Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

AMNESIA la burbuja de ESKARLATA
¡ Feliz Cumpleaños angelvioleta1 !
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 DEBATE 
 
 
  Herramientas
 
PSICOLOGIA: RECUPERA TU EQUILIBRIO
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: ESKARLATA  (Mensaje original) Enviado: 25/11/2009 21:26
Esta mañana, esperando mi turno para que  me atendieran en el banco, observaba como todo el mundo trabajaba sin levantar su cabeza del escritorio lleno de montañas de papeles.
 
Ya era tarde y pensaba que todas estas personas deberían tener sus hijos solos en sus hogares y que tan pronto salieran de aquí tendrían  que llegar corriendo a sus casas a preparar la comida, limpiar, lavar, planchar  y preparar todo para la próxima jornada.
 
Concluí que, para la mayoría, este es un tiempo de grandes exigencias, compromisos, responsabilidades y trabajo. Si alguien de otro planeta nos observara, pensaría que los seres humanos tenemos problemas mentales al utilizar  la vida del modo frenético como lo hacemos.
 
Desde siempre nos han inculcado que el secreto del éxito consiste en trabajar mucho y, por lo tanto, pensamos que trabajar el doble debe ser doblemente bueno. Pero se nos olvida la famosa ley de los "rendimientos decrecientes", que dice: a partir de cierto nivel, por cada hora adicional que trabajemos obtendremos menos y menos. Tener éxito en el trabajo es inútil si somos un fracaso en nuestro hogar; tener éxito en el hogar y en el trabajo es irrelevante si nos olvidamos del disfrute y la diversión. Si sólo hablas con tu pareja sobre obligaciones y problemas del hogar, si sólo ves a tus hijos cuando necesitan algo de ti, si tu jefe se extraña cuando no llegas antes que él a la oficina, es tiempo de parar para recuperar el equilibrio.
 
El secreto para encontrar el perfecto balance, consiste en establecer prioridades.
 
Tómate el tiempo necesario para ordenar, con calma y de acuerdo a la importancia que tienen para ti, la relación de pareja, tus hijos, tu salud, el trabajo, la realización personal, tu formación, el descanso, tu deporte preferido, los amigos, la diversión, tus familiares, la vida interior…

Dedícale menos tiempo a la preocupación y al trabajo, y más tiempo a tu familia y a los amigos. Yo sé que necesitas producir dinero para vivir, pero si organizas tus gastos de una mejor manera, podrás disfrutar más de tus relaciones personales y de todo lo que te ofrece la vida. Por ejemplo: en lugar de salir a un restaurante a gastar el dinero que tan duramente te has ganado, organiza con todos los miembros de tu familia una comida especial en casa donde todos participen, te aseguro que se divertirán mucho más. Tus seres queridos necesitan más de tu atención y del tiempo que tengas para compartir con ellos que de regalos costosos. Vence la culpa que sientes al dedicarle tiempo al ocio en lugar de dárselo al trabajo, comparte más con tus personas queridas. ¿Para cuándo lo vas a dejar? Cuando tus hijos crezcan ya no van a estar interesados en pasar tiempo contigo y la pareja se cansa generalmente de esperar y de la soledad.
 
El verdadero éxito consiste en conseguir lo que se quiere, y la felicidad, en querer lo que se tiene. Cuenta tus bendiciones, bájale la velocidad a tu vida para que puedas disfrutar de lo que tienes, haz un inventario de los tesoros y valores que has desperdiciado debido a tu estilo de vida apresurado o equivocado, como amistades verdaderas, aficiones artísticas, pasiones y sueños personales…

Tienes que recargar tus baterías esenciales, es decir, fortalecer tu estima, ganar confianza en ti mismo, apreciar lo que haces para no necesitar el reconocimiento de los demás, respetarte y saber establecer ciertos límites. Aprende a canalizar el estrés y las tensiones que te causa la rutina diaria, no asumas más compromisos y responsabilidades de las que puedes cumplir sin sentirte agobiado; atrévete a decir que no cuando lo consideres necesario y, por encima de todo, ahorra momentos de calidad para hacer aquellas actividades que te den energía, vitalidad, alegría, inspiración y pasión por la vida.
 

Para mantener la amistad

Acéptate. Muchas veces el deseo de parecerte a otra persona, la inseguridad que te causa reconocer tus limitaciones, o el temor a ser maltratada o rechazada por lo demás, hace que te sea más fácil usar máscaras que mostrarte tal y como eres. Sé auténtica.
 
Arriésgate. Corre el riesgo de expresar lo que realmente sientes y piensas. Si quieres evitarte dolor y sufrimiento, vale la pena que te animes a abrir ese contenedor interno donde guardas tus verdaderos sentimientos.

Prueba con tus amigos. Puedes comenzar intentándolo con alguno de tus buenos amigos o con un familiar que te inspire confianza y comprensión. Evita abrirte con esa persona que te criticará y juzgará pensando que de esa manera te ayudará a superarlo mas rápidamente.

Déjate querer. Cuando guardamos por mucho tiempo las emociones que hemos experimentado a solas, éstas se devuelven contra nosotros causándonos tensión y malestar. Vale la pena que te animes a expresarlas en el momento oportuno para transformar, resolver o mejorar tu relación con los demás.
 
Aprender a ser asertivos
 
¡Hola! Maytte. Soy una persona aparentemente muy abierta. Me gusta conocer gente; tanto, que mis amigos dicen que soy experta en las relaciones públicas. Me adapto fácilmente a grupos diferentes, me gusta divertirme y no me complico con nada. Pero, a pesar de que soy así cuando estoy en grupo con mis amigos, me cuesta mucho hablar de lo que siento y no soy capaz de contarle a otra persona lo que me pasa. Hace poco mi pareja tomó la decisión de terminar nuestra relación porque decía que yo nunca le hablaba de lo que pensaba y sentía realmente, y que cada vez que él trataba de acercarse para conversar conmigo, yo inventaba una excusa para alejarme. He pensado que tal vez él tenga razón. A pesar de que he tratado de acercarme, algo me dice que no vale la pena, porque podría perder la imagen que tienen de mí… no sé cómo superarlo.
 
Te felicito por tu capacidad de  relacionarte con otras personas tan fácilmente. Me parece que el  problema lo tienes cuando enfrentas relaciones más personales, de tú a tú. Pero no te preocupes más  por eso, porque es posible resolverlo.  Lo más importante es reconocer  que tenemos un problema y tú  ya lo has hecho. Necesitas aprender a ser asertiva y a mostrarte como eres. La asertividad es la capacidad para expresar opiniones, sentimientos y emociones. A veces sentimos miedo  de que otras personas nos conozcan en profundidad. Pensamos que si saben mucho  de nuestros sentimientos y debilidades, podrían hacernos daño. Por eso preferimos callar y preservar nuestro espacio interior para protegernos. Todos podemos mejorar nuestra forma  de comunicarnos ganando confianza en nosotros mismos y aprendiendo a ser más asertivos. Comienza por fortalecer tu estima personal, conoce y acepta tus cualidades y apóyate en ellas al momento de vencer el temor a compartir con otra persona lo que piensas y sientes en realidad. Elige un buen amigo o amiga para hacerle una pequeña confidencia, no necesitas buscar en tu pasado para hacerlo, simplemente atrévete a hacerle un comentario acerca  de alguna situación que comparten o sobre un suceso cotidiano. También puedes probar contándole sobre tu limitación para hablar de cosas personales. Esto le pasa a muchas personas y estoy segura de que inmediatamente encontrarás comprensión, interés y apoyo  de su parte. Generalmente recibimos lo que entregamos abierta y desinteresadamente.


Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados