El genio impaciente esperaba la solicitud de deseo detrás del manto de humo que junto con él había escapado de la lámpara. - Quiero tener tiempo, dijo por fin el cirujano siempre atareado, siempre corriendo de un lugar a otro - solo eso, mucho tiempo... Entonces todo se nubló y cuando la claridad borró las sombras, se vio convertido en una pequeña mariposa, una de esas que apenas viven unas cuantas horas y pensó que debía haber ocurrido un terrible error. Sin embargo se dio cuenta que tenia alas para volar y así lo hizo por el cielo mas amplio y mas azul que pudiera recordar, percibió sus diminutos ojos que aun asi abarcaban todo el espacio hasta el horizonte, el aroma de las flores entraba en su cuerpo y sintió que la vida rebosaba plena, sin limites en su interior. Pidió tiempo y comprendió que el genio había cumplido a cabalidad su petición.
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