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Resposta  Mensagem 1 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD  (Mensagem original) Enviado: 02/05/2011 03:52

Enviado: 28/06/2009 21:20

 

El encuentro con la palabra de Dios nos lleva a reflexionar

sobre nuestra mision , comportamiento y fe,  aqui dejare unas reflexiones

sobre  ella, el estar cerca de el, el hacerlo dueno de nuestra alma

el que haya dejado a su hijo derramar su sangre , por nosotros

nos hace perdonar nuestras faltas

Espero , la conversion real autentica en la gracia de Dios

gracias mis gaviotas

  

 

 

  



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Resposta  Mensagem 16 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 04:09

DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO

Iglesia de Dios

1Cor  1,1-3

A partir de hoy, durante los próximos domingos, leeremos la primera carta a los corintios. Intentaremos recoger algunas de las indicaciones que San Pablo hace a esta joven comunidad, llena de vitalidad, pero también con problemas y dificultades de crecimiento. Esas indicaciones, el Espíritu Santo nos las hace también a nosotros hoy.

«Llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios». Llama la atención la profunda conciencia que San Pablo tiene de haber sido llamado personalmente al apostolado. Si ha recibido esta misión no es por iniciativa suya, sino por voluntad de Dios. Por eso la realiza en nombre de Cristo, con la autoridad del mismo Cristo, como embajador suyo (2 Cor 5, 20). También nosotros hemos de considerarnos así. Cada uno ha recibido una llamada de Cristo y una misión dentro de la Iglesia para contribuir al crecimiento de la Iglesia. Debe sentirse apóstol de Cristo Jesús, colaborador suyo, instrumento suyo (1 Cor 3,9).

«A la Iglesia de Dios». Cualquier comunidad, por pequeña que sea, es Iglesia de Dios. Así debe considerarse a sí misma. Esta es nuestra identidad y a la vez la fuente única de nuestra seguridad: somos Iglesia de Dios, a Él pertenecemos, somos obra suya, construcción suya (1 Cor 3,9). No somos una simple asociación humana.

«A los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos». Es casi una definición de lo que significa ser Iglesia de Dios: Los santificados llamados a ser santos. Por el bautismo hemos sido santificados, consagrados; pertenecemos a Dios, hemos entrado en el ámbito de lo divino, formamos parte de la casa de Dios. Pero este don conlleva el impulso, la llamada y la exigencia a «completar nuestra consagración», a «ser santos en toda nuestra conducta». Esta es la voluntad de Dios (1 Tes 4,3). La Iglesia es santa. La santidad es una nota esencial e irrenunciable de la Iglesia. Si nosotros no somos santos, estamos destruyéndonos a nosotros mismos... y estamos destruyendo la Iglesia. (FGD)

 

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 65, 4

Toda la tierra se postra ante ti, Señor, y canta en tu honor, en honor de tu nombre.

ACTO PENITENCIAL

·       Cordero de Dios, que llevas la salvación lasta los confines de la tierra. Señor, ten piedad.

·       Cordero de Dios que nos llamas a ser santos. Cristo, ten piedad.

·       Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Señor, ten piedad.

Se dice Gloria a Dios.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que gobiernas el cielo y la tierra, escucha las súplicas de de tu pueblo y concede tu paz a nuestro tiempo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA Is 49, 3-6

Lectura del libro de Isaías.

El Señor me dijo: -Tú eres mi Servidor, Israel, por ti Yo me glorificaré -. Pero yo dije: - En vano me fatigué, para nada, inútilmente, he gastado mi fuerza -. Sin embargo, mi derecho está junto al Señor y mi retribución, junto a mi Dios. Y ahora, habla el Señor, el que me formó desde el vientre materno para que Yo sea su Servidor, para hacer que Jacob vuelva a él y se le reúna Israel. Yo soy valioso a los ojos del Señor y mi Dios ha sido mi fortaleza. Él dice: - Es demasiado poco que seas mi Servidor para restaurar a las tribus de Jacob y hacer volver a los sobrevivientes de Israel; Yo te destino a ser la luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los confines de la tierra - .

Palabra de Dios.

COMENTARIO

El - canto del siervo - que la liturgia nos acerca en este día nos presenta la elección de parte de Dios de un personaje, que puede ser misterioso a primera vista. Israel siempre ha interpretado este canto aplicándolo a sí mismo. Es el mismo pueblo, elegido por Dios, para anunciar al resto del mundo lo que Dios ha hecho, hace, y hará por su intermedio.

SALMO Sal 39, 2. 4. 7-10

R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Esperé confiadamente en el Señor: Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Puso en mi boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. R.

Tú no quisiste víctima ni oblación; pero me diste un oído atento; no pediste holocaustos ni sacrificios, entonces dije: -Aquí estoy--. R.

En el libro de la Ley, está escrito lo que tengo que hacer: yo amo, Dios mío, tu voluntad, y tu ley está en mi corazón. R.

Proclamé gozosamente tu justicia en la gran asamblea; no, no mantuve cerrados mis labios, Tú lo sabes, Señor. R.

SEGUNDA LECTURA 1Cor 1, 1-3

Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.

Pablo, llamado a ser Apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, saludan a la Iglesia de Dios que reside en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús y llamados a ser santos, junto con todos aquéllos que en cualquier parte invocan el nombre de Jesucristo, nuestro Señor, Señor de ellos y nuestro. Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Palabra de Dios.

COMENTARIO

Como en la mayoría de sus saludos a las comunidades, Pablo se define como apóstol de Jesucristo. Él no fue llamado por Jesús mientras éste vivía, sin embargo, su vocación es claramente un llamado de Cristo resucitado, que lo ha elegido para anunciar, primero a los judíos y luego a los paganos, la salvación de Dios. Por eso, aunque no perteneció al grupo de los Doce, él mismo se considera apóstol, es decir, enviado de Dios.

ALELUYA Jn 1, 14. 12

Aleluya. La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. A todos los que la recibieron les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios. Aleluya.

EVANGELIO Jn 1, 29-34

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.

Juan Bautista vio acercarse a Jesús y dijo: “Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. A él me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que él fuera manifestado a Israel. Y Juan dio este testimonio: “He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: - Aquél sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre él, ése es el que bautiza en el Espíritu Santo”. “Yo lo he visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios”.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

El Bautista es presentado como el –enlace-- entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Es el último de los profetas y es a quien le toca –señalar-- al Cordero, a Jesús salvador de la humanidad. Los judíos consideraban que los pecados del pueblo eran borrados con el sacrificio de un cordero en el Templo de Jerusalén. A partir de la muerte de Jesús, él paso a ser el verdadero Cordero de Dios, que ofrece su vida por la salvación del mundo entero.

Se dice el Credo

ORACIÓN DE LOS FIELES

 A cada intención, pedimos: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

·       Para que la Iglesia pueda cumplir su misión de ser la luz de las naciones Oremos.

·       Para que los que trabajan por una sociedad más justa se sientan servidores de Dios. Oremos.

·       Para que los que sufren por sus pecados encuentren el rostro misericordioso del Cordero de Dios. Oremos.

·       Para que todos nosotros asumamos nuestra vocación de servidores llamados a la santidad. Oremos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, participar dignamente de estos misterios, pues cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo nuestro Señor.

PREFACIO DOMINICAL DURANTE EL AÑO

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 22, 5

Tú preparas ante mí una mesa, y mi copa rebosa.

O bien: 1 Jn 4, 16

Nosotros conocemos el amor que Dios nos tiene y creemos en él.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Infunde en nosotros, Padre, tu espíritu de amor, para que, saciados con el único Pan de vida, permanezcamos unidos en la misma fe. Por Jesucristo nuestro Señor

 


Resposta  Mensagem 17 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 04:10

 

“El es el Hijo de Dios”

Jn 1, 29-34

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

 

1.                 JUAN BAUTISTA, “EL PRECURSOR”, LO RECONOCE COMO EL MESÍAS

A través de todos los tiempos los profetas habían hablado de él, sin embargo, hubo uno de un carisma exclusivo, Juan Bautista, “el precursor”, el lo reconoce como el Mesías, y lo presenta como, “el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”, y dice que el ha visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre El y lo muestra como “ése es el que bautiza en el Espíritu Santo”.

Para Juan evangelista, la obra principal de Jesús consiste en “quitar el pecado del mundo”. Y el gran pecado es rechazar la Luz que ha venido al mundo para iluminar a todos los hombres (Jn 1,9). En efecto, rechazar a Cristo es el mayor y único pecado.  Jesús cumplirá esta magna obra de reconciliación entre Dios y el hombre porque él mismo es Dios. Es así como lo expresa además es Evangelio, donde en la escena del bautismo nos muestra la presencia del Espíritu, que desciende del cielo en forma de paloma sobre Jesús y permanece sobre El.

2.                 ESTE ES EL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO

Relata el Evangelio: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. A éste me refería yo cuando dije: “Detrás de mí viene uno superior a mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que El fuera manifestado a Israel”.

Este es el Segundo testimonio oficial mesiánico del Bautista ante un grupo de sus discípulos, comienza el relato diciendo que Juan Bautista vio acercarse a Jesús, que por esos días vivía en las proximidades del Jordán, “Esto ocurrió en Betania, al otro lado del Jordán, donde estaba Juan bautizando”. (Jn 1,28). Se piensa esto porque no dice que haya cambiado de lugar y el evangelio relata que al día siguiente ve venir a Jesús hacia el. Estas son las primeras actividades de Jesús desde el primer testimonio de Juan; “Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros está uno a quien no conocéis, que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle la correa de su sandalia” (Jn 1,27), hasta el primer milagro en las bodas de Cana (2:1-11).

¿A qué concurrencia se dirige? No se precisa, pero en todo caso no es la comisión venida de Jerusalén la que ya desapareció de escena, “cuando los judíos enviaron donde él desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle: ¿Quién eres tú? (Jn 1,19). Los discípulos del Bautista, ante los que también va a dar testimonio, entran explícitamente en escena más tarde (Jn 1, 35). Es posible que sean parte de las afluencias que venían a él para ser bautizadas; “Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la región del Jordán, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.  (Mt 3, 5-6). En todo caso, el tono íntimo, expansivo, gozoso que usa, en fuerte contraste con las secas respuestas a los representantes del Sanedrín (Jn 1, 20-21), hace pensar que sitúa la escena en un asistencia simpatizante y probablemente reducida.

1.                 ¿PORQUE SE LLAMA AQUÍ A CRISTO EL CORDERO DE DIOS?

Viendo el Bautista que Jesús se acerca en dirección a él, aunque podría referirse al momento en que Cristo se acerca para recibir el bautismo, y posiblemente después del mismo bautismo, hace ante esta asistencia otro anuncio oficial de quién es Cristo, diciendo: “Este es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo.”

Esta frase, de gran importancia mesiánica, nos motiva a preguntarnos, ¿Qué significa aquí, o por qué se llama aquí a Cristo el Cordero de Dios? o ¿Y en qué sentido quita el pecado del mundo? ¿Por su inocencia, por su sacrificio, o en qué forma?

En primer lugar conviene precisar que el verbo usado aquí por quitar significa estrictamente quitar, esto es, hacer desaparecer, y no precisamente llevar, Pero la razón más decisiva es su paralelo conceptual con la primera epístola de San Juan: “Sabéis que Cristo apareció para quitar los pecados” (1 Jn 3:5).

Cristo aquí es, pues, presentado como el “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Puede ser que el Bautista querría referir así a Cristo al cordero pascual que era el símbolo de liberación del pueblo de Israel.

Como sabemos, el cordero era la victima común en todo sacrificio oficial o particular, así es como el cordero pascual era un verdadero sacrificio, de allí que Juan considera al cordero como un símbolo de redención y sacrificio por los pecados.

2.                 CRISTO SE OFRECIÓ POR LOS PECADOS DE TODOS

Podemos pensar además se refiere al Siervo de Yahvé de Isaías, que va a la muerte como cordero llevado al matadero, que llevó sobre él los pecados de los hombres: “Como un cordero al degüello era llevado”(Is 53:6-8). Del mismo modo querría indicarse la inocencia de Cristo. El cordero, como símbolo de inocencia, es usado en estas circunstancias; “con una sangre preciosa, como de cordero sin tacha y sin mancilla, Cristo”,  (1 Pe 1:18). Además, se pone esto en función de la primera epístola de San Juan, donde se dice: Sabéis que (Cristo) apareció para quitar los pecados y que en El no hay pecado” (1 Jn 3:5).

Cuando asistimos a la celebración de la eucaristía, oímos antes de la comunión: “Este es el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo”, y así fue como sucedió, Cristo se ofreció por los pecados de todos, en especial los nuestros, por todo lo que ofende a Dios, por ese mundo que vivimos a diario, por el sacrificio de ese Cordero, sacrificado en la cruz, Jesucristo.

En la primera epístola de San Juan además dice: Todo el que permanece en El, no peca; y todo el que peca, ni le ha visto ni le ha conocido” (1 Jn 3:5-6). Y luego nos  hace ver aún más profundamente el modo cómo ejercerá Cristo, el Mesías, esta obra de purificación de pecado para lograr la plenitud de la santidad. “Quien ha nacido de Dios no peca, porque la simiente de Dios está en él” (1Jn 3:9).

3.                 Y NO HABRÁ EN ÉL PECADO ALGUNO

Esto es lo que se lee en el libro apócrifo del Testamento de los doce patriarcas en uno de los relatos: “Después de estas cosas, un hombre será suscitado de su raza, como el sol de justicia, y no habrá en él pecado alguno. Y los cielos se abrirán sobre él, derramando el Espíritu, la bendición del Padre Santo; y él mismo derramará sobre vosotros el Espíritu de gracia, y vosotros seréis por él hijos en verdad, y caminaréis en sus mandamientos, desde el primero al último”.

Tanto interpretando esta frase a la luz del mismo San Juan, evangelio y primera epístola, como en función del Antiguo Testamento y ambiente pre-cristiano del judaísmo, se ve que esta obra de Cristo es obra, al menos en un sentido directo, no de expiación, sino de purificación y santificación de los seres humanos, por obra del Mesías, al comunicarles el Espíritu, del que El está lleno y sobre el que reposa.

Jesucristo bautiza al mundo en el Espíritu, comunicándole la Vida, de este modo es antítesis del pecado.

4.                 ES EL QUE BAUTIZA EN EL ESPÍRITU SANTO

Los evangelios, nos hablan del Bautismo en Espíritu y de Fuego, contraponiendo al bautismo del Bautista, con agua, lo que pretende dar a entender que será el Espíritu de Dios quien les hará tener una vida nueva mas justa y mas santa; la obra del Espíritu en los hombres es obra de purificación por una parte y por otra de santificación.

De este modo, no debemos descuidar nuestra devoción al Espíritu Santo, más aún si sabemos que de El vine la Vida, la verdadera Vida, la Vida de Gracia.

Relata este Evangelio: Y Juan dio testimonio diciendo: Yo he visto que el Espíritu bajaba desde el cielo como una paloma y permanecía sobre él. Yo mismo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquél sobre quien veas que baja el Espíritu y permanece sobre él, ése es quien bautizará con Espíritu Santo”.

1.                 “DETRÁS DE MÍ VIENE UNO QUE PASÓ DELANTE DE MÍ, PORQUE ERA ANTES QUE YO”

Juan Bautista ha conocido la divinidad de Jesús, al conocer su pre-existencia. También Juan era una persona predestinada ya antes de nacer. De aquí el destacarse que Cristo es de quien dijo el Bautista: “Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo”

Aunque el seguir a otro es condición de inferioridad, aquí sucede al revés; pues si Cristo vino temporalmente, en su ministerio público, después del Bautista, sin embargo, lo sobrepasó, no sólo por su ministerio, sino también porque era primero que él por su preexistencia, por su dignidad, pues el Bautista se confesó indigno de prestarle servicios de esclavo: “a quien yo no soy digno de desatarle la correa de su sandalia,” (Jn 1, 27)

2.                 EL ELEGIDO DE DIOS

El Bautista, dotado de un prestigio excepcional, dio testimonio de Cristo, diciendo que él era su precursor. Y él, al ver cumplirse la señal del cielo, lo proclamó “el Elegido de Dios,” (Jn 1,34), que es el Mesías, con la evocación Isaiana del “Siervo de Yahvé,” sobre el que estaba el Espíritu, posando sobre El, y acusando así la plenitud de sus dones en el Mesías.

Y el Bautista, con su bautismo, vino a ungir mesiánicamente a Cristo, al tiempo que lo presentó oficialmente a Israel. Y a este fin redacta así esta sección el evangelista. “Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que El fuera manifestado a Israel”. Y que Juan era el Elías, ambientalmente esperado, tenía a su favor en la catequesis primitiva las mismas palabras de Cristo, quien, hablando del Bautista, dijo: “Y si queréis oírlo, él es Elías, que ha de venir” (Mt 11:14).

Y en Cristo Mesías también se cumplían las concepciones circunstanciales de la época. Hasta su vida de ministerio público, Cristo había vivido en Nazaret y Cafarnaúm, en una vida socialmente oscura y desconocida para todos. Tanto, que el evangelista recoge las palabras del Bautista, que dice aquí: “Yo no le conocía”. Y en el pasaje anterior dice: “En medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis”. Ya vivía entre ellos, pero aún les era desconocido como Mesías.

Los que invocan en cualquier lugar el nombre de Jesucristo, que es Señor suyo y nuestro, gracia y paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor. (1 Cor  1, 2-3)

El Señor les Bendiga

   Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

ÉL SALVARÁ A SU PUEBLO DE LOS PECADOS, ES EL QUITA LOS PECADOS DEL MUNDO

El texto evangélico muestra la peculiar vocación de Juan, ser el precursor y mensajero que anuncia la presencia de Jesús. El Bautista no se limita a una testimonio físico “está aquí, es aquél de allí”. Ofrece un cuadro teológico de profundo espesor. Esto significa que toda verdadera vocación, incluida la nuestra, antes de ser testimonio externo, es descubrimiento interior de la realidad de Cristo. Él es “el Cordero que quita el pecado del mundo”. Él carga con nuestras miserias y transforma la iniquidad en santidad. En él, todos podemos esperar un nuevo nacimiento, del agua y del Espíritu, para construir una sociedad donde la fraternidad sea el estatuto y el amor la única regla de convivencia.

En Cristo, con Cristo y por Cristo, tiene especio y sentido en nuestra vocación; conservamos la propia originalidad, que debe desarrollarse autónoma y completamente; encontramos el tiempo y el modo apropiado para relacionamos con Dios. Insertados en Cristo, el bautizado se realiza en la singularidad exclusiva de su ser y en la comunión de una humanidad que, con Cristo, camina al encuentro del Padre para rendirle eterna alabanza.

Tú eres en verdad el único Señor; tú, cuyo dominio sobre nosotros es nuestra salvación, y nuestro servicio a ti no es otra cosa que ser salvados por ti. ¿Cuál es tu salvación, Señor, origen de la salvación, y cuál tu bendición sobre tu pueblo, sino el hecho de que hemos recibido de ti el don de amarte y de ser por ti amados? Por esto has querido que el Hijo de tu diestra, el hombre que has confirmado para ti, sea llamado Jesús, es decir, Salvador, porque “él salvará a su pueblo de los pecados”

 

ORACION (3)

 

Para que tuviéramos la luz, te hiciste ciego.

Para que obtuviéramos la unión, experimentaste la separación del Padre.

Para que poseyéramos la sabiduría, te hiciste “ignorancia”.

Para que nos revistiéramos de la inocencia, te convertiste en “pecado”.

Para que esperáramos, casi te desesperaste.

Para que estuviera Dios en nosotros, lo sentiste lejos de ti.

Para que fuera nuestro el cielo, sentiste el infierno.

Para darnos una apacible morada en la tierra entre cientos de hermanos, fuiste excluido del cielo y de la tierra, de los hombres y de la naturaleza.

Eres Dios, eres mi Dios, nuestro Dios de amor infinito.

(Chiara Lubich, «Perché fosse nostro il cielo», en Citta Nuova, 1975/3, p. 35).

 


Resposta  Mensagem 18 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 04:11

-¡A vino nuevo, odres nuevos!-.

Mc 2, 18-22

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

 

1.      LAS LEYES DEL ANTIGUO TESTAMENTO, CADUCAN CON SU VENIDA

En el Evangelio, Jesús con suficiente claridad nos hace ver que las leyes del Antiguo Testamento, caducan con su venida para iniciar algo nuevo, un Nuevo Testamento, una nueva Ley, una nueva vida. Todo esto requiere un nuevo espíritu, un cambio de mentalidad, caen entonces las antiguas prescripciones y surge la nueva, le ley de amor.

Con motivo de los ayunos supererogatorios que practicaban los discípulos del Bautista y de los fariseos, acaso para acelerar la venida del Reino, practicados por la legislación farisea dos veces en la semana, Cristo expone una importante doctrina. Sus discípulos no pueden ayunar, porque se está en el período de las “bodas” mesiánicas. Es hora, pues, de alegría. La “boda,” en lenguaje simbólico oriental, es imagen de salvación. “Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su novia se ha preparado”. (Ap 19:7).

2.      EXPONE JESÚS LAS METÁFORAS DEL “PAÑO O GENERO” Y DEL “VINO NUEVO.”

A fin de hacer ver algo absurdo en el obrar, expone Jesús las metáforas del “paño o genero” y del “vino nuevo.” No condena las prácticas de los ayunos que se alegan. Pero sí el espíritu farisaico de los mismos. La Nueva Ley tiene un nuevo espíritu. Sus discípulos, imbuidos en él, no están sometidos ni han de copiar lo viejo. La plenitud de él y del Evangelio rompería la vieja “tela” y los “odres” del Viejo Testamento. Que los dejen gozar del nuevo espíritu. Y si los fariseos ayunaban también para acelerar la hora mesiánica, los discípulos de Cristo no han de ayunar, sino gozarse con su presencia. Ayunarán luego, cuando el mesianismo, que no era como el esperado por los fariseos, les quite la presencia sensible del Mesías y vengan a su reino horas de dolor.

Los escribas y fariseos, se han hechos ellos mismo su mala fama y como siempre acostumbran a dirigir palabras en las que se expresa el deseo de que alguien sufra algún daño, es así como atacan ahora a Jesús directamente diciendo: -- ¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?--. El ayuno es un elemento esencial de la vida piadosa de los judíos; éstos practican no sólo el ayuno, sino también la oración (Lc 11,1), como les había enseñado Juan Bautista (Lc 11,1). Con esta crítica ellos quieren presentar a los amigos de Jesús como discípulos permisivos, amigos dados a comer, beber y a banquetear.

3.      ¿ACASO LOS AMIGOS DEL ESPOSO PUEDEN AYUNAR CUANDO EL ESPOSO ESTÁ CON ELLOS?

Jesús responde a este juicio sobre sus discípulos, recordándoles que, cuando se está de boda, los rabinos no sólo eximían del ayuno a los amigos del novio, sino que éstos estaban obligados a interrumpirlo. Es así como les pregunta y les contesta: “¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo. Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán."

El evangelista compara a Jesús con un novio, el tiempo presente con una fiesta de bodas, y los discípulos con los invitados a la fiesta. En estas circunstancias el ayuno queda prohibido y no hay lugar para la tristeza. Les hizo además esta comparación de que nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque se romperá el nuevo, y el pedazo sacado a éste no quedará bien en el vestido viejo.

4.      PRÁCTICAS DE AYUNO Y ORACIÓN

Siempre el ayuno fue considerado, como un medio de purificación espiritual, es así como Jesús nos enseño que ciertos demonios solo se expulsan con la oración y el ayuno (Mt 17, 21). También leemos en las Sagradas Escrituras, “Proclame un ayuno, para humillarnos delante de nuestro Dios” (1Esd 8,21), por esta razón los discípulos de Juan ayunaban frecuentemente y se dedicaban a la oración, y esto es algo que nosotros debemos hacer con frecuencia.

Esto de abstenerse o privarse de comer o de beber total o parcialmente, especialmente por motivos religiosos, a muchos les parece como que ya no es usual, pero no es otro concepto, que el de comodidad, el privarse de la gula para dedicarse a la oración y a la meditación de las cosas de Dios, nunca dejará de ser una buena actitud, tal como lo es orar.

Pregunta, ¿No es bueno y hermoso que nosotros los discípulos de Jesús, nos destaquemos también por estas prácticas de ayuno y oración?

5.      EL VINO NUEVO SE PONE EN ODRES NUEVOS

Jesús continúa diciendo que tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres; entonces el vino se derramará y los odres ya no servirán más. El vino nuevo se pone en odres nuevos. Nadie, después de haber gustado el vino viejo, quiere vino nuevo, porque dice: el añejo es mejor".

Con Jesús –vino nuevo, odres nuevos- se pone fin a un largo período de la historia del pueblo judío, representado por los fariseos que se aferran a las viejas formas de una tradición basada en ayunos múltiples, y se oponen a las nuevas formas del tiempo presente de la salvación, tiempo de alegría, de amor y de fecundidad, representado por la imagen de una fiesta de bodas.

6.      ESE VINO NUEVO, ES EL HOMBRE NUEVO QUE SE FORMA EN CRISTO

Jesús ha venido a traernos una vida nueva, vida de la gracia, y esa vida nos requiere como hombres nuevos, con una nueva mentalidad, con nuevos criterios, con una nueva escala de valores, ahora debemos ver las cosas de una manera distinta, y hacer un juicio renovado de los acontecimientos. En efecto Jesús, ha venido a terminar con todo lo viejo y nos trae un hombre con un nuevo sentido de la vida, con esperanzas nuevas.

Ese vino nuevo, es el hombre nuevo que se forma en Cristo, se debe echar en odres nuevos, esto es un cambio profundo y un nuevo sistema de vida. Pablo nos dice; “Así como Jesucristo resucito en la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva” (Rom 6,4), o también como nos aclara cuando nos dice: “El que vive en Cristo es una nueva criatura: lo antiguo ha desaparecido, un ser nuevo se ha hecho presente” (2 Cor 5, 17).

No nos contentemos con lo que somos, tratemos de ser como nos enseño Jesús, “sean perfectos como es perfecto el Padre que esta en los cielos” (Mt 5,48)

El Señor les Bendiga

   Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

FIJAR LA MIRADA DE NUESTRO CORAZÓN EN JESÚS

Las dos lecturas que nos han sido propuestas constituyen una clara invitación a fijar la mirada de nuestro corazón en Jesús. El es el sumo sacerdote que, verdaderamente, puede sentir justa compasión por nosotros, dado que pagó con «con grandes gritos y lágrimas» su solidaridad con nosotros y «aprendió a obedecer a través del sufrimiento». Por eso permanece ahora siempre vivo en presencia del Padre como memorial santo y agradable a Dios por todos nosotros. Se nos ha abierto, por fin, el camino para acceder al corazón del Padre, con la certeza de que seremos escuchados más allá de nuestro deseo. En efecto, no sólo él nos representa a todos ante Dios, sino que es también la presencia viva de Dios en medio de los hombres, es el Esposo que nos hace sentar a cada uno de nosotros en su banquete de alegría y de fiesta, donde no está permitido ayunar, porque ahora está con nosotros para siempre, hasta el final de los días. Estamos, por tanto, ante una palabra que nos afecta profundamente y constituye un verdadero «evangelio», la Buena Noticia que esperábamos. Nuestra ignorancia y nuestro error -nuestro extravío- han encontrado al final a alguien que está en condiciones de darles un nombre y cambiarlos, con la certeza de que nada de cuanto es nuestro carece de valor. Dios nos ama, Dios me ama. El es quien recoge nuestras lágrimas en su odre -pues son preciosas para él- y cambia nuestro lamento en danza (cf. Sal 55,9; 29,12).

ORACION (3)

 

Señor Jesús, tu recuerdo irrumpe en la monotonía de nuestras jornadas como un toque de fiesta. Mientras a nuestro alrededor parece imperar la mordaza de un despiadado egoísmo, tú sabes decir aún la palabra que abre los corazones a la alegría y a la esperanza. Tú eres la novedad absoluta, el vino nuevo y espumoso que rompe los odres endurecidos de nuestras presuntas certezas. Hoy quisiéramos no sentirnos bien en el vestido viejo de nuestras ideas preconcebidas.

Envía de nuevo al Espíritu del Padre para que permitamos al paño nuevo y robusto de tu divina humanidad revestirnos con los vestidos de la salvación. Será el vestido festivo que nos permitirá sentarnos contigo en el banquete de bodas, saborear el vino de la alegría, comer ese pan que no tiene otra cosa sino la perpetuación de tu entrega de amor por nosotros. Haz que tengamos parte en tu mesa, conscientes del precio de los «gritos y lágrimas» que tú derramaste por nosotros. Haz que también nosotros, viviendo contigo y en el Espíritu en obediencia al Padre, llevemos a cumplimiento su designio de salvación y lleguemos a ser testigos de su amor eterno para todos los hermanos.

 


Resposta  Mensagem 19 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 04:12

“De manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado”

Mc 2, 23-28

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

 

1.      ¿POR QUÉ HACEN EN SÁBADO LO QUE NO ESTÁ PERMITIDO?”

Esta narración es uno de los pasajes que tiene una fuerte connotación bíblica, y que por ello era tan respetado entre los Israelitas el tema del sábado. La observancia de sábado era un elemento importante de la religiosidad de Israel.

El centro del mensaje de Jesús esta en el hombre, que es el que debe ser salvado, salvación que le vendrá sobre la base de sus relaciones personales con el Padre celestial, cifradas personalmente en el amor.

Esta narración es traída por los tres sinópticos. Es uno de los pasajes sinópticos de valor dogmático. Cristo, por su procedimiento indirecto, proclama su divinidad. Al justificar a sus discípulos por haber tomado y frotado contra sus manos unas espigas para comerlas en día de “sábado,” El se proclama que es señor aun del sábado. Pero, siendo el sábado de institución divina (Gen 2:23) 5, Cristo se proclama Dios.

Un sábado, en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas entre las manos, las comían. Algunos fariseos les dijeron: ¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?”

2.      JESÚS, NOS TRAE UN NUEVO MODO DE VER EL SÁBADO

Pareciera que Jesús, siempre esta contradiciendo las costumbres de los fariseos, en este caso por no decirle nada sus discípulos respecto a arrancar espigas en día sábado, que era observado por los judíos en el descanso sabático, que no solo les impedía que los campesinos trabajasen en día de sábado, se les prohibía incluso coger espigas. Sin embargo a nosotros no nos parece para nada que es así, pues son los fariseos los que acostumbran a afirmar de algo contrario a lo ya dicho, o ha negar de algo que se da por cierto que debe ser así, además para ellos, la ley es el centro de atención y para Jesús el hombre, es así, como Jesús, nos trae un nuevo modo de ver el sábado, como en todos los evangelios, que nos hace un distinta concepción de ver algo a como era la costumbre judía y nos propone un conjunto de ideas nuevas sobre ello.

Así es como Jesús les respondió: “¿Ustedes no han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus compañeros se vieron obligados por el hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió y dio a sus compañeros los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes?”.

En este caso especifico, lo hace sobre el día sábado, que pasa de día consagrado a Dios a día consagrado al bien del hombre, es así como en este día, el hombre se ha liberado del demonio, se ha curado de algún mal, porque para Jesús, la voluntad de Dios coincide con el bien del hombre, durante todo tiempo y todo día; no hay otra ley por encima de ésta.

3.      "EL HIJO DEL HOMBRE ES TAMBIÉN ES DUEÑO DEL SÁBADO".

Jesús, por lo demás, se muestra en este fragmento no como el esclavo-obediente de la orden o mandato del descanso sabático, sino como Señor del Sábado, es así como después les dijo: "El Hijo del hombre es también es dueño del sábado". Seguramente los escribas y fariseos, había añadido al libro de la Ley, observancia y prohibiciones, que pesaban en la conciencia de muchos, este es un error, considerar que el orden de la Ley es mas importante que el mismo hombre, como si este hubiera sido credo para la Ley y no la Ley para los hombres, Por eso Jesús, es muy claro con los fariseos, y es porque el Hijo de Dios esta por sobre la Ley, el es dueño de la Ley, y nos enseña que Dios ha creado todas las cosas para los hombres, y al hombre ha sido creado para Dios.

4.      LA PALABRA DE DIOS ESTA A NUESTRO ALCANCE.

La Palabra de Dios, nos llega a nosotros, en todo momento, en el menos pensado, en cualquier circunstancia de nuestra vida, en todos nuestros acontecimientos, la Palabra de Dios esta a nuestro alcance. Aquí en este evangelio la Palabra de Dios es como esa espiga de trigo, con maduros granos de trigos en nuestras manos, que en este caso nos alimentan el espíritu. Este es nuestro gran alimento al alcance siempre de nuestras manos, saquémosle el provecho que de este grano nos entrega, como lo indica este evangelio “arrancaban espigas y, frotándolas entre las manos, las comían”, recordemos las palabras de Jesús, “Mi alimento es hacer la voluntad de aquel que me envío” (Jn 4,34). No ignoremos las Sagradas Escrituras, sería ignorar a Cristo, luego ignorar la vida eterna y apartarse de lo que Dios quiere para nosotros, tenemos tiempo para muchas cosas, por tanto no podemos decir que no tenemos tiempo para dedicarnos unos instantes para conocer más y mejor la Palabra de Dios, el mejor alimento que podemos tener en nuestras manos.

El Señor les Bendiga

   Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

JESÚS ES NUESTRO TODO, Y SÓLO EN ÉL PODEMOS ENCONTRAR LA PLENA FELICIDAD

La vida cristiana nos revela, una vez más, su carácter paradójico. El autor de la carta a los Hebreos parte de hechos muy sencillos, cotidianos, como las buenas obras realizadas a los hermanos en la fe, para abrir el discurso al verdadero horizonte que se presenta a toda vida humana: la vida eterna. Por eso se requiere una perseverancia a toda prueba. Nada de cuanto hace el hombre es pequeño, insignificante; todo gesto es para siempre y nuestras obras nos seguirán (cf. Ap 20,12ss). Ni siquiera una actividad aparentemente trivial, como la realizada por los discípulos de Jesús al pasar entre los campos recogiendo espigas, carece de consecuencias. El Adversario, el acusador de los hermanos, está allí, dispuesto a convertirlo todo en instrumento para sus fines. La vida humana está asediada. Podemos cansarnos de hacer el bien (cf la primera lectura) o podemos actuar sin darnos cuenta de la verdadera novedad que se produce cuando caminamos detrás de Jesús. En efecto, con él todo cambia. Los cielos ya son nuestra patria y gozamos de una libertad soberana: la libertad de quien es «hijo en el Hijo», por quien verdaderamente todo es nuestro, y nosotros de Cristo.

Con todo, es demasiado fácil pensar que somos cristianos porque hemos aprendido algún eslogan de este tipo: «El sábado fue hecho para el hombre». No se trata de esto. Jesús es nuestro todo, y sólo en él podemos encontrar la plena felicidad, aunque no una felicidad al alcance de la mano, descontada y trivial, que nos decepcionaría al final. Llegamos a ella si caminamos con Jesús haciéndonos con él, como él, pan para los hermanos en medio de la humildad cotidiana del servicio, a través de la disponibilidad, de la acogida. Sólo así, obrando incansablemente el bien, saboreamos la paz de aquel descanso en el que Jesús, nuestra cabeza, ha penetrado ya.

ORACION (3)

 

Señor, «¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él? ¿Qué es esa criatura salida de tus manos como arcilla modelada por el alfarero, y de quien no dejas caer en el vacío ni siquiera el más pequeño gesto de bondad para con los hermanos? En tu gratuidad has querido unirte a nosotros de una manera verdaderamente singular; hiciste a Abrahán amigo tuyo, le susurraste promesas grandes como el cielo estrellado, innumerables como la arena del mar. Has colmado la indigencia humana con tu imprevisible riqueza, la riqueza sorprendente del amor, que tiene un nombre y un rostro: Jesús. ¿Qué esperas de nosotros? Sólo quieres que nosotros, los que hemos buscado y encontrado refugio en ti, nos aferremos firmemente al ancla segura y sólida de nuestra vida -tu Hijo amado-, seguros de que por el misterio de su sufrimiento también nosotros entraremos en aquel descanso que anhela nuestro corazón. El es el Esposo venido a invitarnos al banquete de bodas en el que él mismo se entrega como pan; él es el Señor del sábado, la fiesta y el reposo sin fin.


Resposta  Mensagem 20 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 04:13

¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla? Mc 3, 1-6

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.      UN HOMBRE QUE TENÍA UNA MANO PARALIZADA

Jesús entró en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si lo sanaba en sábado, los fariseos le observaban para acusarle si curaba la mano seca del hombre allí presente, pues se estaba en la reunión sinagogal del sábado.

Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: Ven y colócate aquí delante. Y les dijo: ¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?. En este relato es El mismo quien les dirige esta pregunta a los fariseos, la pregunta de Jesús es doble, se puede o no se puede hacer nada en día de sábado.

Pero ellos callaron. Ante el mal que ve en aquella dureza farisaica, se “entristece,” Entonces Jesús ante el silencio de los fariseos a su pregunta, dijo al hombre: Extiende tu mano. Él la extendió y su mano quedó sana. Una vez hecha esta obra benéfica y milagrosa en sábado, los fariseos se concertaron con los herodianos contra Jesús.

2.      UN HECHO QUE LIBRA AL HOMBRE DE LAS ATADURAS

Los herodianos no eran una agrupación religiosa, eran soldados de Herodes Antipas, o gentes de su corte, y, naturalmente, celosos de las cosas de Antipas. La confabulación de los fariseos con los herodianos se comprende fácilmente. Estos deberían ejercer su influjo ante el tetrarca Antipas para que persiguiese a Jesús en sus estados y para que influyese contra El ante las autoridades de Jerusalén y Roma, para evitar conflictos políticos y pérdida de influencia.

Este relato nos hace ver un hecho que libra al hombre de las ataduras que habían impuesto con las leyes los escribas y fariseos. El hombre tenía la mano derecha paralizada. Al decir derecha esta hablado del brazo principal, con el que se trabaja, por lo tanto es un hombre que no puede desarrollar bien su actividad laboral, pero este hombre esta por alguna razón allí en la sinagoga, pero lo cierto es que en ese lugar no ha recibido ninguna curación a su mal, y los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si sanaba en sábado, en estado de vigilancia, observación o espera cautelosas, pero no con buenos propósitos. Quizás no faltaba el que estaba observando a escondidas y con cuidado, al acecho, esperando encontrar algo de qué acusar a Jesús, penosa realidad de la sinagoga.

3.      ¿ESTÁ PERMITIDO EN SÁBADO HACER EL BIEN O EL MAL, SALVAR UNA VIDA O PERDERLA?.

Como si hubiese dudas, pero no para Jesús, porque son los fariseos que se muestran en nombre de la Ley, como enemigos del bien del hombre, pues las indicaciones de los escribas y fariseos no libera al hombre, sino que lo inmoviliza, ya que coloca a la ley del descanso sabático por encima del bien de este.

Jesús sabe de la mala fe de los escribas y fariseos, sin embargo Jesús no deja de lado su interés por salvar a una vida: Al sanar al hombre de su mano derecha, le devuelve a esa persona su capacidad de hacer su vida. Pero ellos, los escribas y fariseos se enfurecieron, y deliberaban entre sí para ver qué podían hacer contra Jesús.

Jesús se compadeció, de aquel hombre con su mano enferma, esto es algo natural de Jesús, El siempre se inclina hacia el bien, su bondad es infinita, y su poder cura aquella mano, le devuelve la vida y la movilidad.

4.      HAY MUCHAS ENFERMEDADES PARALIZANTES, ALGUNAS DE ELLAS PARALIZAN EL ESPÍRITU

Hay muchas enfermedades paralizantes, algunas de ellas paralizan el espíritu, lo que nos impide efectuar una actividad positiva en lo espiritual, incluso llega a mantener a los hombres inactivos, incapaces de hacer algo bueno, pasivos, despreocupados no solos de mejorar su vida, sino que además sin ningún interés por su situación espiritual y sin preocuparse por el bien de los demás.

Es bueno preguntarse en cual situación estamos, no vaya ser que tengamos atrofiada no la mano, sino que le corazón, algo que ocurre con frecuencia cuando el fariseísmo ha penetrado en el. Pero hay remedio para ese mal, pedirle a Jesús que nos sane, así como el hombre extendió su mano enferma, extendamos con sinceridad nuestro corazón a El.

De Jesús, tal como nos enseño este evangelio, El sana los sábados, porque es más importante la caridad que el cumplimiento de una cierta legalidad, es entonces que nos enseña a que le debemos dar más importancia en nuestras vidas, esta es la primera de todas las virtudes, la que nos da sentido a todos nuestros actos, hacer las cosas por caridad, esto es por amor a Dios y al prójimo.

 El Señor les Bendiga

   Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

NUESTRO CORAZÓN TIENE SED DE COMUNIÓN CON DIOS

Quisiéramos encontrarle, hallarle, hablarle; recuperar la unidad y la armonía con los otros, con el orden creado. No hay ningún hombre que no haya sentido, al menos de una manera fugaz, un resplandor de estos deseos buenos y santos. Y no hay deseo humano que no encuentre en Jesús su cumplimiento y su realización. Él vino a nosotros para ser el santo y sumo sacerdote -prefigurado misteriosamente por Melquisedec- y para darnos su maravillosa dignidad,

Ahora, después de haber consumado Jesús en la cruz su santo sacrificio, todo hombre puede ofrecer al Padre, por medio de él y participando de su sacerdocio, el único y perfecto sacrificio. Cada hombre ha recuperado la inesperada dignidad que le permite hablar con Dios, ofrecerle toda la creación y, lo que es aún más, ser a sus ojos una viva imagen del Hijo amado en el que ha puesto su complacencia. Para eso ha venido Jesús, en efecto.

 

ORACION (3)

 

Señor Jesús, gracias por haber venido a nosotros para abrirnos de nuevo el camino hacia el Padre. No te canses de nuestra ingrata dureza, de nuestros rechazos. Ten piedad de la parálisis que nos atrofia la mano y, todavía más, el corazón. Siempre nos pones en el centro de tu atención y vuelves a dar soltura a nuestras manos encogidas, para que podamos abrirlas por fin y acoger el don que eres tú mismo, convertido por nuestro amor en pan y vino. Con tu ejemplo nos enseñas a no cerrar más nuestra mano como una garra sobre tus dones, aferrándolos y poseyéndolos sólo para nosotros mismos, y con el poder de tu Espíritu de amor nos haces entrar contigo en el movimiento de gratuidad y de ofrenda que nos hace libres y felices.

 


Resposta  Mensagem 21 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 04:14

Porque, como sanaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo”

 Mc 3, 7-12

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

1.      JESÚS SE RETIRÓ CON SUS DISCÍPULOS A LA ORILLA DEL MAR, Y LO SIGUIÓ MUCHA GENTE DE GALILEA.

San Marcos, nos relata un cuadro con diversas escenas durante la obra apostólica de Jesús. Las multitudes vienen a él de todas partes. La multitud se le reúne junto al Lago. Jesús por facilidad pide una barca, para desde allí predicarles y evitar el ser oprimido por las gentes. Pues los enfermos creían que “tocándole” curarían, y se abalanzaban sobre El. San Marcos presenta a los endemoniados echándose a les pies de Jesús proclamándole el “Hijo de Dios,” el Mesías. Jesús les impone silencio: “que no lo diesen a conocer.” El “secreto mesiánico.”

2.      MUCHOS ERAN ATRAÍDOS POR EL MAGNETISMO DE SU PALABRA.

Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón para escucharlo y hacerse sanar de sus enfermedades. El nuevo pueblo de Dios no estará formado ya por sólo judíos; también los paganos formarán parte de él. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban sanos; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

El simple acercamiento físico a Jesús, les daba paz y alivio para sus dolencias, sean esta físicas o espirituales, y Jesús los hacia con todos y con todo tipo de personas, a ninguno le preguntaba si era judío, de otra región o lo que hacía, solo si tenían fe. Jesús, es un loco de amor por los hombres y por nosotros lo da todo.

3.      MUCHOS ERAN ATRAÍDOS POR EL MAGNETISMO DE SU PALABRA.

Es decir la gente quedaba cautivada por las palabras de Jesús, por la santidad de su mensaje. Así mismo, todos eran atraídos por la natural inclinación de Jesús de hacer el bien, el gesto bondadoso, la mano cariñosa, la ternura de su trato y todas las maravillas que realizaba en beneficio de los necesitados.

Por eso seguían a Jesús con gran entusiasmo. Así ponían de manifiesto su gratitud. A nosotros hoy, también nos encanta sentirnos atraídos por su Palabra en el Evangelio, y seguimos a Jesús. Pero este seguimiento tenemos que hacerlo como se debe, cumpliendo con celos los que dice el Evangelio, brindando amor, siendo bondadoso, con amabilidad y buen trato con nuestro hermanos, solidarios con los necesitados y afectuosos con los atribulados por la enfermedad.

El Señor les Bendiga

   Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

UN ACTO ÚNICO, PERFECTO Y AGRADABLE AL PADRE

Jesús ha venido como hombre para realizar un acto único, perfecto y agradable al Padre, ofreciéndose a sí mismo a través de la debilidad, del sufrimiento, de la muerte. Toda su vida, culminada en la entrega total de sí mismo en la cruz, nos afecta de cerca. A él están asociados ahora nuestros acontecimientos cotidianos, los trabajos, las mil ocasiones de renuncia y de muerte que forman la trama de nuestros días. ¿Cómo vivirlos? ¿Dejándolos hundirse en un lamento estéril, en una insatisfacción mal reprimida, o echándolos alegremente en el tesoro de su generoso padecer por amor, en ese acto perenne que le hace vivir para siempre intercediendo por nosotros?

En efecto, no hay ocupación, circunstancia o adversidad que pueda impedirnos volver a levantar interiormente la mirada del corazón hacia su cruz, a fin de alcanzar de él la fuerza de un acto de renovada adhesión a la voluntad del Padre. Sólo así gustaremos la dulzura de haber sido sanados por las llagas de nuestro descontento, a fin de encontrar la alegría de ser hijos en el Hijo.

 

ORACION (3)

 

Señor Jesús, no puedo ponerme verdaderamente ante ti sino contemplándote colgado en una cruz. Tú eres el amante pobre, humillado, ofrecido totalmente de una vez por todas. Sin embargo, tu sacrificio, el que ahora hace que te sientes a la diestra del Padre, me interpela y me inquieta, porque prosigue hoy en mis hermanos enfermos, explotados, en los que sufren. Me parece que no puedo hacer nada por este mal que se propaga, que me atropella por todas partes y acaba casi por molestarme, empujándome a acorazar mi corazón para no ser herido.

 

Concédeme, te ruego, comprender que también yo puedo hacer algo si me uno más profundamente a ti, a tu incesante intercesión por nosotros, con una ofrenda humilde y renovada de los pequeños inconvenientes que me molestan, de las inevitables contrariedades que encuentro en el camino. Enséñame a atesorar todo para unirme a la ofrenda plena y total que tú consumaste generosamente por todos nosotros.

 


Resposta  Mensagem 22 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 04:15

“Jesús subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso”

Mc 3, 13-19

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

Jesús subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Fue un momento trascendental, a los doce patriarcas se les van a contraponer otros doce fundadores. Los apóstoles van a ir a extender por el mundo el nuevo Israel. Jesús los elige con plena libertad. Jesús los elige para que lo acompañen, y en esa compaña el los forma para enviarlos a predicar el Reino, y les da poder de expulsar demonios. San Marcos destaca este poder sobre los “espíritus impuros.” Ello habla de la grandeza de Cristo y de la llegada del Reino (Mt 12:28).

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro; Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno; luego, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.

Jesús, al elegir a estos doce amigos íntimos como sus discípulos, establece los cimientos del nuevo Israel o pueblo de Dios. Ahora estos discípulos, acompañaran y aprenderán el modo de vida de su maestro, y le darán su apoyo, le tendrán fe, le entregarán su adhesión total, para luego ser los apóstoles, que como enviados han de continuar la misión entregada por Jesús.

JUAN: "el discípulo amado", autor del Cuarto Evangelio, tres Cartas, y el Apocalipsis. Pescador de Betsaida, hijo de Zebedeo, hermano de Santiago, discípulo del Bautista y apodado "hijo del trueno", participó con Pedro y Santiago de los episodios más significativos de la vida de Jesús, y en la Última Cena recostó su cabeza en el pecho del Señor (por ello es llamado en griego "Epistehios": el que está sobre el pecho). Estuvo con María "junto a la cruz" (Jn. 19, 25-27), y fue testigo junto a Pedro del sepulcro vacío: "vio y creyó" (Jn. 20, 8). Los Hechos lo nombran nuevamente junto a Pedro, y San Pablo lo menciona entre las "columnas de la Iglesia" (Gal. 2, 9). Es llamado "el Teólogo" por la profundidad de su Evangelio, que difiere en no pocos aspectos de los sinópticos.

PEDRO: Pedro figura en primer lugar en todas las enumeraciones de Apóstoles que aparecen en el Nuevo Testamento, y tiene entre los Doce, un lugar absolutamente singular, siendo protagonista de numerosos episodios en el Evangelio. Por ello, tenemos abundantes datos acerca del Príncipe de los Apóstoles; y a los que figuran en los Evangelios, los Hechos y las Cartas apostólicas, hay que sumar, asimismo, los que nos dan la tradición y la leyenda (especialmente los "Hechos de Pedro", apócrifo del siglo II, y los "Hechos de Pedro y Pablo", del siglo V), que han aportado lo suyo para dar como resultado una abundante y variada iconografía.

FELIPE: El apóstol Felipe -que no debe ser confundido con el diácono de igual nombre, que aparece en los Hechos de los Apóstoles (cfr. 6, 5)- figura en quinto lugar en las listas de los Doce. El Evangelio señala expresamente que "era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro" (Jn. 1, 44). Esa circunstancia, sumada al hecho de que Andrés y él son los únicos apóstoles que tienen nombres griegos, y la intercesión conjunta de ambos por los griegos que querían ver a Jesús (cfr. Jn. 12, 21-22), hace suponer a algunos autores que Felipe y Andrés eran parientes o amigos.

MATEO: "Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: 'Sígueme'. Él se levantó y lo siguió. Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores y se sentaron a comer con él y sus discípulos" (Mt. 9, 9). Así narra Mateo su propia vocación. El episodio, que concluye con una célebre frase de Jesús "No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores" (Mt. 9, 13) aparece también en los otros dos sinópticos, pero protagonizado por Leví. Marcos especifica: "Leví, hijo de Alfeo" (cfr. Mc. 2, 14ss); Lucas, por su parte, subraya que la comida era "un gran banquete" que "Leví ofreció a Jesús... en su casa" (cfr. Lc 5, 27ss). Leví y Mateo, sin lugar a dudas, son la misma persona.

SANTIAGO EL MAYOR: Santiago, hijo de Zebedeo y Salomé (cfr. Mc. 15, 40; Mt 27, 59), es llamado "el Mayor" para distinguirlo del otro Santiago, hijo de Alfeo. Santiago es hermano de Juan (probablemente su hermano mayor), y ambos fueron testigos, junto con Pedro, de momentos muy especiales de la vida de Jesús: entre ellos la transfiguración y la agonía. A él y a su hermano -por su carácter impetuoso- Jesús los llamaba "hijos del trueno" Después de los relatos del Evangelio que lo mencionan en varias ocasiones, hay una laguna en la historia de Santiago, hasta su muerte, que nos narran los Hechos de los Apóstoles. Pero un episodio sumamente importante de su vida que recoge la tradición, viene a llenar esa laguna: su viaje a España. Allí habría anunciado el Evangelio y organizado la Iglesia.

SANTIAGO EL MENOR: "Santiago, hijo de Alfeo" (Mc. 10, 3 y paralelos; Hech. 1, 13) que aparece en noveno lugar en todas las listas de los Doce, es apodado "Santiago el Menor" (Mc. 15, 40) -probablemente porque era de baja estatura-, para distinguirlo del otro Santiago, el hijo de Zebedeo y hermano de Juan. La tradición cristiana siempre lo ha identificado con el "hermano del Señor" (Mc. 6, 3) que se entrevistó con Pablo (Gal. 1, 19); con el Santiago mencionado en la misma Carta a los Gálatas como una de las "columnas de la Iglesia" (Gal. 2, 9); con aquél que toma la palabra durante el "concilio" de Jerusalén (Hech. 15, 13ss), obviamente un líder de la comunidad, al que Pedro había mandado anunciar su liberación (cfr. Hech. 12, 17); con quien quedó a cargo de la Iglesia de dicha ciudad cuando la dispersión de los apóstoles por el mundo y fue su primer Obispo; con aquél Santiago a quien -según cuenta Pablo- se apareció el Señor Resucitado (1 Cor. 15, 7); y con el autor de la Carta de Santiago.

ANDRÉS: Muchos títulos justifican la extraordinaria devoción de que, desde tiempos muy antiguos, es objeto San Andrés, tanto en la Iglesia de Oriente como en la de Occidente. En efecto, es "el primer llamado" (en griego "Protocleto") por Jesús al ministerio apostólico, y hermano carnal de Pedro, cuya profesión de pescador compartía. Andrés, además, introduce a su hermano en el seguimiento de Cristo (cfr. Jn. 1, 35-42). Por otra parte, el haber muerto crucificado, y el amor por la cruz que le atribuye la tradición, lo hacen particularmente cercano al Maestro.

JUDAS TADEO: El Evangelio lo menciona como "hijo de Santiago" (Lc. 6, 16) y como "hermano" (primo) del Señor, de Santiago, de José y de Simón (Mc. 6, 13; Mt. 13, 55). Ocupa el último lugar en la enumeración de los Doce que figura en Hech. 1, 13. Es el autor de una Epístola canónica, en la que se presenta a sí mismo como "servidor de Jesucristo", y "hermano de Santiago" (el Menor), (Jds. 1, 1). Según la tradición -que es más bien tardía, y que fue recogida desde el siglo VIII en el Martirologio Romano- predicó el Evangelio en Mesopotamia y luego marchó con Simón a Persia, donde ambos sufrieron juntos el martirio.

MATÍAS: Matías fue elegido por los Once, encabezados por Pedro, "para desempeñar el ministerio del apostolado", en el lugar "dejado por Judas" (Hech. 1, 25; cfr. 1, 15-26). Pero después de este episodio, Matías no vuelve a ser mencionado, y nada sabemos a ciencia cierta de su vida. Según Eusebio, era uno de los setenta y dos discípulos (cfr. Lc 10, 1. 17). La literatura apócrifa (por ejemplo los "Hechos de Andrés y Matías") abunda en detalles acerca de su martirio: fue hecho prisionero por antropófagos, cegado, curado y liberado por Andrés, y finalmente decapitado. Esas leyendas le han valido diversos atributos: espada, alabarda, piedras, cruz, hacha. Este último ha prevalecido en general. San Matías no representa un papel importante en la piedad popular.

SIMÓN: Apodado el Zelote (por pertenecer a esa secta) o el Cananeo (por provenir de Caná), aparece en décimo o en undécimo lugar en las listas de apóstoles (Lc. 6, 15 y Mc. 3, 18, respectivamente). Poco sabemos de su vida, pero una tradición señala que predicó el Evangelio en Egipto. Por San Fortunato, obispo de Poitiers (del siglo VI), sabemos que fue sepultado en Persia, donde había sido muerto con su compañero San Judas. Una iglesia antigua dedicada a Simón, existía ya entre el siglo VI y el VIII en Nicopsis, en la costa del Mar Negro.

TOMÁS: Puede resultar paradójico que un apóstol de Jesús sea recordado especialmente por su "incredulidad". Pero eso es precisamente lo que ocurre con Tomás, protagonista del célebre episodio -referido por San Juan- que comenzó en la tarde misma de la resurrección de Jesús y tuvo su coronación el domingo siguiente (cfr. Jn 20, 19-29). Este episodio ha sido abundantemente representado en la iconografía del apóstol, y el texto evangélico es proclamado cada año en el domingo que sigue a la fiesta de Pascua y en la fiesta de Santo Tomás apóstol, que se celebra el 3 de julio.

El Señor les Bendiga

   Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

NOSOTROS NOS CONVERTIMOS EN HIJOS, AMADOS, ESCOGIDOS

Dios creó todo el universo para el hombre y creó al hombre para unirlo a El en Jesús, su Hijo. Esta certeza está en condiciones de iluminar y cambiar por completo nuestra vida, porque no es posible sentirnos amados sin que esto renueve desde el interior nuestra existencia y cambie nuestras relaciones. El riesgo que corremos es vivir como desmemoriados, dejándonos aplastar por la opacidad de un horizonte en el que no penetra la luz de Dios.

«Vino a los suyos, pero los suyos no lo recibieron» (cf. Jn 1,11), pero si lo recibimos, si nos abrimos a la alegría de la fe, entonces también nosotros nos convertimos en hijos, amados, escogidos, elegidos para estar siempre con él y para anunciarlo a los hermanos, con el poder de derrotar al Maligno, que recurrirá a todo para alejarnos de la alegría de este descubrimiento.

¿Dónde podemos alcanzar la fuerza para vivir la memoria de este amor poderoso, sino participando en el sacrificio eucarístico que cada día nos vuelve a llevar a las fuentes del don de Dios y vuelve a proponernos adherirnos a la nueva y eterna alianza entre Dios y el hombre que Jesús ha venido a establecer en su sangre divina derramada por nosotros?

ORACION (3)

 

Señor Jesús, tú me has llamado también a mí para que esté contigo. Has vencido para siempre mi soledad dándome la plenitud de tu amor, capaz de renovar todas las cosas. Abre mi corazón para acoger cada día la novedad de tu Espíritu, que viene sobre mí y me impulsa a anunciarlo a mis hermanos. Hay una enorme necesidad de alegría, de amor y de paz a mi alrededor, entre todos los que viven más cerca de mí.

 

Concédeme penetrar en el misterio de tu entrega de amor que renuevas por nosotros a diario sobre el altar, haz que yo llegue a ser un testigo creíble. Hazme comprender que «hay más alegría en dar que en recibir» y vence en mí toda resistencia, toda dureza, para que también yo sea para todos pan partido, sangre derramada, en el misterio de la nueva y eterna alianza entre Dios y el hombre, que tú has venido a sellar con tu sangre


Resposta  Mensagem 23 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 04:16

Es un exaltado

Mc 3, 20-21

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

1.      “ES UN EXALTADO”.

Jesús regresó a la casa, y de nuevo se juntó tanta gente que ni siquiera podían comer. Cuando sus parientes se enteraron, salieron para llevárselo, porque decían: “Es un exaltado”.

Este breve pasaje es propio de san Marcos, se dice que la situación histórica precisa no es posible fijarla. Dice el relato que “regreso a la casa”, probablemente, es la casa de Pedro en Cafarnaúm (Mc 2:1). Su presencia se divulgó en la ciudad, y el concurso fue tan numeroso y asiduo, que no les dejaba tiempo para atender a la comida, El rumor de su presencia y de este movimiento llegó a los suyos. Y fueron a buscarle, para llevárselo con ellos, pues se decía: “Es un exaltado”. O “Está fuera de sí.”

2.      LA ACTIVIDAD APOSTÓLICA DE CRISTO Y SU CELO POR ENSEÑAR A LAS GENTES

Lo que se decía de El es literalmente: que “está fuera de sí” Este verbo usado aquí significa en otros pasajes de Marcos el estar fuera de sí por admiración, sorpresa o entusiasmo ante algo (Mc 2:12; 5:42; 6:51). La actividad apostólica de Cristo y su celo por enseñar a las gentes, que se agolpaban ante El, y por hacerles favores, no les dejaba ni tiempo para “comer.”

Se diría, al modo humano, que era un exceso de apostolado; pero ésta era su misión (Jn 4:31-34). Sus familiares vienen para influir en El y forzarle a venir con ellos: literalmente, vienen para “apoderarse de El” La noticia de esta enorme actividad apostólica de Cristo, y también la doctrina que exponía, como sucedió en otras ocasiones (Jn 10:19-21), acaso exagerada y deformada por el rumor popular, llega a los suyos a Nazaret, mejor que en el mismo Cafarnaúm, insistentemente, y, temiendo por su salud, van a Cafarnaúm (Mc 2:1) a influir en El y a forzarle a venir con ellos y tomar algún descanso (Mc 6:30).

3.      NOS SIEMPRE SOMOS BIEN COMPRENDIDOS POR NUESTROS MAS CERCANOS

Sin exagerar, el relato tiene algo de tristeza, Jesús regresa a casa y sus parientes están incomodo por la fama de Jesús y no se muestran alegres por la visita, y lo fuerza a salir, como para que no sigan hablándole a las gentes.

Nos siempre somos bien comprendidos por nuestros mas cercanos, esto es algo de lamentar. Sucede en ocasiones, que nuestros propios familiares no entienden por que somos de tal forma. También ocurre, que nuestros seres queridos se avergüenzan de nosotros como parientes.

En este relato, los parientes de Jesús, llegaron a pensar que Jesús, había perdido el juicio, todo esto por la mucha actividad que tenía, por eso dice que ni siquiera podía comer. Entonces quisieron motivarle a que no se entregara tanto a su tarea. Constatamos entonces que su propia familia, aún no entendía que el Señor Jesús había venido justamente para entregarse por entero a la tarea apostólica, y tenia que estar dedicado a su misión salvadora.

4.      JESÚS ERA UN EXAGERADO DE AMOR POR LOS HOMBRES

A mucho de nosotros, nos sucede que nos llaman exagerado porque nos encanta dedicarnos todo el tiempo posible a nuestro apostolado. Sin embargo es bueno considerar que debemos también darle tiempo a nuestra familia, porque sucede que por tratar de iluminar con la luz de la fe a otros que no son nuestros familiares, estamos dejando a oscuras y sin resplandor a nuestro hogar. Entonces no debemos Descuidar nuestra importante preocupación por ejercer nuestro apostolado en nuestro propio hogar.

Jesús era un exagerado de amor por los hombres, el quería que todos se salvasen a El le importaba mucho la gente, y muchos querían salvarse y ni siquiera le dejaban tiempo y los que no comprendían sus sapientísimas palabras que oían, creían que había hablado como un exaltado. Sin embargo El nunca dejo su tarea salvadora y por nosotros todo lo entrego, suficiente motivación para entregar todo el tiempo que podamos a ser como El.

 El Señor les Bendiga

   Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

SÓLO DOS VERSÍCULOS, Y DESCONCERTANTES.

Jesús entra en una casa y la gente, una vez más, se apiña hasta tal punto que ni siquiera le permiten comer. Jesús está en el momento culminante de su actividad de Maestro, que enseña y se entrega a manos llenas a cuantos están dispuestos a escucharle o le buscan para que los cure. Pero están asimismo «sus parientes» más allegados (¿no se nos describe aquí también a nosotros?), que, «al enterarse», fueron para llevárselo porque, según su valoración y su juicio, «estaba trastornado». Por una parte, Jesús vive la entrega plena y total a todos, educando en este sentido también a los discípulos; por otra parte, están los más íntimos, que, en vez de secundarle y seguirle, quieren que sea Jesús quien adopte lo que ellos consideran como el sentido común, sus medidas y prudencias humanas. En el fondo, nos encontramos frente a la acostumbrada opción radical impuesta por la vida cristiana: o seguir a Jesús, que se entrega sin cálculos, hasta no reservarse ya nada para sí, o tratar de apoderarse de él de algún modo, como harán sus enemigos, intentando que se pliegue a nuestros mezquinos puntos de vista, cambiándole o incluso vendiéndole a bajo precio.

ORACION (3)

 

Quien ama, sale de sí y se entrega. Cuanto mayor es el amor, tanto mayor se hace la fuerza que éste libera en un movimiento imposible de detener. Así, Jesús, el amor, no puede hacer otra cosa que estar verdaderamente «trastornado», fuera de sí, porque ha asumido una actitud de entrega total al Padre y a los hermanos a través de una entrega de sí mismo que sólo se detendrá cuando haya derramado la última gota de sangre y haya salido de su costado la última gota de agua. A esta entrega en el Espíritu también estamos llamados nosotros, aunque seamos medrosos y calculadores. Esto puede resultarnos desconcertante. Ahora bien, ¿no es propio de nuestro innato «sentido común» quitarle a la vida cristiana la fuerza y la audacia de su testimonio?

 

Sólo si nos quedamos verdaderamente con Jesús, como los discípulos, podremos permanecer en una actitud oblativa y gratuita, y esto se hace posible si nos comprometemos a la asidua familiaridad con la escucha de la Palabra, a la meditación, a la adoración eucarística, a una vida sacramental auténticamente participada. Pero en cuanto nos distanciemos de la frecuentación asidua de su compañía, todo cambiará. Hablaremos, sí, todavía de él, aunque poco o sólo buscando someterlo a nosotros, encerrarlo dentro de nuestros esquemas, dentro de nuestras medidas ya probadas, que no nos permiten ser en absoluto «sal de la tierra».


Resposta  Mensagem 24 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 04:17

 

“El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz”

Mt 4, 12-23

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

 

1.                 Y, DEJANDO NAZARET, SE ESTABLECIÓ EN CAFARNAÚN, A ORILLAS DEL LAGO

Sucedió que la predicación de Juan Bautista, provoco una importante esperanza del Mesías, en quien se ha puesto una confianza absoluta y de quien se espera la solución de todos los problemas. Esto hizo temer a Herodes Antipas un movimiento revolucionario. Herodes, al ser censurado por Juan Bautista, como consecuencia de su incesto, lo encarceló y luego lo degolló. (Mt 14,10).

Cuando Jesús se enteró de la prisión de Juan Bautista, comprendiendo la actitud de Antipas frente a El, no solamente se aleja de Judea, sino que también abandona la misma Nazaret, donde se había criado, para establecerse en Cafarnaúm, cuya precisión topográfica indica Mateo, pues por razón de su localización verá él su vinculación con la profecía mesiánica de Isaías.

Cafarnaúm estaba situada al borde del lago de Genezaret, enclavada en la tribu de Neftalí, no lejos de la de Zabulón, junto al lago de Tiberíades.

2.                 EL PUEBLO QUE SE HALLABA EN TINIEBLAS VIO UNA GRAN LUZ

San Mateo, ve en esta venida de Jesús a establecerse en Cafarnaúm como centro de su actividad misional por Galilea el cumplimiento de una profecía de Isaías.

El pasaje de Isaías alude, en su primera parte, a las invasiones asirías, que provocaron deportaciones de estas gentes a Asiría, con lo que sufrió especialmente “todo el territorio de Neftalí,” y con lo que Yahvé así los castigó y humilló, va a seguir “a lo último” un premio especial, pues Dios “llenará de gloria” todas estas regiones. Galilea, además de las deportaciones, sufrió infiltraciones paulatinas de colonos gentiles: arameos, itureos, fenicios y griegos. En tiempo de Jesús vivían numerosos gentiles juntamente con los judíos de raza y judíos mixtificados, atraídos por el comercio, sobre todo en las ciudades de Galilea superior.

Estas tribus, antes así humilladas y mixtificadas de razas y religiones, hacia que los habitantes de Judea tuviesen a los galileos como judíos inferiores, pero tuvieron un gran privilegio. Los que estaban “en tinieblas” ahora vieron la Luz (Is 9:5.6): el, Emmanuel, que comenzaba a realizar allí su obra mesiánica.

3.                 “CONVIÉRTANSE, PORQUE EL REINO DE LOS CIELOS ESTÁ CERCA”.

A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: “Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca”.

La síntesis de la predicación de Jesús es la conversión y el anuncio del Reino de Dios, el reconocimiento de nuestro mal comportamiento o conducta desordenada y el arrepentimiento de nuestros pecados, es el primer paso para la conversión. Esto es necesario e indispensable, para llegar a la santidad y es parte del camino de la santificación.

Así es, como Juan Bautista predica la penitencia de los judíos que se han olvidado de Dios. Jesús, predica la penitencia y la conversión a una vida de santidad. Por eso, Jesús nos enseña que para entrar al Reino de Dios, supone un cambio, un arrepentimiento. Sin embargo la conversión, es mucho más que un arrepentimiento, es un cambio radical de actitud y conducta.

El Evangelio, asocia la venida del Reino de los Cielos, y del Mesías que ha de instaurarlo. En Jesús, Dios no propone la iniciativa de la reconciliación y el ofrecimiento del perdón. Para que así suceda, es preciso que abandonemos el orgullo y nos volvamos a Dios.

1.                 “JESÚS RECORRÍA TODA LA GALILEA, ENSEÑANDO EN LAS SINAGOGAS”

Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias de la gente.

Este pasaje es un clásico relato de tipo resumen, compendio o recopilación de la obra de Jesús. El aparece como en muchas ocasiones, recorriendo Galilea acompañado siempre por sus discípulos y mucha gente sencilla. Esta presentación de “multitudes,” supone una actividad ya desarrollada de Jesús, y prepara las gentes del “sermón de la Montaña.” Muchos eran atraídos por el magnetismo de su Palabra.

La “Buena Noticia” tiene su origen en la Palabra del Evangelio, que nos anuncia la inminente llegada del Reino de los Cielos, este se ha predicado ya por dos mil años en todo el mundo, en diversos lugares y para cualquier circunstancia de nuestra vida. Eso si, los Evangelios no se acomodan a nuestra vida, nosotros debemos acomodar nuestra vida al Evangelio. Nuestra conversión es sincera, cuando nuestra vida es regida por los Evangelios e iluminados por la Palabra de Dios.

El evangelio nos da la Buena Noticia que Cristo Jesús vino a consolar a los afligidos a sanar a los Enfermos, a perdonar a los pecadores y nosotros también necesitamos la salvación que Jesús nos trajo, y convertirnos, para que pasemos de la muerte a la vida, de las tinieblas a la Luz, y que seamos hombres nuevos.

2.                 VOLVERNOS A DIOS PARA OÍR SU PALABRA, Y ACOMODAR NUESTRA VIDA A LAS EXIGENCIAS DEL SEÑOR

Si ya hemos dado el primer paso a la conversión, ahora debemos consolidarlo y perfeccionarlos, volvernos a Dios para oír su Palabra, y acomodar nuestra vida a las exigencias del Señor, para cumplir su Palabra, abrámosele nuestro corazón a ella, dejémosle que penetre en nosotros, nos ayuda a purificarnos, nos convierte, no hace volver a Dios.

Dice el Señor: “Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión (Lc 15, 7)…..Del mismo modo, os digo, se produce alegría ante los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.”(Lc 15, 10)

Oración: Señor, te ruego que me des la Gracia de convertirme de verdad, cambiar de vida, confiar en tu misericordia y caminar por siempre el camino de Jesús.

3.                 VIO DOS HERMANOS PESCADORES Y LOS ELIGIÓ MIRANDO SUS CORAZONES

Jesús caminaba a orillas del mar de Galilea, este es el mismo lago de Genezaret o también conocido como el mar de Tiberíades. En esta oportunidad, vio dos hermanos pescadores y los eligió mirando sus corazones. Los llamó cuando estaban en su trabajo diario, la pesca, y ellos los siguieron.

Jesús no eligió gente especial, como soberanos, intelectuales o filósofos. Jesucristo elige hombres sencillos, pescadores, hombres de trabajo. Jesús sabe bien a quien elige y porque lo elige, en esta ocasión hombres que echan la red al mar sin saber que tipos de pescados sacaran. Del mismo modo cuando un predicador arroja sus palabras sobre los hombres, no conoce de antemano quienes se acercarán a Dios.

4.                 PESCADORES DE HOMBRES

El llamamiento que Jesucristo les hace es para ser “pescadores de hombres.” La frase tiene sentido “escatológico” (Mt 13:47-49). Los discípulos van a congregar a los seres humanos para su ingreso en el Reino. Al punto le “siguieron,” término rabínico para expresar el discipulado.

Marcos dice que el padre de Juan y Santiago estaba en la barca con “jornaleros”, gentes a sueldo. En cambio, estos grupos binarios de hermanos no eran simplemente “compañeros” (Mc 5:10) en sus faenas de mar, pues Juan y Santiago eran “participantes”, “socios” de Simón-Pedro, seguramente en sus gastos y beneficios, como se hace hoy. Los papiros testifican estas costumbres con la misma palabra de “socios”. El hecho de “dejar las redes” allí y “seguir” a Jesús no parece exigir un completo desprendimiento material de toda su familia y bienes. Se los verá, en ocasiones, residir en su hogar, y, después de la resurrección de Jesucristo, volver a Galilea a sus faenas. Un ejemplo bien concreto es Mateo, que en su “vocación” sigue a Jesucristo, y luego aparece en su casa dando un banquete a Jesús.

5.                 ELLOS DEJARON LAS REDES Y LO SIGUIERON

Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron. San Marcos nos añade un dato de interés, “ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron”. Esto puede significar que dentro de la modestia de pescador de Galilea, tenía más recursos para pescar, por eso tenían jornaleros, que eran pagados para hacer esta faena.

Pero, no debemos vivir para la cosas, debemos hacerlo para los hombres y en primer lugar para Dios. Es decir las cosas sirven, pero no para adorarlas, las cosas están en orden a los hombres y los hombres en orden a Dios.

Inmediatamente al oír de Jesús “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”, Pedro y Andrés dejaron sus redes y lo siguieron. Para ellos, la redes eran toda su herramienta de trabajo, por ellas lograban su sustento. Sin embargo no dudaron y siguieron a Jesús. Así, Jesús, prolonga a través de los hombres su predicación. Hombres elegidos para ser profetas y sus apóstoles.

6.                 SEGUIR A JESUS

Según entendemos los que nos relata el evangelio, Pedro y Andrés respondieron de inmediato, y Santiago y Juan, dejaron a su padre, así nos indica que para seguir a Jesús, se debe renunciar a todo aquello que se opone a su seguimiento.

Así es como Jesús sabe bien a quien elige y porque lo elige, en esta ocasión hombres que echan la red al mar sin saber que tipos de pescados sacaran. Del mismo modo cuando un predicador arroja sus palabras sobre los hombres, no conoce de antemano quienes se acercarán a Dios.

Pero también hay algo muy importante para todos nosotros, las características de los discípulos elegidos por el Señor. Esto nos sirve para que no tengamos temor y no pensemos que tenemos que superdotados en conocimientos para seguir a Jesús. El eligió a hombres humildes, pobres, sencillos, sin una gran formación académica, sin influencias, talvez, así nos imaginamos a Pedro, “rudos”, sin formación teológica, porque los hombres no se arrepienten ni se convierten con argumentos y palabras humanas, sino que por la gracia de Dios.

Entonces, nosotros, somos hombres predilectos del Señor, descubramos en nosotros mismos ese llamado, con la misma rapidez que los apóstoles y sigamos tras los pasos de Jesús. Nuestro apostolado, exige menos renuncia que el de los apóstoles y lo podemos ejercer del mismo lugar en el cual nos desempeñamos, en el trabajo, la escuela, el vecindario, la familia y los amigos.

Tenemos la gran oportunidad de seguir a Jesús, hagámoslo íntimamente en lo personal, y como apóstol entre los hombres.

El Señor les Bendiga

   Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

LLAMADOS A SEGUIRLO PARA SER TESTIGOS DE LA PALABRA Y LOS MILAGROS DEL MAESTRO.

Las lecturas actuales facilitan una reflexión profunda sobre la Iglesia, pues presentan sus elementos constitutivos: una, santa, católica y apostólica.

Una. La Iglesia es una porque tiene en Cristo a su Señor. Todas las comunidades cristianas se reconocen como parte de la única Iglesia fundada por Cristo. Existe un solo bautismo, una sola fe, que une a los creyentes con Cristo. Por eso Pablo combate vigorosamente a los espíritus sectarios y las manipulaciones grupales. Es una tentación reiterada pensar que un grupo sea la mediación exclusiva o privativa de la salvación. Los grupos son instrumentos, medios, no más, y deben resistirse al sutil engaño de la monopolización.

Santa. La Iglesia o comunidad es santa porque «está bautizada» en Cristo. La santidad es ante todo don gracioso, absolutamente gratuito. Después, es respuesta generosa que toma el nombre de conversión, en continua armonía con la voluntad del Padre, como Cristo la ha dado a conocer y como el Espíritu continuamente la propone.

Católica. La llamada a las tribus del norte, Zabulón y Neftalí; la incesante llamada a Galilea, zona poblada o transitada por paganos, le recuerda a la Iglesia su vocación de estar abierta al mundo. Jesús ha elegido vivir e iniciar su vida pública en Galilea para evidenciar la proximidad geográfica con los últimos y los excluidos, preludio de cercanía moral, para que todos se reconozcan como hermanos. «En la Iglesia, ningún hombre es extranjero», recordaba Juan Pablo II en el Día del Emigrante, el 5 de septiembre de 1995.

Apostólica. El único fundamento, Cristo, toma forma histórica en los apóstoles y en sus sucesores (los obispos), en comunión con el obispo de Roma, el papa. La explícita llamada de los apóstoles (los primeros cuatro del evangelio de hoy) expresa la voluntad concreta de Jesús de organizar la Iglesia de este modo. Llamados a seguirlo para ser testigos de la Palabra y los milagros del Maestro. La apostolicidad de la Iglesia está en estrecha relación con su catolicidad; entre las tareas principales de los apóstoles y sus sucesores destaca la de anunciar a Cristo a todos los pueblos.

 

ORACION (3)

 

Señor, ilumina tu rostro sobre nosotros, para que gocemos del bienestar en la paz, para que seamos protegidos con tu mano poderosa y tu brazo extendido nos libre de todo pecado y de todos los que nos aborrecen sin motivo.

Danos la concordia y la paz a nosotros y a todos los habitantes del mundo, corno la diste a nuestros padres, que piadosamente te invocaron con fe y con verdad. A ti, el único que puedes concedernos estos bienes y muchos más, te ofrecernos nuestra alabanza por Jesucristo, pontífice y abogado de nuestras almas, por quien sea a ti la gloria y la majestad, ahora y por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén (san Clemente de Roma, «Carta a los Corintios», 60, en Padres apostólicos, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1950, 234


Resposta  Mensagem 25 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 04:18

ANTÍFONA DE ENTRADA Cf. ls 9,5

Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado, y será llamado “Príncipe de la paz”.

ORACIÓN COLECTA

Señor y Dios nuestro, que para la salvación de los hombres quisiste que el obispo san Francisco de Sales se hiciera todo para todos, concédenos que, a ejemplo suyo, manifestemos siempre la mansedumbre de tu amor en el servicio a los hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTURA Heb 9, 15. 24-28

Lectura de la carta a los Hebreos.

Hermanos: Cristo es mediador de una Nueva Alianza entre Dios y los hombres, a fin de que, habiendo muerto para redención de los pecados cometidos en la primera Alianza, los que son llamados reciban la herencia eterna que ha sido prometida. Cristo no entró en un santuario erigido por manos humanas—simple figura del auténtico Santuario— sino en el cielo, para presentarse delante de Dios a favor nuestro. Y no entró para ofrecerse a sí mismo muchas veces, como lo hace el Sumo Sacerdote que penetra cada año en el Santuario con una sangre que no es la suya. Porque en ese caso, hubiera tenido, que padecer muchas veces desde la creación del mundo. En cambio, ahora El se ha manifestado una sola vez, en la consumación de los tiempos, para abolir el pecado por medio de su Sacrificio.  Y así como el destino de los hombres es morir una sola vez, después de lo cual viene el Juicio, así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud, aparecerá por segunda vez, ya no en relación con el pecado, sino para salvar a los que lo esperan.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

Desterrados de Jerusalén los destinatarios de la carta, no podían participar ya de la fiesta judía de la Expiación. Pero, el autor les muestra que Cristo abolió dicha fiesta. En efecto, Cristo entró en el santuario, mucho más auténtico que el del Templo y entró para siempre. Por la ofrenda de su vida abolió el pecado una vez por todas. La cruz es un acontecimiento que ha modificado, de forma irreversible, la historia de la humanidad: la solidaridad en el fracaso deja lugar, en adelante, a la solidaridad en el amor.

SALMO Sal 97, 1-6

R. ¡Canten al Señor un canto nuevo!

Canten al Señor un canto nuevo, porque El hizo maravillas; su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. R.

El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad a favor del pueblo de Israel. R.

Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. R.

Canten al Señor con el arpa y al son de instrumentos musicales; con clarinete y sonidos de trompeta aclamen al Señor que es Rey. R.

ALELUYA Cfr. 2Tim 1, 10

Aleluya. Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte e hizo brillar la vida mediante la Buena Noticia. Aleluya.

EVANGELIO Mc 3, 22-30

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

Los escribas que habían venido de Jerusalén decían acerca de Jesús: “Está poseído por Belzebul y expulsa a los demonios por el poder del Príncipe de los demonios”. Jesús los llamó y por medio de comparaciones les explicó: “¿Cómo Satanás va a expulsar a Satanás? Un reino donde hay luchas internas no puede subsistir. Y una familia dividida tampoco puede subsistir. Por lo tanto, si se dividió, levantándose contra sí ya no puede subsistir, sino que ha llegado a su fin. Pero nadie puede entrar la casa de un hombre fuerte y saque sus bienes, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa. Les aseguro que todo será perdonado a los hombres: todos los pecados y cualquier blasfemia que profieran. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás: es culpable de pecado para siempre”. Jesús dijo esto porque ellos decían: “Está poseído por un espíritu impuro”.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

La acción de Jesús generaba confusión. Sus milagros no podían ser comprendidas fácilmente, y mucho menos los incumplimientos legales. A tal punto llegó la incomprensión que se lo trató como a un demonio. Cuando no sabemos ver mas allá de nuestras estructuras mentales fijas e inamovibles, y no tenemos la flexibilidad para ver actuara Dios más allá de ¡oque consideramos “convencional”, podemos desprestigiar y descalificar cualquier cosa que no coincida con nuestros pobres criterios. A tal punto que podemos llegar a considerar demonio al mismo Dios.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Por esta víctima de salvación que te ofrecemos, enciende, Señor, en nuestro corazón aquel fuego del Espíritu Santo con el cual inflamaste admirablemente el corazón paciente y humilde de San Francisco de Sales. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN

La Virgen engendró al Dios y hombre; Dios nos devolvió la paz reconciliando el cielo y la tierra.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Por estos sacramentos recibidos concédenos, Dios todopoderoso, que imitando en la tierra la caridad y la mansedumbre de San Francisco de Sales, alcancemos también nosotros la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 


Resposta  Mensagem 26 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 04:19

Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio a toda la creación

Mc 16, 15-18

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

 

Resucitado Cristo, se apareció varias veces a los Once. Se apareció a los once cuando estaban reunidos, para que todos fuesen testigos, y refiriesen a todo el mundo lo que habían visto y oído. Al decir once, se designa a todo el colegio apostólico antes de que Matías ocupase el lugar de Judas. Y después de la ascensión ellos debían de predicar el Evangelio a gentes que debían creer sin haber visto a Jesús.

Antes de partir, increpó también el Señor a sus discípulos cuando iba a dejarlos corporalmente, para que sus palabras quedasen impresas más profundamente en sus corazones. Jesús Reprueba la incredulidad, para que la reemplace la fe; reprueba la dureza del corazón de piedra, para que le reemplace otro de carne lleno de caridad.

En un momento, a los apóstoles no les fue fácil creer en la resurrección de Jesucristo, pero los hechos les dieron mayor firmeza, al comprobar directamente la realidad de los sucesos que estaban presenciando. Ellos convivieron directamente con el Señor, así ellos constituidos en testigos, reciben el mensaje y el mandato del Señor Resucitado para llevarlo a todo el mundo.

Luego Jesús da la orden de predicar el Evangelio a todas las gentes, junto con el bautismo. Se observa ya el universalismo cristiano en acción entre los gentiles. Este es el gran mandato, es decir la gran misión que nos dio el Señor, que debemos hacer con fidelidad en todos los tiempos y en todas las circunstancias.

Es así como Jesús, envía a sus apóstoles, por todo el mundo, a predicar a todas las gentes de todas las naciones, para que la predicación apostólica, que antes fue rechazada por la soberbia de los judíos, venga en nuestro auxilio. Cuando Jesús dice a toda la creación, esta diciendo a los creyentes e incrédulos. El que crea y se bautice se salvará. El que no crea se condenará. Porque no basta creer, porque el que cree y no está bautizado todavía, no ha alcanzado aún la salvación, sino imperfectamente.

Así se dirá tal vez cada cual a sí mismo: Yo seré salvo porque he creído. Y así será en efecto, si une las obras a la fe; porque la verdadera fe consiste en que no se contradiga la obra con lo que dice la palabra. "Pero el que no creyere será condenado".

Dice Jesús; “Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán demonios en mi nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; Puede entenderse también de las serpientes ordinarias, como la víbora que mordió a Pablo sin causarle daño. Muchos hechos semejantes encontramos en las historias de hombres a quienes, defendidos bajo el estandarte de Cristo, no ha podido causar daño el veneno que habían bebido.

También dice Jesús; “impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán”. Cuando los sacerdotes imponen sus manos sobre los creyentes, ellos están impidiendo con la gracia que se les ha dado de exorcizar, la permanencia del espíritu maligno en el corazón de aquéllos, es decir, no hacen otra cosa que lanzar de ellos a los demonios. De esta forma, liberado del mal, dominará la serpiente que ha provocado la malicia de su corazón. Con esto, aunque beba el veneno de la maldad no le hará daño, esto es si oye malos consejos no se dejara llevar al mal.

Así, nosotros también debemos dar una mano al que esta vacilante en el camino del bien, para que quede curado y para que se fortifique y pueda hacer con ánimo un camino de buenas obras.

El Señor les Bendiga

   Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

QUIEN ENCUENTRA A JESÚS SE DA CUENTA DE QUE YA NO PUEDE VIVIR SIN ÉL Y DEBE PROFUNDIZAR EN SU CONOCIMIENTO PERSONAL.

No acabamos nunca de ahondar en el conocimiento de Saulo-Paulo, incluso después de haber meditado una y otra vez sobre las páginas que hablan de él y las que escribió él mismo. Sin embargo, hay algo que aparece de inmediato con una gran evidencia: su itinerario de fe es símbolo del nuestro.

Creer implica, ante todo, encontrar personalmente a una persona, al Dios hecho hombre, Jesús de Nazaret. No se cree en una doctrina, en una fórmula, en un sistema, sino en una persona, la única digna de ser creída. La fe es un encuentro que no se agota en un momento determinado de nuestra propia vida, sino que continúa siempre, hasta la muerte. Quien encuentra a Jesús se da cuenta de que ya no puede vivir sin él y debe profundizar en su conocimiento personal.

Del encuentro se pasa al diálogo: la fe es, precisamente, un encuentro entre personas inteligentes y libres. Por un lado, Dios se da a conocer en lo que es, revela su voluntad, da a conocer sus proyectos. De este modo, entabla el diálogo con todo el que está dispuesto a escuchar y a reaccionar. Por otro, el creyente, en la medida en que presta una escucha sincera y auténtica a la Palabra de Dios, se siente implicado en un diálogo que no se desarrolla sólo en torno a conceptos y verdades, sino que se entrelaza con experiencias, confidencias, comunión de vida. Se trata de un diálogo vital que implica a dos seres vivos y llega a una forma de vida cada vez más elevada.

Ahora bien, la fe cristiana es también obediencia, sumisión, abandono total de la criatura al Creador, del hombre a Dios, del pecador al Justo. Para el creyente, obedecer no significa en absoluto abdicar de su propia libertad, ni siquiera de sus propios derechos; significa captar la infinita distancia que media entre él y su propio interlocutor y, al mismo tiempo, intuir que la adhesión a la voluntad de éste conduce a la plena y más satisfactoria realización de sí mismo. Semejante acto de abandono está sostenido por una promesa que no deja ningún espacio a la duda: cuando Dios promete, se compromete por completo en beneficio de su interlocutor, le llena el corazón de certezas sobrenaturales y abre ante él unos horizontes ilimitados.

Por último, la fe cristiana se traduce en misión: el ejemplo de Pablo es claro y decisivo. No puede privatizarse un bien que, por su propia naturaleza, es comunitario. Quien ha recibido el don de la salvación en Cristo se siente impulsado íntimamente a darlo a los otros.

 

ORACION (3)

 

Oh Padre, Dios de infinita bondad y misericordia, concédenos caminar fielmente, a ejemplo de san Pablo, por el camino que nos has abierto en Cristo Jesús. Haz, oh Dios, que nuestros caminos —como el de Saulo— se crucen con el tuyo, el que nos has indicado en Cristo, tu Hijo, y en el cristianismo. Que, como el apóstol Pablo, queramos caminar con Jesús y seguir sus pasos hasta que lleguemos a ti, meta última de nuestra vida, meta suspirada y esperada.

Concédenos, oh Padre, andar juntos por este camino bendecido por ti, a fin de que ninguno de nosotros se pierda y nuestra comunión eclesial pueda ser, en el tiempo, signo manifestativo de aquella comunión que gozaremos junto a ti en la eternidad bienaventurada.


Resposta  Mensagem 27 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 04:20

Escuchen! El sembrador salió a sembrar

Mc 4, 1-20:

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

 

1.      LOS DISCÍPULOS LE PREGUNTARON QUÉ SIGNIFICABA ESTA PARÁBOLA

Jesús les dijo: “A ustedes se les ha confiado el secreto del Reino de Dios; en cambio, a los que están fuera, todo les queda oscuro; así, por más que miren, no verán; por más que oigan, no entenderán; a menos que se arrepientan y sean perdonados”, Es decir, a ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás, en cambio, se les habla en parábolas, para que miren sin ver y oigan sin comprender” (Lc 8, 4-8)

El que mejor nos puede explicar una parábola es el mismo Jesús, y el que mejor la entenderá, no es el que sepa más de teología, y que se haya leído la Biblia muchas veces. Para comprender las palabras de Jesús, se debe estar libre de toda arrogancia en la contemplación de las cualidades propias, con menosprecio de las de los demás, porque no entenderán el evangelio los que viven seguros de poseer la verdad, sentados cómodamente en el sillón de la fe, sin ningún compromiso con la justicia, sin interés por amar a su prójimo, y sólo pueden entender lo que dé la razón a su modo de vivir, lo que les convenga. No pueden entender las palabras de Jesús los que están cerrados a "conocer los secretos del reino". Difícilmente entenderán el mensaje de Jesús, aquellos no les interese vivir de acuerdo a sus enseñanzas, sin embargo los que escuchan, y profundizan sus palabras y la atesoran en el corazón y la ponen en practica, no la acomodan a su estilo de vida, sino que buscan vivir a semejanza de Jesús, no solo las han entendido de oído, sino que de corazón y mente.

Pero cuidado con esos que aparentan haber recibido bien las palabras de Jesús y que luego pierden de a poco lo que han recibido, que mientras estuvieron bien estaban comprometidos y luego por motivos inspirados por la soberbia o la vanidad la abandonan.

2.      SE LES HABLA EN PARÁBOLAS, PARA QUE MIREN SIN VER Y OIGAN SIN COMPRENDER

“A los demás, en cambio, se les habla en parábolas, para que miren sin ver y oigan sin comprender", para estimularlos a pensar por sí mismos, para que el corazón le encuentre sentido a la enseñanza, la parábola es la narración de un suceso fingido de la que se deduce una enseñanza moral o una verdad y tiene grandes ventajas. La verdad presentada de esta forma queda más grabada en la memoria que una mera exposición didáctica, ninguna enseñanza acerca de la misericordia del Señor hacia los pecadores arrepentidos habría producido el efecto de la parábola del hijo pródigo (Lc. 15:11-32). Por otra parte, cuando un profeta o predicador debía reprender a un personaje importante que no fuera a aceptar su culpabilidad, podían usar una parábola habilidosa para cautivarlos e iluminar su conciencia.

“Como se reunía una gran multitud y acudía a Jesús gente de todas las ciudades, él les dijo, valiéndose de una parábola: “Escuchen. Salió el sembrador a sembrar. Cuando iba sembrando, unos granos cayeron en la vereda; vinieron los pájaros y se los comieron ”

Esta parábola nos narra de un sembrador que sale a sembrar a voleo, el no ha escogido el terreno, y en el voleo la simiente cae en lugares diferentes, entonces no le es fácil saber si esta fructificará o no, además por ser terrenos distintos donde cae esta, encuentra dificultades para crecer, es así como cae en cuatro terrenos diferentes.

Parte de la semilla cayó al borde del camino; esos pequeños caminos que atraviesan los campos. Los pájaros, siempre al acecho, se la comieron. La conclusión es hacernos ver que se perdió.

3.      HEMOS DE DISTINGUIR ENTRE ESCUCHAR Y ENTENDER.

El desarrollo de la palabra debe pasar desde lo externo a ser algo interior, lo que exige tiempo y un trabajo del individuo por el que se va identificando con unos valores que deben llevarle, lógicamente, a un cambio de conducta. Si no se llega a este cambio de vida, nos quedaremos en unos conocimientos que para poco o nada nos van a servir. De ahí que Jesús nos hable de lo sembrado al borde del camino. Es cuando la palabra queda al margen de la vida de la persona, sin comprometerla. Estaremos en este grupo si rechazamos la palabra abiertamente, y no integramos en nuestra vida, como los que adaptan externamente al mensaje que escuchan, pero no lo asimilan interiormente por no llegarles como algo válido para su vida, sino como una rutina social o una imposición familiar; sin olvidar las resistencias que pueden surgir dentro del hombre para no enfrentarse con los valores en uso en la sociedad. Así son, esa mayoría que se declara cristiana sociológicamente, que se bautiza y hasta cumple con algunos ritos establecidos, pero interiormente comparten los mismos criterios de vida que el resto de la sociedad no cristiana. Escuchan sin entender, por ser terreno duro, impenetrable, empedrado y machacado por la costumbre y la rutina. Todo lo escuchan como ya sabido. La semilla cae sobre ellos, pero no puede penetrar, esto es, rebota.

Toda religión que no es fruto de la convicción personal termina creando el repudio, haciendo el ridículo. Por esa razón cuando leemos este fragmento del evangelio en san Lucas nos dice que antes de ser comida por los pájaros fue pisada por los hombres (Lc 8,5).

4.      LO SEMBRADO EN TERRENO PEDREGOSO TAMBIÉN SE PIERDE.

Dice Jesús; “Otros cayeron en terreno pedregoso, donde apenas había tierra; como la tierra no era profunda, las plantas brotaron enseguida; pero cuando salió el sol, se quemaron, y por falta de raíz, se secaron”

Lo sembrado en terreno pedregoso también se pierde. Al tener poca tierra, sin raíces profundas, el sol la secó. Somos de este grupo si aceptamos la palabra sin profundizarla y cuando nos vienen las dificultades lo dejamos todo. Pero también es necesario destacar que muchos jóvenes en sus escuelas reciben inicialmente su formación religiosa, muchos niños asisten a catecismo a fin de preparase para su primera comunión o para la confirmación, y se saben ciertas cosa que repiten y poco sienten, porque no les hemos enseñado a valorar lo que han recibido, y no profundizan las enseñanzas porque les hemos dejado permisivamente que le den mas importancia a otros valores que no son de nuestra fe, no es como dicen algunos por falta de edad madura, porque los retoños se deben cuidar y regar para crezcan fuertes y si no se hace así, seguro que se secaran antes de crecer.

5.      OTRA CAYÓ ENTRE LAS ESPINAS O LAS ZARZAS, QUE AHOGARON LA SEMILLA AL DESARROLLARSE

Dice Jesús: “Otros granos cayeron entre espinas; las espinas crecieron, ahogaron las plantas y no las dejaron madurar.”

Otra cayó entre las espinas o las zarzas, que ahogaron la semilla al desarrollarse. La tierra era fecunda y profunda, en ella la semilla podía haber germinado. Sin embargo, también se secó. En este grupo podemos incluirnos si tenemos mucho que dejar para poder ser cristianos: las riquezas, los criterios de clase, los placeres, la posición social y por estos motivos nos apresuramos a ahogar la simiente por miedo a las complicaciones que podrían ocasionarnos. Aquí están los que pretenden engañarse compaginando los valores de Dios con los que representa el dinero. Aquí se sitúan los que suelen gozar de buena reputación y ocupar puestos preferentes en la Iglesia. ¿Estamos dentro de estos?

Vemos cómo en tres ocasiones falla la siembra. Lo que no quiere decir que se den claramente estos tres tipos de personas. Suelen darse mezclados y coexistir en el mismo individuo. Lo que importa destacar es que el reino es rechazado por unos, por las razones que sean, y aceptado por otros; y que los que lo aceptan lo demuestran con una vida a favor del pueblo, con una vida en la que están presentes las bienaventuranzas.

6.      UNA PARTE CAYÓ EN BUENA TIERRA Y DIO EL FRUTO ESPERADO

Finalmente, los otros granos cayeron en tierra buena; las plantas fueron brotando y creciendo y produjeron el treinta, el sesenta o el ciento por uno”.

Sin embargo una parte cayó en buena tierra y dio el fruto esperado, esto nos representa, solo si hemos escuchado y entendido plenamente, y lo hemos puesto en práctica.

Porque sólo si la semilla echa raíces dentro del corazón humano podremos hacer frente a las dificultades que han de llegar inevitablemente. A este grupo pertenecen los que entienden que, aunque hayan recibido el evangelio con corazón sincero, las situaciones externas pueden cambiar y hacerles entrar en crisis. Entienden que cada etapa de la vida tiene sus propias dificultades, que no son seres ya hechos, sino en constante crecimiento, que las situaciones son siempre distintas, que cada día trae sus propias inquietudes y dudas y que diariamente deben plantearse lo que ayer parecía seguro.

Son los que reciben el reino de Dios como una revelación, como una interpelación personal, como una llamada constante a superarse. Son los que se dejan vaciar, desenmascarar, desalojar de su seguridad y de su buena conciencia. Son los que toman para sí cuanto se dice, los que están en actitud permanente de conversión y de arrepentimiento, los que se han reconocido en los tres grupos anteriores. El mensaje de Jesús no es aceptable sin más. Es necesario estar libre de toda estima y ambición de poder y de tener; hacerlo nuestro, carne de nuestra carne y espíritu de nuestro espíritu; desprendernos de todo agobio por la subsistencia y del deseo de comodidad. ¿Escuchamos la palabra convencidos de estar ya en el buen camino y aplicándolo sólo a los demás? ¿La escuchamos con entusiasmo y la dejamos cuando nos exige esfuerzo y constancia? ¿Nos vemos con ánimo para irla llevando de verdad a la práctica?...

7.      EN TODO LOS CASOS, EL QUE MEJOR NOS PUEDE EXPLICAR UNA PARÁBOLA ES EL MISMO JESÚS, QUE LES DIJO A CONTINUACIÓN:

‘Los que reciben la semilla en terreno pedregoso’, son los que, al escuchar la palabra, de momento la reciben con alegría; pero no tienen raíces, son inconstantes, y en cuanto surge un problema o una contrariedad por causa de la palabra, se dan por vencidos. ‘Los que reciben la semilla entre espinas’ son los que escuchan la palabra; pero por las preocupaciones de esta vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás, que los invade, ahogan la palabra y la hacen estéril. Por fin, ‘los que reciben la semilla en tierra buena’ son aquellos que escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha: unos, de treinta; otros, de sesenta; y otros, de ciento por uno”.

El Señor les Bendiga

   Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

UNA MÍNIMA GRIETA DONDE SEMBRAR SU PALABRA, UNA RENDIJA POR LA QUE PUEDA ENTRAR CON SU LUZ.

Dios pone su ley en nuestros corazones, olvida nuestros pecados; por medio de Cristo estamos santificados... Casi podríamos tener la impresión de que mientras que en la antigua ley había que hacer «muchas cosas» con poco resultado, en la «nueva y eterna alianza» no hay que hacer nada para obtener el máximo resultado. En cierto sentido esto es verdad, pero el «no hacer nada» debe ser en realidad plena disponibilidad para acoger los dones de Dios. La parábola evangélica completa adecuadamente e ilumina el contenido doctrinal de la primera lectura. Aceptar recibir no es una cosa fácil para el hombre, puesto que requiere una gran humildad. No es fácil reconocerse pobre, hacerse mendigo... En una sociedad como la nuestra, donde reina la abundancia, donde está de moda el mito del hombre infalible, donde la mentalidad dominante difunde una «cultura» basada en el éxito, en el saber y en el poder, en este contexto quien es pobre y tiene hambre de la Palabra de Dios es verdaderamente un extranjero, alguien que vive aislado. Llegamos incluso a ser incapaces de reconocer cuáles son nuestras auténticas necesidades. ¿Qué es, en efecto, la tierra árida de la parábola sino ese vacío, ese deseo de la verdad y del silencio que todo hombre debería redescubrir en el fondo de su propio corazón, para reconocerse, finalmente, mendigo de Dios, buscador de lo absoluto? La Palabra encuentra en este vacío el terreno fecundo para fructificar. Sin embargo, mientras espera, el Señor busca de mil modos, incluso en los corazones aparentemente más cerrados, una mínima grieta donde sembrar su Palabra, una rendija por la que pueda entrar con su luz.

Este infinito y paciente amor de Dios, esta indómita esperanza suya, no nos autoriza, sin embargo, a dejar sin cultivar el jardín de nuestra alma; al contrario, nos impulsa a prepararlo con mayor cuidado en la espera trémula de que el divino Sembrador pase y se ponga solícitamente a trabajar para consumar su obra.

 

ORACION (3)

 

Resposta  Mensagem 28 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 04:21

“Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse”

Mc 4, 21-25

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

Esta enseñanza de Cristo es una pequeña parábola. Es una enseñanza ilustrada con un pequeño ejemplo parabólico. Nadie enciende en la noche, en su casa, una lámpara, cuando hay necesidad de su luz, para ocultarla bajo una caja o bajo la cama. Si se la enciende, es para que luzca.

Pues si El enciende ahora, con parábolas, el misterio del Reino, no es para que quede oculto, sino para que, en su momento oportuno, se conozca: brille su luz. La doctrina salvadora del Reino no es enseñada para que quede oculta, sino para que dé a todos luz de vida.

La doctrina del Reino, “crecerá,” se divulgará, se extenderá; no quedará “oculta.” Esa fue la misión de los apóstoles, esa es nuestra misión. Si en ellos se encendió esta luz del Reino, no fue para esconderla, sino para que fuera divulgada, enseñada y predicada. Es la misma enseñanza que Cristo les dirige en el “sermón del Monte,” cuando les dice que ellos son “la luz del mundo” La luz de los discípulos es la misma que la de su Maestro Jesús. Sin la luz de Cristo, el mundo queda en tinieblas. Y cuando se camina en la oscuridad, se tropieza y se cae.

El evangelio es una lámpara, que cumple con la función de mostrar con la luz, lo que no se ve por estar en las tinieblas, a la luz nada puede permanecer escondido. Para el cristiano, sin embargo, no acaba todo en ver la luz del evangelio o en que éste sea manifestado a todos. Quienes han recibido el mensaje-luz del evangelio, tienen que hacerlo producir, o lo que es igual, hacerlo vida.

Pero al mismo tiempo tiene que convertirse, a su vez, en luz que ilumine, pues una luz que no ilumina, no sirve para nada.

‘Te he destinado a ser luz de las naciones, para que lleves la salvación hasta el último rincón de la tierra’”. (Hechos de los Apóstoles 13,14. 43-52)

Para la Luz de Cristo, nada queda oculto. “Yo soy la luz del mundo –dice el Señor–; el que me sigue tendrá la luz de la vida”.

“Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse.”

¿Qué se le puede ocultar a Dios?, ¿Qué se puede tapar, encubrir a la vista o impedir que se note a los ojos de Dios?, absolutamente nada se le puede esconder, pero Dios no se conforma con lo exterior, con demostraciones mediante ritos o ceremonias, porque estas cosas tienen sentido solo cuando nacen en el interior, y es porque El mira el corazón, “La mirada de Dios no es como la mirada del hombre, el hombre mira las apariencias, pero Dios, mira el corazón” (1 Sam 16,7). En consecuencia, nuestro corazón sabe ser puro, libre de odio, rencor, vanidad, libre de todo lo que nos impida amar, transparente a la Luz de Cristo.

Pero la purificación del corazón es obra del Espíritu Santo, y esto sucede cuando se abre el corazón al Espíritu, es así como con un corazón abierto, entregado al Espíritu Santo, poseído por El, nos libera de todo los que no es agradable a Dios, no deja nada oculto al Señor, entonces surgen rectos y buenos sentimientos, buenas obras y buenas acciones.

“¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!” Y les decía: “¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará para ustedes, y les darán más todavía.”

Algo que debemos tener es transparencia, esto es la capacidad de un cuerpo para dejar pasar la luz, los cristianos debemos ser transparente con el Señor, debemos iluminar nuestro corazón, nuestro interior e iluminar el ambiente en que vivimos y trabajamos, no se comprende un discípulo del Señor sin luz, sin la luz de Cristo. Luz que ilumina el mundo para que el hombre pueda ver y orientarse. Ilumina los caminos de la vida y pueden por eso ser recorridos, y sacarnos de las tinieblas. El que vive sin luz, vive en la gran ignorancia y confusión por falta de conocimientos, de visión y fe.

Entonces iluminemos el mundo con el mensaje del Evangelio. El cristiano tiene que mostrar con hechos la asimilación del mensaje evangélico y hacerlo producir. El que pone por obra ese mensaje se le dará; al que no, se le quitará hasta lo que cree tener. Porque no se entiende que el discípulo que ha conocido la luz, pueda seguir viviendo en tinieblas o hacer que otros vivan en la oscuridad.

El Señor les Bendiga

   Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

EL CRISTIANO CAMINA INCANSABLEMENTE POR UN CAMINO NUEVO Y VIVO.

Aquí abajo nunca considera que ha llegado, nunca se siente satisfecho con los resultados alcanzados o asegurado contra los peligros y las insidias. Con la mirada fija en la meta, nunca debe detenerse: eso sería retroceder. Por otra parte, esta urgencia insaciable de ir siempre «más allá» es la señal misma de la presencia en él de algo -o Alguien- que le supera infinitamente. Es el amor derramado por el Padre en nuestros corazones el que nos da ojos para descubrir a nuestro alrededor situaciones de pobreza que tienen necesidad de socorro, de consuelo, de esperanza. Estamos todos en camino hacia la morada de paz, pero no llegaremos a ella sino juntos, ayudándonos mutuamente. Y es precisamente la caridad la que nos renueva siempre el camino, porque con su divina intuición es capaz de hacemos descubrir, bajo las más míseras apariencias, la llama de la vida que quiere nacer. Entonces la fatiga deja de contar, puesto que ve brillar la luz allí donde reinan la tristeza y la muerte.

Jesús nos invita en el evangelio de Marcos a escuchar atentamente su Palabra, para que nos impregnemos hasta tal punto de ella que la hagamos rebosar fuera de nosotros, que la irradiemos. El autor de la carta a los Hebreos nos propone una manera muy sencilla de ser misioneros del evangelio: animamos recíprocamente, evangelizarnos unos a otros practicando la caridad fraterna en las situaciones de la vida cotidiana. Es imposible que este amor humilde y sincero no suscite interrogantes en quienes nos ven vivir de un modo tan «diferente» y tan bello. Las historias de muchas conversiones han empezado precisamente así: del encuentro con creyentes que vivían a Jesús. «¿Acaso se trae la lámpara para taparla con una vasija de barro?». A buen seguro que no. La lámpara existe sólo para brillar con un rayo de esperanza en la oscuridad de la noche. Como los cristianos en el mundo.

ORACION (3)

 

Jesús, al principio tú estabas junto al Padre, dirigido a él en el amor; ahora estás también con nosotros, misericordiosamente inclinado sobre nuestras heridas; caminas con nosotros y nos llevas sobre tus sagrados hombros. No sólo nos indicas la senda, sino que tú mismo eres el Camino hacia la casa del Padre. Estás viendo cómo, a veces, nos sorprende el cansancio, nos aferra el miedo; tú conoces bien nuestras secretas tentaciones, que nos invitan a detenernos, a dirigir la mirada hacia atrás... Y nosotros sentimos, por encima de todo el humano sufrir, tu mirada misericordiosa, que se posa sobre nosotros; en la hora de la prueba sólo en ti ponemos nuestra confianza. Tu Palabra, fiel, siempre nos sostiene, porque creemos que todo tu camino, todo trecho del camino, por muy áspero y escarpado que sea, no es un sendero desconocido, sino que es camino de salvación y quien lo toma encuentra su paz. Todo tu camino, aunque parezca duro e interminable, es un paso a la vida que no tiene límites.

Concédenos, Señor, cada día el ánimo para volver a partir todos juntos; no permitas que nunca se quede alguien atrás, sentado en sus ruinas, con el corazón cargado de tristeza. Señor, ven en nuestra ayuda, para que deseemos llegar a contemplar sin velos tu rostro en el Reino de la luz.

 


Resposta  Mensagem 29 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 04:22

“Y con muchas parábolas como éstas les anunciaba la Palabra

Mc 4, 26-34

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

Este fragmento del evangelio esta compuesto de dos parábolas y una explicación final sobre como enseñaba Jesús. En la primera parábola, propia del evangelio de san Marcos, no se refiere, como en las anteriores, a los apóstoles, sino que es una enseñanza en general. A esto mismo lleva el tema de la misma.

El contenido de esta parábola no es explicado por Jesús como en otros casos, esto da origen a enfoques muy personales de interpretación, talvez sea considerada auto-explicativa.

Sin embargo, podemos decir también, que El reino de Dios es la Iglesia; la semilla, la predicación; la tierra, los oyentes; el hombre que siembra, es Jesucristo, o, en general, los predicadores; la recolección, la muerte o el juicio; Dios es el sembrador. Lo que se trata de comparar o ilustrar es: si la tierra es buena, todo irá bien; basta poner en ella la semilla de la palabra.

Así sucede con el reino de los cielos. A esta situación de la semilla que germina por sí misma, según el curso normal de las cosas, por ese vigor virtual que ella tiene, de igual modo sucede el germinar y desarrollarse del Reino de los Cielos: el vigor interno vital de que está dotado le hará irse desarrollando necesariamente, aunque posiblemente entra también en el contenido de la parábola el irse desarrollando como la germinación de la semilla, gradualmente. No es el hombre el que hace germinar ni desenvolverse ni la semilla ni el Reino, aunque condiciones externas puedan favorecerlo, sino el vigor vital de que están dotados. Un gran comentario a esta parábola son las palabras de San Pablo, cuando escribe: “¿Quién es Apolo y quién es Pablo? Ministros según lo que a cada uno ha dado el Señor. Yo planté, Apolo regó; pero quien dio el crecimiento fue Dios” (1 Cor 3:5.6).

El reino de Dios, una vez puesto en la tierra por Cristo, llegará necesariamente a su madurez. No podrán los seres humanos impedir la vitalidad y el crecimiento del mismo.

La semilla crece en nosotros, pero es pequeña. Si decimos que si a la Palabra de Dios, El le dará la fuerza necesaria y nosotros dispondremos de la fecundidad de esa semilla en nuestro Espíritu. La Palabra lleva en si, una fuerza interior, que nos transforma la vida. Pero esta lleva distintas etapas para desarrollarse, primero las oímos o la leemos, luego la conservamos en nuestro interior, la meditamos en profundidad, buscamos comprender su alcance y luego se nos convierte en vida.

La segunda narración es puramente parabólica. La enseñanza está en la comparación establecida entre el grano “más pequeño” que crece hasta hacerse la “más grande de las hortalizas.” En orden a completar el cuadro descriptivo, se dice que se llega a hacer un “árbol” (Mt-Lc), en el que las aves del cielo pueden establecerse. La comparación se establece entre lo “más pequeño” que viene a hacerse “lo más grande.” De igual modo sucedería con el Reino: en los comienzos es mínimo, son pocas personas las que se les unen, pero vendría a ser muy grande, tanto que cabrán en él multitudes. San Marcos, embellece la narración diciendo de ese pequeño grano de mostaza que “echó ramas tan grandes, que a su sombra pueden cobijarse las aves del cielo.” Ya en el A.T. se encuentra la imagen de un árbol que va creciendo y sirve de protección a los súbditos de un gran reino bajo la metáfora de aves del cielo (Dan 4:10ss; Ez 17:23; 31:6).

Finalmente San Marcos nos dice que “con muchas parábolas como éstas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender.” Este pasaje es de gran interés para valorar la finalidad del método parabólico que utiliza Jesús en su enseñanza. Jesús sabe bien como hacerse entender pedagógicamente, es decir El habla para que le entiendan y utiliza los elementos de la naturaleza que a todos les son conocidos. Las parábolas son ilustrativas, pero al igual que en ese entonces, esto exige atención, buenas disposiciones, y también, en ocasiones, buscar nueva luz en ello.

Dice San Marcos, que a sus propios discípulos, Jesús en privado, les explicaba todo. Los apóstoles, en privado piden nuevas aclaraciones. Por eso, aun siendo el método el mismo para los apóstoles y el pueblo, aquéllos logran más provecho, “les es dado (de hecho) conocer el misterio del reino de Dios”; Jesús trata con especial cuidado a sus apóstoles, los adoctrina y les enseña cercanamente, ellos son sus profetas y los ayuda para que puedan sobrellevar la gran responsabilidad que les esta entregando.

Nosotros también podemos recibir cercanamente la ayuda de Jesús, solo tenemos que iniciar una vida intima con El, aproximándonos al Corazón de Jesús, manteniendo estrechas relaciones con El, comunicándole nuestro interior, abriéndole nuestro espíritu, no guardando ningún secreto, acostumbrándonos a hablar con El, con honestidad, sencillez, con toda confianza.

El Señor les Bendiga

   Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

DOS PEQUEÑAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO

Sólo haciendo nuestro el «deseo de Dios» expresado en tantas páginas del Antiguo Testamento, y de modo absolutamente particular en los salmos, es posible intuir qué grande debió de ser la alegría de los primeros judeocristianos cuando, iluminados por la gracia, reconocieron en Jesús al Mesías, al Esperado por todas las gentes, al Salvador prometido. Este descubrimiento suscitó un gran fervor; los nuevos cristianos se encaminaron con entusiasmo por el «camino nuevo y vivo». Pero muy pronto se dieron cuenta de que el camino era largo y fatigoso; la exaltación inicial cedió el paso al desaliento. Es la hora de la prueba, en la que es preciso resistir con paciencia. El autor de la carta a los Hebreos exhorta, por tanto, a sus interlocutores a perseverar con buen ánimo. Aunque el paisaje parezca estar desolado, cada paso les aproxima a la meta. Hay períodos en la vida de cada persona en los que se vuelve necesario aferrarnos con todas nuestras fuerzas a la virtud de la esperanza. Esta es, por así decirlo, el bastón del peregrino que se dirige hacia el Reino de los Cielos.

También las dos pequeñas parábolas del evangelio aluden a esta virtud. ¿No es acaso su presencia la que nos hace soportable el tiempo que discurre entre la siembra y la siega? Es preciso estar fuertemente motivados para perseverar cuando el desánimo, como un ladrón, viene a robarnos las pocas fuerzas de las que disponemos. Sólo la esperanza nos las puede restituir. Con todo, también ella debe tener un sólido fundamento. No basta con mantener fija la mirada en las realidades futuras, en el Reino que parece inalcanzable. Entonces, ¿en qué se puede apoyar la esperanza cristiana? En la experiencia de los peregrinos de Emaús, en la certeza de que aquel que nos llama a la meta es también nuestro silencioso compañero de viaje, y cuanto más duro se vuelve el camino, más presente se hace.

 

ORACION (3)

 

Señor Jesús, eterno Viviente, tú eres nuestra única esperanza. Por nosotros te escondiste como semilla en nuestra humana debilidad; experimentaste la persecución, el peso de la soledad y la aflicción de la pobreza; por nosotros aceptaste voluntariamente la muerte, por nosotros te hiciste Pan de vida que nos sostiene a lo largo del camino. Tú nos conoces en lo íntimo y ves nuestras tribulaciones y la fatiga que nos produce el compromiso de conservar la fe. Perdónanos si hemos dejado envejecer nuestro corazón, perdiendo el ardor y el entusiasmo de nuestro primer amor. Despierta en nosotros el hermoso recuerdo de nuestra enamorada juventud, para que nunca nada ni nadie pueda apartamos de buscar tu rostro. Quédate con nosotros en la hora de la prueba y concédenos la fuerza de tu Espíritu para serte fieles hasta la muerte. Contigo ni siquiera nuestra pobreza nos espanta ya: al ofrecértela, se convierte en el pequeño signo de nuestro infinito deseo de colaborar en la realización de tu Reino.


Resposta  Mensagem 30 de 30 no assunto 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 02/05/2011 04:23

“¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?”.

Mc 4, 35-41

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

1. “CRUCEMOS A LA OTRA ORILLA”.

Un día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: “Crucemos a la otra orilla”. Jesús, invita solo a sus discípulos, para que fuesen testigos del milagro que iba a obrar. Pero fue sólo con ellos, a fin de que nadie viera su poca fe.

Dice San Marcos que había otras barcas junto a la suya. Y para que no se enorgullecieran sus discípulos porque los llevaba a ellos solos, permitió el peligro en que se vieron, con objeto, pues, de que los impresionase más el milagro que iba a obrar. El da tiempo al temor entregándose al sueño.

2. “JESÚS ESTABA EN LA POPA, DURMIENDO SOBRE EL CABEZAL”

La descripción que hace San Marcos, es descriptiva. Así, precisa: “Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal”, Luego presenta a Jesús mandando por separado al viento y al mar que se sosieguen. Aunque los apóstoles ya habían presenciado algunos milagros de Jesús, no pensaron en su poder ante un espectáculo tan imponente, esto les produce una fuerte admiración de preguntarse quién sea el que tiene tantos poderes. Ya se había pensado que El fuese el Mesías. Cristo va preparando gradualmente el proceso de su revelación divina.

Si Jesús hubiese estado despierto, no habrían temido ni rogado por la tempestad que se levantó, o no habrían creído que pudiera hacer tal milagro.

3. “¡MAESTRO! ¿NO TE IMPORTA QUE NOS AHOGUEMOS?”

En el evangelio, parece que Jesús los dejó caer en el peligro de la prueba, para que experimentasen en sí mismos su virtud, cuyos beneficios habían visto en los otros, así es como dormía, pues, sobre la popa de la barca reclinada la cabeza en una tabla. Todavía no conocían su gloria los discípulos que estaban con El, y aunque creían que despierto podía mandar a los vientos, no creían pudiera hacerlo estando dormido o descansando. Por eso lo despertaron y le dijeron: “¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?”

4. “¡SILENCIO! ¡CÁLLATE!”

Despertándose Jesús, Él increpó al viento y dijo al mar: “¡Silencio! ¡Cállate!” Del movimiento del mar se levanta cierto sonido o ruido que parece ser como su voz que anuncia el peligro que amenaza. Por esto, usando de una metáfora, le manda que se sosiegue con la palabra "cállate", produciendo un cambio a lo que altera la paz de sus discípulos. El efecto vino de inmediato, el viento se aplacó y sobrevino una gran calma.

5. “¿POR QUÉ TIENEN MIEDO?

Después Jesús les dijo: “¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?” Reprendió entonces a sus discípulos por su falta de fe. Si hubieran tenido fe, hubiesen creído que aun durmiendo podía conservarlos sanos y salvos. Jesús se mostró a ellos como Dios, y como hombre, por cuanto se rindió al sueño.

6. “ENTONCES SE DESATÓ UN FUERTE VENDAVAL, Y LAS OLAS ENTRABAN EN LA BARCA”.

Así nos sucede algunas veces a nosotros, se nos desata un vendaval de problemas en nuestra vida y la turbación entra en nosotros con amenaza de hundirnos, olas que ahogan nuestro ánimo y nuestro deseo de superarnos. Los temores nos invaden el alma y nos hacen perder el trato íntimo con Dios. Muchas veces son cosas simples de resolver, pero nos imposibilitan a entregarnos con tranquilidad a la oración. En otras ocasiones, recibimos alguna noticia poco agradable y perdemos la calma. Entonces vemos que en el fondo de nuestro corazón, pareciera que esta dormido Jesús, y le preguntamos, ¿porque a nosotros, no te importa que nos ahoguemos? .

7. JESÚS, NO DUERME NI ABANDONA A SUS HERMANOS

En efecto, el Señor nunca nos deja, pero nosotros si podemos dejarlo a El, entonces parece que si le dejamos, El permite una tempestad en nosotros y vivimos momentos de contradicción y temor. Para superar todo momento difícil, no dejemos de acudir a El, aunque pareciera que no nos esta oyendo, si lo esta. Porque El Señor Jesús, no duerme ni abandona a sus hermanos, pero si prueba su fe, su constancia y su fidelidad. En cierta oportunidad, Santa Catalina de Siena, se quejo que de que el Señor la había abandonado en la hora de una prueba y el Señor le respondió, “Nunca estuve mas cerca de ti que en ese momento”

8. SI DAMOS TODO DE SI, PODEMOS CONFIAR EN LA AYUDA DE JESÚS.

Tenemos que poner mucho de nosotros y hacerlo en forma habitual cada día, ya que Jesús nos pide esfuerzo, y si damos todo de si, podemos confiar en la ayuda de Jesús. Frente al peligro, El nos extenderá cariñosamente las manos para salvarnos, pero nos hará ver la poca fe, nos echará en cara que si estuvimos en peligro y tuvimos miedo fue por no confiar en El o por que no hemos distanciados de El.

9. LA SEGURIDAD DE QUE CRISTO ESTÁ CON NOSOTROS

Nuestra vida, se desarrolla y avanza en medio de las dificultades y tempestades de esta vida terrenal; algunas veces puede dar la impresión de que vamos a naufragar, y nos hundiremos totalmente, a pesar de nuestra habilidad para salir de las situaciones difíciles. Sólo la seguridad de que Cristo está con nosotros –aunque a veces se piense que esta dormido, nos da la seguridad de salir triunfante de las olas amenazantes y de toda tempestad, y de poder llegar al puerto definitivo. Ante las dificultades que parecen insuperables, tengamos confianza en el Cristo invisible, que domina la situación porque es el Señor de lo imposible.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

DISCÍPULOS DESCONCERTADOS Y TEMEROSOS

La pregunta sobre la identidad de Jesús es una constante en el evangelio de Marcos (cf. Mc 1,27). La familiaridad con él no facilita mucho las cosas a los discípulos; más aún, habituarse a tenerlo como compañero de camino, tomarlo con ellos en su propia barca, puede engendrar la ilusión de haberse apoderado de él. Pero la inesperada tempestad supone para ellos un brusco despertar, un despertar que pone en crisis la confianza en el Maestro, y casi oímos la decepción en sus voces: “¿No te importa que perezcamos?”.

Cuántas veces nos sentimos tranquilos, al amparo de nuestras comunidades bien organizadas, protegidos por la asiduidad a los ritos y tranquilizados por lecturas edificantes. Incluso cuando nos aventuramos a salir al exterior, creemos seguir teniendo con nosotros al Señor, aunque, en realidad, no nos fiamos hasta el fondo de él: a la primera adversidad, a los primeros fracasos, le reprochamos habernos abandonado.

La fragilidad, la incertidumbre, la duda, nos parece que son sólo de los otros: nosotros conocemos bien el catecismo, ¡qué diantre! Sin embargo, también temblamos apenas se levanta el viento: somos nosotros los discípulos desconcertados y temerosos, somos.

ORACION (3)

 

Socorre nuestra fragilidad, Señor, y humilla nuestro orgullo. Abre nuestros ojos para que reconozcamos nuestro pecado. Nos jactamos ante los otros, como si el don de formar parte de tu rebaño fuera una garantía y no una gracia inmerecida. Ayúdanos a comprender que el conocimiento de tu Evangelio es un don que debemos comunicar a los otros, y no una posesión que debemos guardar celosamente.

Sostennos en las pruebas, para que no caigamos en la tentación de considerar el mal como un desmentido de tu bondad. Te acusamos a menudo de estar lejos, de no ver ni oír nuestros lamentos; merecemos tus reproches mucho más que tus discípulos: “¿Por qué sois tan cobardes? ¿Todavía no tenéis fe?”.

No eres tú el que duerme, Señor. Somos nosotros los que no conseguimos verte. Perdónanos y ten piedad de



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