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PSICOLOGIA: DE NIÑOS SIN INFANCIA A ADULTOS SIN IDENTIDAD
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De: ESKARLATA  (Mensaje original) Enviado: 25/11/2009 21:25

DE NIÑOS SIN INFANCIA A ADULTOS SIN IDENTIDAD

Angela Marulanda

Autora y Educadora

Creo que  una de las circunstancias que más está complicando el porvenir de los hijos en los últimos tiempos es que en nuestro loable deseo de respetar sus derechos, les estamos dando privilegios  propios de los mayores que no les corresponden como niños.  Y a la vez, en nuestro desmedido afán por subsanar nuestras culpas y verlos siempre felices les damos demasiado por lo que los relevamos de muy buena parte de los esfuerzos y deberes que sí les corresponden.

Esto se traduce en que los tratamos como adultos en miniatura desde que son pequeños, mientras que los cuidamos como bebés hasta que son grandes.

En efecto, a los 4 años muchos niños todavía duermen con sus padres, pero exigen ropa de marca y visten como mayores.  A los 7 todavía se les ayuda a vestirse y a amarrarse los zapatos, pero ven novelas para adultos y bailan salsa en las fiestas infantiles.  A los 14 se les recuerda que saluden y que se laven los dientes, pero van a discotecas y se les sirve el trago que quieran.  Y a los 25  todavía viven con la familia (con todos sus gastos pagos) pero los fines de semana "duermen" con sus novios.

Así, mientras que a lo largo de la infancia se acosa a los hijos al darles prerrogativas propias de la adultez, se les frena a medida que van creciendo al tratarlos como infantes, manteniéndolos en una especie de limbo en el que gozan de las ventajas de los mayores y también de los menores.

Esto significa que oscilan entre los dos extremos, moviéndose de ser consentidos como nenes a ser atendidos como jefes del hogar.  Lo grave es que gracias al tratamiento tan contradictorio que reciben llegan a la mayoría de edad sin ninguna claridad sobre su identidad y, por ende, sin saber qué quieren ni para dónde van.

Si los hijos no son niños cuando son menores, tampoco podrán ser adultos cuando sean mayores.  Cuando les damos un poder y un status superiores al que les corresponde como niños estamos madurándolos biches.

Al igual que cuando los frutos se arrancan muy verdes del árbol tardan más en madurar o no lo hacen nunca y no sirven para nada, cuando lo niños crecen bajo condiciones de adultos su proceso de madurez se estanca, por lo que acaban convirtiéndose en personas con cuerpo de grandes pero con mente y corazón de chicos.  Y tampoco sirven para mucho.

Los niños no son adultos en miniatura, son menores de edad, como lo decimos en la declaración de renta.  Si los ponemos en posición de adultos antes de que estén listos para ello, los privamos del espacio que necesitan para ir adquiriendo la madurez que los faculta para estar a la cabeza de sus vidas y responder por su porvenir.  Parce que por darles muchas libertades los estamos privando de la libertad de ser lo que están llamados a ser.  En el proceso de crecer siendo lo que no son, se quedan sin saber quiénes son.



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