandose y tomando a los dos infantes de las manos para colocarlos uno al lado de otro --No entienden que esta situación esta fuera de su alcanse. Igual que de la tuya tambien-- asustada pero con una tierna mirada, la custodia del orfanato mira con ciertas lagrimas en sus ojos al joven Seiya --No vallas a Grecia, no sabes como sera alli-- una cruda decision que solo el santo de Pegaso sabra que hacer.**

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