Al SEÑOR de los ejércitos es a quien debéis tener por santo.
         Sea El vuestro temor,
         y sea El vuestro terror.

Isaías 8:13 BDLA

EL MIEDO

Por Neil T. Anderson y Rich Miller

El miedo es el instinto más básico de toda criatura viva.

Es la respuesta natural cuando nuestra seguridad física y psicológica se ven amenazadas.

Los temores racionales se aprenden y son vitales para sobrevivir (Ej.: caerse de una silla a edad temprana, desarrollará un saludable respeto por las alturas)

Las fobias son miedos irracionales y revelan problemas del desarrollo y pudieran indicar falta de fe en Dios.

El miedo es diferente de la ansiedad y los ataques de pánico, porque los miedo legítimos tienen objeto.*

Para que un objeto de miedo sea legítimo, debe poseer dos atributos:

     1. Debe percibirse como inminente (presente) y

     2. Potente (poderoso, fuerte)

La mayor parte de los miedos se aprenden de alguna manera, por consecuencia, pueden desaprenderse. (1)

El objeto de miedo deja de ser legítimo, cuando se le quita uno de sus atributos.

El núcleo de la mayoría de las fobias puede remontarse al miedo a la muerte, al hombre o a Satanás.  Ej.: probablemente el miedo a morir sea la raíz de la claustrofobia.

La Escritura nos enseña claramente que no debemos tener miedo a ninguna de las fuentes de esas fobias (la muerte, el hombre y el diablo), porque en cada caso, Dios le ha quitado uno de sus atributos. Por ejemplo,  la realidad de la muerte física siempre es inminente, pero el poder de la muerte fue roto por Cristo en Su muerte y Resurrección.

Las fobias arraigadas en el miedo al hombre, abarcan el rechazo, el fracaso, el abandono y hasta la muerte.

Dos de los atributos de Dios, lo hacen ser el Objeto definitivo de temor en nuestra vida: Él es Omnipresente (siempre presente) y Omnipotente (Todopoderoso).  Adorar a Dios es adscribirle Sus atributos divinos.  Hacemos esto para mantener fresco en nuestra mente, que nuestro amante Padre Celestial siempre está con nosotros y que es más poderoso que cualquier enemigo.

El temor a Dios disipa todos los demás miedos, porque Dios reina Supremo sobre todo objeto de miedo, incluyendo a Satanás.

Satanás quiere que le tengan miedo y le adoren... Las personas y los objetos son adorados cuando la percepción de su poder y valor los eleva por encima de nosotros. 

Solamente Dios debe tener esa posición prominente en nuestra vida. Tenemos que adorar y temer a Dios.

El miedo a cualquier objeto o personalidad que no sea Dios, excluye la fe en Dios, y ésta a ese miedo.

El temor a Dios vence a todos los demás miedos.  La ansiedad es vencida por la fe en Dios, y los ataques espirituales son contrarrestados adorando a Dios en nuestro andar diario.

"No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración; ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo.

    A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo".

Isaías 8:12-13

Tomado de "Libre del miedo" De Neil  T. Anderson y Rich Miller pp.13-18

     (1) Por medio de la renovación de nuestra mente, reconociendo y rechazando la mentira subyacente a todo temor y optando por la Verdad de Dios

     * La ansiedad se diferencía del miedo, en que no tiene objeto ni causa adecuada

Adaptado y enviado por Alondra bat Yeshúa