*...-…Que conveniente…- es el escuálido dicho que emerge del sombrío juez ante la sorpresiva presencia de quien hasta en los mismísimos infiernos se desconfía -… La presencia de quien nadie sabe nada jmjmjmjm…- pausa, para permitir que el cuerpo del malogrado Pegaso tocase paulatinamente las pétreas haciendas -… Después de que los verdaderos emisarios del gran emperador logran implantar su ideología, las aves de rapiña buscan su porción del botín… pero,tu no vienes por la gloria de la destrucción de ese buque ¿no es así?, tu vienes por otra cosa más importante jejeje….- continua endosando una mortuoria mueca al instante que el foco de atención es atraído ante las facciones de Pegaso,donde Aiacos resguarda tenuemente la mitad de su semblante tras de el dando un aire completamente macabro a la escena -… Tu objetivo no va de la mano con el deber de un espectro, Youma – liquida con un patente gemido de dolor por parte del santo de bronce ante el empleo de mayor pujanza por parte del magistrado alado -…Vete de mí vista pobre infeliz…- son los últimos léxicos por parte de Garuda antes de llevar nuevamente su atención en su ahora presa, restandole completo interés en el recién llegado. Más a sus alrededores, aquellas sombras que conforman la gloriosa armada de la cual Garuda comanda, reaccionanante los dichos de su señor. Y de forma rápida y disciplinadamente conforman interminables filas de esqueletos que aguardan expectantes a algún deseo de quien ahora disfruta de la victoria…*

*...“…Lo sabía, este sujeto confirma todas las sospechas tanto de Pandora-sama como de nosotros los Jueces…” Menta para sí mismo mientras de manera despectiva le presta una leve atención a los continuos dichos por parte de Youma, que al parecer han tomado cierto grado de seriedad -… Es gracioso que un sujeto de tu calibre tenga por pilar de tu ambición a un pobre niño…- pausa un instante para darle una leve mirada a Pegaso mientras sus oscuras energías comienzan a rodearle -… que yace más muerto que vivo. Pero déjame decirte una cosa…- musita mientras una pequeña hada luminiscente comienza a revolotear cerca de la estampa del Kyoto al mismo tiempo que la atención de este último se centra en aquel extraño adminiculo que sostiene ahora el sonriente personaje “¿Un reloj?... debo tener cuidado y estar siempre adelante de el…” conjetura para luego añadir -… Si logras salir de aquí, toda la furia del ejercito del Señor Hades estará en busca de acabar con tu patética existencia…- cierra sus dichos en el momento que dicha criatura comienza a aletear con vigor hacia las alturas del oscuro firmamento hasta desaparecer. -… Muy bien Youma, espero que tus prioridades estén en completo orden, ya que si tu doctrina tambalea… tendrás una existencia... ¡de un completo perdedor!…- Da énfasis a este último léxico para sin más permitir que aquellas extrañas energías le encierren a él y a sus hombres en una jaula de tiempo totalmente domesticado por Youma. Pero no todo sería tan hermoso y sencillo, ya que el espectro de Garuda había tomado medidas, y desde las lejanías, un estruendoso sonido metálico acapararía la atención, acto seguido de un violento soplido de los vientos que anteceden la aparición de una inmensa X energética que avanza en destructiva trayectoria en pos de Youma, cuya única intención sería asestar un sorpresivo y brutal contraataque por parte de una oscura y lejana estampa, la misma que en su proa representa la imagen de aquella funesta ave que levanta en honor a su comandante y que ahora interfiere a favor del juez de Antenora..*

*Y es así, como en un grandioso despliegue de energías y sobretodo, inteligencia por parte del juez al enfrentarse a un rival desconocido para él. Aquella dantesca y brutal X energética golpea de lleno a la efigie del sonriente Youma  y además de infringir un considerable daño en la totalidad de su cuerpo, aquel extraño reloj que sostenía en su manos se ve también envuelto en la ofensiva y por consecuencia demolido. De esta manera, aquel hechizo que atrapaba a tanto Aiacos como a sus súbditos se ve mermado hasta desaparecer completamente devolviéndole la libertad de movimientos - ¿Ya vez Youma?, no eres más que un pobre perdedor…- expresa ahora sujetando al malogrado Pegaso por el cuello y empleando una gradual fuerza, este hace sonar espeluznantemente los huesos de aquella zona tan delicada del santo de bronce -¿Qué harás?...- cuestiona nuevamente a Youma mientras una macabra mueca nuevamente se apodera del rostro del juez además del foco de atención.*

*...Todo ha transcurrido de forma bastante peculiar, aquel espectro que se jactaba de un gran poder eh inclusive mostro a Garuda y a sus subordinados la grandiosa capacidad de manipular el tiempo a voluntad, ahora yace de espaldas en los suelos con sus ropas totalmente desgarradas y mostrando un desquebrajado surplice. -…No mereces siquiera que mueva tan siquiera uno de mis dedos, pero… - pausa momentáneamente aquel alado Kyoto poco después de verse abrazado por un dantesco poder  traducido en una oscura aura a su alrededor -… contigo, hare una excepción…- expresa mientras su índice aparece en escena fijando como objetivo la corporeidad de Youma, el mismo que en cosa de instantes, se ve inflamado por incandescentes flamas negras que poco a poco comienzan a consumir con gran voracidad la efigie del bocón espectro. Al poco tiempo de aquella acción, del cuerpo de quien intento salvar a Pegaso, ahora solo quedan leves retazos de carne y huesos chamuscados – Jum.… muy bien, nos vamos… - dictamina Aiacos, al unísono que inicia una galante trayectoria hacia las sombras  de tan funesto buque, más en uno de los hombros del Kyoto, el foco de atención se centraría en el cuerpo casi sin vida de Pegaso quien ahora es completa presa del ave infernal*