El inframundo, el mundo gobernado por Hades, el dios del infierno. Lugar lleno de tristeza y falta de luz, la oscuridad parece ser el adorno perfecto para aquel sitio donde todas las almas de aquellos quienes en vida fueron pecadores... Los gritos, en cada uno de los sitios de éste enorme sitio siempre están presente irrumpiendo la paz que el señor del inframundo necesita para sí... Aunque, ninguno de los espectros a sus servicios conoce su personalidad, se sabe que tras una enorme cortina transparente que yace en Giudecca, el templo del pecado, se encuentra aquel ser, dios de dioses, emperador de todas aquellas almas que en vida empiezan a perderse.

Detrás de toda esta ordalía, se encuentran los tres jueces del Infierno que junto con Pandora-Sama se encargan de mantener todo el sitio en orden, Minos, Radamanthys, y Aiacos. Éste último se presenta como primera persona al llamado de Pandora, quién le ha tele transportado a aquél sitio. La sombra generada por la luz de aquella gran cortina no permite a Aiacos visualizar totalmente la silueta detrás de éste montn del telas blancas.

 

-Pandora Sama...!-

 

Agrega una voz ostentosa cuya figura se refleja a la luz de su frente... Su armamento, de un color violáceo oscuro que combina con aquellos cabellos azules oscuros y sus ojos... Sin darse cuenta que a posterioridad en aquel recinto, el sillón vacio del Rey ha sido ocupado y esta a la espera de darse en presentación a él, y a sus demás compañeros, quienes aún no arriban Giudecca...

 

 

-Hades Sama... Jamás le había visto de tan cerca-

 

Susurra éste, aún manteniendo una distancia larga hacia aquel sillón en el cual se enfoca ahora~

**El silencio abrumador reina en aquellos parajes desolados y tétricos donde yacen las almas deambulando eternamente sin un destino determinado, es ahí donde un sujeto el cual parece entretenido con unos cuantos de aquellas entes -jajaja vamos bailen y sufran es lo que merecen por sus pecados en vida- dictamina como si este tipo diera una dura sentencia a aquellos pobres e indefensos seres antes llamados personas, personas las cuales arrojan un desgarrador grito de agonía y dolor, así mismo aquel hombre vuelve a hablar con voz prepotente y determinante -jhm siéntanse honrados de sentir el castigo del gran Minos de Griffon jajajaja- sonríe y se regodea en felicidad por el sufrimiento carnal de aquellos que castiga, mientras una extraña sensación le llama la atención, -pero... que sucede...- se cuestiona con intriga mientras sonríe sádicamente, así mismo el juez comienza a sentir una extraña fuerza de atracción la cual tele transporta al guardián de Ptolomea y juez del inframundo a la ultima esfera más exactamente a Giudecca ahí donde reside el palacio de Hades.

Al ver el lugar donde ha sido mandado el griffo esboza una sonrisa y una mirada la cual queda en incógnita por su cabello -así que...el palacio de mi señor- tras ese monologo el juez se adentra mas y mas dando fuertes y seguros pasos los cuales hacen eco en el estrecho corredor mientras para llegar a la habitación donde siente el llamado una puerta le espera... puerta la cual se abre como si lo esperara desde hace ya mucho tiempo -Señorita Pandora, Señor Hades- dice con un tono firme y seguro pero remarcando el gran respeto hacia los dos antes mencionados, mas aun viendo a una tercera persona en particular la cual se encuentra con el ahí, el juez de antenora Aiacos de Garuda el Griffo no le toma importancia mientras su hablar lleno de confianza vuelve a escucharse -Señor Hades, ¿Cómo puedo complacerle? ¿Cuál es su mandato mi señor?-  así tras esas palabras reverencia hacia la dirección del emperador postrando una rodilla en el suelo por breves segundos mientras retoma su postura ubicándose cerca de su hermano mitológico**

Minos de Griffo

** Tras aquellos enormes y delicados cortinajes se logra divisar la esbelta figura de la vocera del inframundo quien yace de pié entre los dos jueces y el ser que se encuentra sentado en el trono al fondo de la habitación lo que impide ver en su totalidad a este - Radamanthys... - Susurra molesta ante la ausencia del tercer juez mientras entrecierra sus ojos los cuales podrian matar con solo esa mirada llena de ira, sentimiento que la va invadiendo y que hace temblar su cuerpo levemente, rapidamente intenta mantener la postura y voltear el niveo rostro hacia el emperador - Mi señor Hades, lamento mucho esta demora, si me permite, mandaré a llamar al Juez de Caina para que se presente ante usted como es debido, no permitiré que esto vuelva a ocurrir, será castigado ejemplarmente - tras estas palabras la joven da una ultima mirada hacia los jueces que ubican arrodillados frente a ella tras los cortinajes - tu tambien Minos, tu demora me ha irritado, veré que hacer contigo despues de encargarme de Radamanthys - el suave sonar de los tacones de Pandora alejandose se va esfumando de la habitación dejando aparentemente solo a los jueces y al Dios de la muerte**

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**La interminable espera del tercer juez del infierno en presentarse se hace interminable, hasta que un toque metálico es producido en la habitación, al contacto de las botas del Kyoto de Caína con el marmolado piso, quedando el poderoso Wyvern en frente de lo que se distingue como la presencia del verdadero emperador - Lamento mucho la demora mi Señor... - se le oye decir mientras se hinca ante al soberano del averno, sosteniendo su pronunciado yelmo a un lado de su cuerpo mientras sus doradas orbes permanecen sumidas en la caída de su cabellera, con la incertidumbre de saber que ah hecho lo correcto en velar por el bien de su dios, pero también siendo consciente del castigo que bien podría recibir por la espera este. Es así como sin objetar mas palabras, el juez de Caína no presta en absoluto su atención para con quienes permanecen relativamente cerca el, quedando a la espera en silencio mortífero de quien ah demandado su presencia**

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     Wyvern Radamanthys ~ SSNextGeneratión                                                                       Insectos como ustedes me dan aunque sean el enemigo¨

**Es luego de un breves momentos de silencio, para que el recién llegado Kyoto tome la palabra, en una muy reverente interrupción, - ...Señor, la señorita Pandora, no se encuentra en estos momentos...- profiere ante la ausencia de la heraldo representante del Dios de bajo mundo - ...Nosotros los tres jueces de averno estamos aquí... habidos a lo que mi señor disponga - profiere con ambas orbes cerradas hincado ante la magna presencia del dios todo poderoso hermano de Zeus, para luego no tardar en continuar - Seremos nosotros quienes velemos porque no haya nadie en absoluto que ose perturbarle.. - finaliza el dragón infernal mientras levanta solo su mirada hacia el emperador, esperando escapar a su percepción, esto por el temor de la respuesta que este pueda tener**

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Wyvern Radamanthys ~ SSNextGeneratión  ¨ Insectos como ustedes me dan aunque sean el enemigo¨

** Luego de las palabras del Kyoto, la oscura doncella vuelve al lugubre y silencioso escenario, con el blanquesino rostro bajo ante el poder que ejerce aquel dios sobre su persona. Al situarce a su lado diestro se inclina levemente hacia la corporeidad del regente - Si mi señor Hades? - responde con aquella melosa voz que solo utiliza ante su superior y antes de esperar respuesta dirige su fria y dura mirada hacia el tercer y ultimo juez en llegar "mas vale que tengas una buena escusa Radamanthys" menta como si pudiera transmitirle sus pensamientos a aquel juez, advirtiendole de lo que le espera, mas guia nuevamente su oscura mirada hacia el piso, completamente dispuesta ante los deseos de su emperador - estoy para servirle - continua esperando las nuevas ordenes del dios del inframundo**

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