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" Para crear una paz verdadera... los humanos debemos volvernos.... ¡INMORTALES!"

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**Estruendosos y numerosos pasos se dejan escuchar por todo lo largo y ancho de los territorios Athenienses, ahí donde la esencia de la Diosa de la sabiduría reposa como guardiana del globo terreno y de todo lo que en él habita, pasos de aquellos que una vez cada dos siglos regresan a la vida en un arcaico pacto  que ofrece sus vidas al Dios y señor dueño de toda inmortal esencia, Hades… El foco de atención se centra ahora pues a los pies del monumental coloso que da imagen en piedra tallada a la misma Diosa Athena, la cual encuentra su refugio en la cumbre del santuario… Un pútrido hedor se hace presente en la escena, desdeñosos sentimientos y estremeceros se manifiestan en su compañía y toda aquella forma de vida silvestre pareciera perecer en la aparente nada; es pues que un par de metálicos pasos se desprenden del resto, tomando particular protagonismo -No nos iremos de este lugar hasta encontrar la sangre de Athena, busquen por todos los rincones de este ya casi muerto santuario…- expone una voz varonil que mantiene su paso hacia la estatua de la Diosa regente de Grecia, al tiempo que entre los opacos rayos del sol casi extinto en aquel día una peculiar figura se hace presente, purpúreos destellos que se desprenden de la protección que tan orgullosamente ostenta un casco que cubre perfectamente su cabeza y parcialmente su rostro, brindándole cierto aire de misterio, a sus espaldas pues dos pares de figurados pétalos y hojas que dan vida a aquella criatura mística que le da su nombre -..Así lo ha ordenado Radamanthys-sama- anexa con seguridad sin detener su paso hacia aquella gigantesca estatua de Athena**

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*…Más allá de las 12 casas, donde la diosa descansa desde tiempos remotos y después de incalculables sacrificios en pos de la humanidad, dicho sitial ahora se descubren en total desolación a causa de las innúmeras batallas contra las fuerzas de la lobreguez. Ni el mas sacro de los terráqueos esta a salvo de la estampa de un grupo de espectros quien han osado profanar dicha santidad al sitiarse con gran decisión y procurando enfocar sus esfuerzos en la búsqueda de un importantísimo elemento tal como lo menciona quien pareciera liderar las tropas. Alejado de todo esta situación, frente a la colosal manifestación terrenal de la diosa de la guerra, una solitaria figura masculina permanece correctamente sentado frente a la estatua, de él se puede distinguir alongadas túnicas que cubren gran parte de su corporeidad, mas en otras, la oscuridad y la frialdad de las corazas de los guerreros de los muertos reluce pálidamente -… Ya van muchos atardeceres desde la ultima vez que estuve frente a ti…- murmura con serenidad mientras los últimos rayos de febo que reflejan en el ojo que sus cabellos permiten apreciar -… demasiados….- finiquita mientras el barullo de sus seudo camaradas le anuncia la proximidad de estos... *

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" Para crear una paz verdadera... los humanos debemos volvernos.... ¡INMORTALES!"

*…Alzando con suavidad la visual, el ancestral guerrero atiende con cierto desagrado pero amparado bajo un manto hierático digno de un peleador que ah visto innumerables veces el atardecer tras las montañas atenienses las estupideces que el esbirro de la oscuridad escupe -… jm…- enuncia escuálidamente al instante que logra ponerse de pie, y sin darle la menor importancia a la presencia del espectro a la tropa que le secundan, el reservado guerrero revivido solo manifiesta a las palabras del espectro frente a si con una fría mirada y una ligera sonrisa para luego voltear y avanzar con serenidad hacia los pies de la gran estatua de minerva, donde posa su diestra en sus pies -…La inteligencia y el raciocinio de los espectros solo se limitan a ver la traición en todo lugar…- murmura mientras sus dedos recorren la textura de la estatua para luego voltear levemente su rostro, permitiendo que su único orbe visible se clave en la estampa del espectro -… Que lamentable es contar con el don de la inmortalidad si se es un verdadero tonto que no reconoce la magnificencia del día a día…- finaliza retornando su atención a la colosal representación al unísono que una fuerte brisa azota su efigie meciendo sus oscuros hábitos, mas al pasar por el cuerpo del misterioso espectro, miles de partículas brillantes se acoplan al pasar de Eolo - ¿Que puede saber un asqueroso ser que vive entre tinieblas de la belleza de un atardecer?… - *

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" Para crear una paz verdadera... los humanos debemos volvernos.... ¡INMORTALES!"

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**En aquel momento una sutil sonrisa se dibuja en los labios del espectro, moviendo sus brazos delicadamente modificando el rumbo de aquellos figurados pétalos que por obra de su propia voluntad revolotean hasta desvanecerse en pequeñas esporas cósmicas haciendo gala de aquella mítica joven que le da nombre -Aprecia mucho más su belleza aquel que carece a la vista de un diario atardecer y aun más aprecia la magnificencia de la efímera existencia aquel que está condenado a vivir eternamente, que es totalmente consciente de este infinito ciclo que a todos absorbe al llegar el momento- acota el espectro de la flor de mandrágora, quien mantiene su cuerpo rodeado de tan hermosa y armoniosa aura;  tiempo en el que el pútrido olor a muerte y a dulce esencia del desdén se adueñan por completo de la escena -Y dime si no es una traición lo que se manifiesta ante mis ojos ¿Qué intenciones tienes al obstruir mi camino? Dudo mucho que solo quieras contemplar la total caída de este santuario- cuestiona al tiempo que su sonrisa se amplía aún más**

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