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**--Alto alli....insecto-- una voz grave es la que expresa aquel corpulento hombre al percatarse de la llegada de aquellos intrusos a los dominios marinos --Estas en la Villa del Caballo Marino, un paso mas en estos terrenos y una muerte inmediata es la que obtendras-- distintas miradas observan ambiciosas y sedientas de asesinato al presente dorado --No pasaras-- comentan los demas quienes provistos de ballestas y cadenas buscan ser el primer eslabón de defensa del Pacífico Norte. Parados todos ellos, sin dar espacio de ataque observan analíticos la presente situación y el futuro desenlace a realizar.**

**Una sonrisa sarcástica se dibuja en los labios de Aioria. Entonces, se atreve a contestar con ímpetu a aquellos tritones -¿Y tú me detendrás?-. Con fuerza clava aquella legendaria lanza en el suelo, pues los santos no tienen permitido usar armas en el combate. Una ligera capa de luz dorada comienza a rodear al quinto guerrero del sol, y este hace sentir una mínima parte de su fuerza. -Nunca un pez como tú vencerá a un gran león como yo- dice, mientras a una increíble velocidad lanza una ráfaga de alrededor de quinientos golpes dorados en dirección de los múltiples enemigos. Aquellos golpes no son la legendaria técnica de Leo, pues carecen de la velocidad de la luz y el verdadero poder de Aioria; sin embargo el quinto guerrero de oro espera que sean suficientes para acabar con los que frenan su paso. Después de todo, no son más que tritones. **

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**--Veremos-- el cuantioso grupo luce sorprendido al caer victima de aquel ataque, sin reacción alguna el grupo de guardianes del Pacifico Norte ahogan su dolor bajo el extinguir de su alma sobre la batalla, sin prisa ni demora los maltrechos cuerpos caen tendidos al suelo demostrando el nivel aparente del santo de oro para expectativa del guardián quien lejanos metros atras, al costado del pilar, como una sombra observó lo ocurrido. "Muy bien caballero de oro, no creí que tuviera un nivel de pelea elevado" comenta Bian quien aguardará la llegada de su aparente rival en sus dominios.**

**Nadie habria hablado en el lugar pero todo indica que Bian fue descubierto, los soldados tendidos y muertos se encuentran y desde las cercanias al pilar el general del Pacífico Norte se hace ver, erguido y con seguridad en sus pasos el galante guerrero da diestra a su avance, mirada despota y confiada a su vez son los rasgos principales del joven marina que orgulloso porta aquella legendaria escama, comparada con las poderosas armaduras de oro. --No entiendo como me descubriste pero no importa de todos modos aqui estoy. Pudiste derrotar con facilidad a los soldados del Pacifico Norte...-- su andar detiene y su pose firme sobre el punto de llegada se asienta --...pero no creas que mi poder es similar al de ellos. Soy Bian de Caballo Marino, el protector del Pacifico Norte. -- en respuesta a la elevación cósmica de su ántagono el general se cubre por el claro resplandor que la situación le otorga, blanquecino color el que rodea la silueta del gallardo guerrero quien como un experto guerrero observa y analiza precavido la futura situación, sus brazos reposan lateralmente mas sus palmas estiradas estan, sus piernas ligeramente separadas formando el equilibrio de su cuerpo que anexa con su cosmos y cierta peculiaridad en su cosmoenergía que expande cautelosamente en su zona.**

**Las luces que emiten ambos guerreros bailan y danzan en un espectáculo impresionante. Aioria no pierde detalle de su enemigo, y lo mira como un león mira a su presa. –Basta de juegos- exclama el león, mientras jala a su cinto su puño derecho. La luz dorada comienza a arremolinarse en este punto, para después lanzarlo con una impresionante velocidad en contra de su enemigo. Cientos y cientos de golpes dorados salen cual saetas en dirección de Bian, intentando impactarlo en varios puntos de su cuerpo. La ráfaga de alrededor de trescientos golpes cargados de vigor y fuerza no es la legendaria técnica de Leo, sin embargo podría causar estragos en el enemigo. Aioria espera ansioso el resultado de su ofensiva.**

Nota: Bian tu revelaste tu posición con la siguiente línea:  "Muy bien caballero de oro, no creí que tuviera un nivel de pelea elevado" comenta Bian pues al comentarlo (que es expresar algo en voz alta) Aioria lo escucha y ve tu posición. Espero esté aclarado el punto.

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**Aioria mira  y siente el despliegue de poder del Caballo Marino; y comienza a hacer lo propio. La luz dorada se arremolina en su fisionomía y el suelo bajo sus pies comienza a resquebrajarse poco a poco. Lentamente, el quinto caballero de oro toma su posición de combate, con sus puños elevados,  y no despega sus ojos del enemigo.  A su espalda, la imagen del legendario león de Nemea aparece rugiendo con fiereza. Los ojos de la bestia se clavan en los del caballo de mar, y los de Aioria en Bian. Sus cosmos chocan y danzan; haciendo sentir su tremendo poder por todo el lugar. -Nosotros los caballeros dorados jamás seremos derrotados por basura como tú.  – exclama el león, haciendo énfasis en la estúpida idea de ahogar el mundo. -Te derrotaré y destruiré este pilar aunque sea lo último que haga.- dicta, con la determinación al límite. El león no será vencido, y aunque le cueste su vida o su alma inmortal, derrotará a Poseidón y a sus absurdas ambiciones.**

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**El fiero león se limita a sentir el creciente cosmos enemigo, y se dispone a hacer lo propio. La luz que se arremolina a su alrededor gana con cada segundo fulgor y fuerza, mientras abre ligeramente el compás de sus piernas. -¡No me subestimes! ¡Clavaré todos mis colmillos sobre ti! - exclama, bañado en orgullo -¡Toma esto!- concluye mientras eleva su puño derecho y la luz dorada comienza a concentrarse en ese punto. A su espalda, la figura del león muestra sus colmillos con fiereza y mira iracundo al enemigo. Incluso algunos destellos eléctricos se destellan en el brillante puño de Aioria, y su cabello se eleva debido al tremendo poder.  -¡LIGHTNING FANG!-  ruge con valor, mientras lanza su puño derecho, no en dirección de Bian sino contra el suelo bajo sus pies, liberando todo su poder. Al clavar su puño en la roca, el suelo tiembla ligeramente y, un instante después, miles y miles de pilares de energía dorada salen disparados del suelo mismo contra el caballo Marino; buscando impactarlo por debajo de sus pies y por debajo de su defensa e intentando desgarrarlo hacia arriba. Aquellos pilares eléctricos se crean por todo el terreno de forma aleatoria y con una velocidad impresionante, abarcando todos los flancos de Aioria. El león sabe que los ataques frontales probablemente sean bloqueados por los movimientos del General, así que el colmillo relámpago es su mejor opción. Sin despegar sus ojos de Bian, el fiero león continua su técnica ¿Podrá su ofensiva derrotar de una vez por todas al orgulloso enemigo?**

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**Es inmediato como una técnica es puesta a prueba para el general quien acumulando su poder es tomado por sorpresa y golpeado siendo asi elevado por los cielos sufriendo el doloroso ataque --Aaaa!!--  proclama en los cielos el caballo del mar quien es víctima del ataque en su ser, una poderosa habilidad "Un ataque desde el suelo...que ingenioso..." es alli cuando la propia inercia sede con el general y cae de manera brusca al pavimento de la explanada del Pacífico Norte quebrando parte del mismo y sectores de su escama marina quedan regados a su alrededor, el yelmo que cubre sus castaños cabellos sale disparado rebotando ante cada impacto al suelo, muestras de sangre salen de sus labios y sectores libres de la protección de la sólida y resistente armadura --Maldición...--susurra Bian quien poco a poco da prueba a su tenacidad y reincorporación propia de un general marina. En su reposición su cosmoenergía se refleja similar a segundos antes de ser impactado, la cólera del Hipocampo ha despertado, la ira de sus iris es notable junto al desprecio que le muestra al león dorado.**

**A pesar de que el ataque es positivo, no tiene los resultados esperados. Aioria no despega la mirada de su herido rival, y recupera su postura de combate. La luz dorada no deja de brillar a su alrededor, y cada instante adquiere más fulgor y fuerza. Su cosmos arde con la batalla. El fiero león no teme a la ira del Marino, y está dispuesto a enfrentarlo hasta la muerte. La fisionomía de Aioria comienza a destellar pequeños relámpagos eléctricos, y el suelo bajo sus pies comienza a desgarrarse poco a poco. La imagen del león a su espalda aún no se desvanece, y mira fiero al enemigo. -¡Es hora de acabarte, Bian!- exclama mientras emprende una carrera en dirección de su herido rival. Su puño derecho comienza a brillar con fuerza y la energía eléctrica comienza a arremolinarse en este punto. Aprovechando los golpes recibidos, el león busca una apertura en la defensa del Caballo Marino. Al estar a una corta distancia Aioria lanza a una tremenda velocidad, cercana a la de la luz, su brillante puño de oro cargado de poder al estómago del enemigo, buscando descargar su cosmos eléctrico dentro del enemigo. Sin dar cuartel ni por un instante, el golpe busca despedazar la escama así como derrotar de una vez por todas al enemigo. ¿Podrá el zarpazo del león vencer al General del Pacífico Norte?**

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