"Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros". Santiago 4:7

LA BATALLA POR LA MENTE

Por Neil Anderson

La mayoría de los sistemas de computadoras tienen programas que detectan virus... nosotros debiéramos tenerlos también.

No siempre es fácil detectar un virus en nuestro sstema de creencias, porque la estrategia principal del enemigo es el engaño.

Todo cristiano está sometido a pensamientos tentadores, acusadores y engañadores.  La peor de todas las insidias de Satanás es el engaño, porque si usted es tentado, lo sabe; si es acusado, lo sabe; pero si es engañado, no lo sabe.

Por eso nos tenemos que poner la armadura de Dios.  Tomando el escudo de la fe, tenemos que resistir firmes contra los ígneos dardos de Satanás, dirigidos a nuestra mente.

Por eso Jesús ora: "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.  Santifícalos en tu verdad; tu Palabra es verdad" (Juan 17:15,17)

La gente lucha con sus pensamientos, tiene dificultades para concentrarse y algunos hasta oyen "voces" realmente.

Estas "voces" o pensamientos negativos suelen ser de autocondenación, suicidas, delirantes y fóbicas; producen sentimientos de culpa, vergüenza, miedo y ansiedad. ¿Cómo pudiera la gente no sentirse asustada y ansiosa si tiene esa clase de pensamientos?

Un terapeuta o doctor secular probablemente viera la causa como desequilibrio químico y recetaría un antisicótico o un tranquilizante para tratar el desorden ansioso.

No queremos descartar esa posibilidad del todo; pero debemos formular preguntas serias:

¿Cómo puede una sustancia química producir una personalidad o un pensamiento? ¿Cómo pueden los neurotransmisores dispararse en forma tal, que produzcan un pensamiento que la persona se resiste a pensar?

Creemos que esos pensamientos negativos son patrones de la carne aprendidos por vivir en un mundo caído o (son) los dardos ígneos  de Satanás sobre los cuales la Escritura nos advierte claramente.  Un terapeuta con una cosmovisión secular, ni siquiera consideraría tales posibilidades.

Según nuestra experiencia, esos síntomas suelen revelar una batalla por la mente.

En lugar de sugerir medicamentos nuevos o adicionales, nosotros ayudamos a las personas a resolver sus conflictos espirituales y personales, sometiéndose a Dios y resistiendo al diablo* (Stgo. 4:7)

Uno NO puede dar el Fruto del Espiritu si se cree una mentira, si anda metido en el ocultismo, si se aferra al rencor, si se ufana en el orgullo, si vive en rebelión o pecando.  Esos asuntos deben resolverse para poder vivir la paz de Dios **

La mente de personas que luchan con desórdenes ansiosos, está plagada de pensamientos contaminados y pensamientos erróneos sobre sí mismos, Dios y las circunstancias de su vida.

Conectándose con Dios por medio del arrepentimiento genuino, y la renovación de nuestra mente con la verdad de Su Palabra, hará que todo cristiano nacido de nuevo, experimente la verdad de que "la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús" (Filip. 4:7)

* Mediante los "Pasos a la libertad en Cristo" presentes en prácticamente todos los libros de Neil Anderson, al final de los mismos.

** A través del arrepentimiento genuino, la confesión a Dios , la renuncia y el cambio de vida

Tomado de "Libre del miedo" de Neil T. Anderson y Rich Miller, Edit. Unilit pp 69-70

Recopilado, adaptado y enviado por

Alondra bat Jesucristo

LA BATALLA POR LA MENTE 2

Neil T. Anderson

Las armas que usamos no son las del mundo, sino que son poder de Dios capaz de destruir fortalezas. Y así destruimos las acusaciones  y toda altanería que pretenda impedir que se conozca a Dios. Todo pensamiento humano lo sometemos a Cristo, para que lo obedezca a él,

1 Cor 10:4-5  DHH

Destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo.

1 Cor 10:5  BDLA

¿Qué tienes en tu mente?

Por Neil T. Anderson

Si metemos basura en nuestra mente, llevaremos una vida que luce y huele como basura; debemos llevar cautivo cada pensamiento a la obediencia de Cristo (2 Cor 10:5).

No tiene diferencia alguna si los pensamientos se originaron en el televisor, la radio, un libro, un orador, nuestro propio banco de recuerdos, del fondo del abismo o de nuestro pensamiento original propio.  Cautivamos todo pensamiento a la obediencia de Cristo.

Si lo que pensamos no es verdad conforme a la Palabra de Dios, entonces no le preste atención y, en cambio, haga lo que dice Filip 4:8 :

"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad"

Uno no se desembaraza de los pensamientos negativos tratando de no pensar en ellos.  Uno los vence optando (eligiendo) por la verdad y continuando esa opción hasta que los pensamientos negativos sean ahogados o reemplazados completamente por la verdad.

Tomado de "Libre del Anderson y Rich Miller, pp 67-68

Enviado y adaptado por

Alondra bat Yeshúa