Hoy en día muchos han dejado que los problemas y situaciones del diario vivir, le roben el gozo, le apaguen la alegría. Al ir por las calles, suelo ver los rostros de la gente. Sus rostros muestran preocupación, cansancio y muchos de ellos muestran abiertamente mal humor. Es tan raro recibir una sonrisa o un saludo espontáneo de alguien que pase por tu lado. Estamos perdiendo la capacidad de reir.
Saben que el mal humor, el exceso de preocupación puede traer enfermedades a tu cuerpo. Por mencionar sólo algunas; problemas del intestino como colon irritable, estreñimiento, acrecentan los problemas cardiovasculares, insomnio y otros. Y aunque les parezca jocoso,trae envejecimiento prematuro.Nuestro rostro tiene que contraer más musculos cuando nos enojamos que cuando nos reimos. Quizás es por eso que hoy en día hay tanto cirujano plástico haciendose millonarios. Pero Dios tiene el remedio para que evites una cirugia plástica y para que disfrutes de una mejor salud. Pablo dice en Filipenses 4:4 "Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez os digo:¡Regocijaos!".