**La acción se centra en la prisión más grande de todas, donde purgan condena un indefinido numero de seres despreciables, mismo lugar en donde una presencia avasallante y aparentemente confiada de su poder se desplaza. Cuando de pronto rompiendo repentinamente con el esquema de fúnebre quietud, un ensordecedor gruñido acapara estruendosamente la escena, extendiéndose por todos los confines de la séptima prisión, como el rugido propio de un dragón infernal para abrumar a su indefensa presa, como antesala a su inevitable fenecer**
Wyvern Radamanthys