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BERNARDO STAMATEAS: MENTALIDAD DE BENDECIDO
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De: Alondra bat Yeshúa  (message original) Envoyé: 16/11/2009 02:48

Mentalidad de Bendecido

Wednesday, March 14th, 2007

Por Bernardo Stamateas

Génesis 12:2

Una de las grandes revelaciones que Dios nos dio fue darnos cuenta que Él quiere formar en sus hijos una nueva mentalidad.

La persona que viene a la iglesia por un tiempo y después se pierde y cada tanto “se da una vueltita”, no logra gestar una mentalidad, una manera de funcionar.

Hay gente que va detrás de los predicadores, de los congresos, seminarios y no se congrega, da vuelta por las iglesias. Es gente buena que busca de Dios pero no funciona su fe porque con leer un libro o ir a la iglesia cada tanto, no va a gestar una mentalidad.

Dios quiere trabajar en tu vida es una mentalidad.

Todos tenemos una estructura mental, el tema es que tengamos la mentalidad correcta.

-La atención se inclina hacia la manera de pensar.

Lo que hemos recibido desde chicos creó en nosotros una mentalidad y toda nuestra atención se orienta hacia allí.

Por ejemplo si tengo mentalidad de incompetencia, “que no soy capaz de lograr las cosas”, mi atención siempre se dirigirá hacia los errores, veré mis errores y el de los demás.

Lo que más vemos está indicando de qué manera pensamos.

Si nuestro esquema de pensamiento es de abandono, pensaré: “Lo que amo tarde o temprano me abandonará”, “Las cosas vienen pero mañana se van”, “Todo pasa”. Tu atención detectará siempre señales de rechazo, cuando hablan mal, cuando no te quieren.

Si el esquema es de guerra, dirás: “Todo es una lucha”, “La vida hay que pelearla”, “Todo cuesta sacrificio” y la atención estará dirigida hacia el sacrificio, el esfuerzo y la lucha.

-La memoria se dirige hacia el esquema de pensamiento.

Si mi esquema es de incapacidad los recuerdos más fuertes de mi memoria serán las veces que me equivoqué.

Por eso mucha gente se quiere matar y dice que su vida es una porquería, y no es así sino que

la memoria selecciona los recuerdos que coinciden con su esquema de pensamiento.

¿Por qué es tan difícil cambiar la manera de pensar?

La mente tiene que ser bombardeada permanentemente con palabras de fe

hasta que la vieja mentalidad sea cambiada por la mente de Cristo;

entrarás en lo sobrenatural y funcionarás como Jesús caminó en la tierra, teniendo sus mismos éxitos.


Es difícil cambiar la mente porque, cuanto más tiempo uno piensa como piensa, más se enamora de lo que piensa.


Si de chico aprendiste que eras incapaz, se gestó un sistema de pensamiento de incapacidad, de abandono, de lucha, de pelea, de desconfianza.

Cuantos más sean los años de mal pensamiento, más asentado y enquistado queda en vos.


Por ejemplo, una persona depresiva por treinta o cuarenta años formó un sistema de pensamiento y el problema no es la emoción sino que le cuesta cambiar la manera de pensar que tuvo durante muchos años. Además nos da vergüenza reconocer que pensamos mal.

Es más fácil pavonear y ocultar nuestro sistema de pensamiento equivocado que reconocerlo y cambiarlo.

Por ejemplo:

-Si te crees incapaz, es más fácil que te dediques toda la vida a estudiar y te hagas el intelectual para taparlo; porque en el fondo es el motor de tu manera de pensar.

-Si es el rechazo es más fácil que trates de agradar a todo el mundo o te hagas antipático con los demás.

-un violento habla suavemente y cuando nos enteramos que es golpeador decimos: “Si es buenito”.

O sea, todo lo que exageramos, pavoneamos y queremos demostrar a los demás es porque hay un esquema de pensamiento opuesto.

Cuando una persona histeriquea , quiere llamar la atención en una reunión, mostrar lo que sabe o grita para que todo el mundo le preste atención, es porque tiene un esquema de pensamiento de rechazo y, para que nadie descubra esa manera de pensar, desarrolla lo opuesto.

Dios quiere formar una mentalidad de bendecido: que pensemos, funcionemos y sintamos como bendecido.

Cinco características de los que tienen mentalidad de bendecido.

I- Somos bendecidos antes de tener cosas.

No somos bendecidos por tener cosas sino que tenemos cosas porque somos bendecidos.

Deut. 28: “bendeciré tu entrada y tu salida, bendeciré tu acostar y tu levantar”.

No está bendecido ni el acostar, ni el levantar, ni la entrada, ni la salida sino el bendecido sos vos y por eso cuando vas a la entrada la bendecís.

Cuando vas a tu trabajo, no es el trabajo el bendecido sino vos el que bendice el trabajo.

Decimos algo que no está muy bien: “¿Te compraste un coche? ¡Qué bendición!”

El coche no es la bendición sino vos, el coche es el efecto de estar bendecido.

Dice la Biblia: “Te bendeciré y serás bendición”; nosotros estamos bendecidos.

El ángel le dijo a María; “Bendecida, tendrás al salvador”. María no fue bendecida por parir a Jesús sino lo parió porque era bendecida.

Por ejemplo, si a un lagartijo le cortan la cola le vuelve a crecer, pero a la cola no le sale otro lagartijo.

Eso quiere decir que si pierdo un coche, tendré otro, porque no es el coche que está bendecido sino yo, que soy como el lagartijo.

Si perdí una familia, Dios me la restituirá; si perdí el trabajo, vendrá otro mejor; si perdí la salud seré sanado;

porque no es la familia, ni el trabajo, ni la salud, porque no es la cola del lagartijo, sino nosotros estamos bendecidos.

No somos la cola sino la cabeza y estamos benditos.

Las cosas son el efecto de que estoy bendecido.


Cuando éramos chiquitos jugábamos y le damos vida a las cosas: un palo era un cohete espacial, una media era una pelota de fútbol.

Pero de grandes pensamos que las cosas son las que nos dan vida, creemos que el coche, la ropa, viajar me da vida.

II- Todo será cambiado para bien.

La vida no es justa. Ser bendecidos no significa que no vamos a pasar por problemas; la vida es injusta, pero somos la justicia de Dios.

Fui hecho justicia para vencer la

injusticia.


Lo malo viene a mi vida, pensamos: “Y…bueno, por algo será, si Dios lo mandó…

No todas las cosas que pasan tienen sentido, no busques sentido a todo.

Si se murió alguien decimos: “Dios tiene un propósito”.

O violaron a mi hija: “Bueno, habrá un propósito divino”.

¡No! Hay cosas que no tienen sentido, -aunque nos enseñaron que todo tenía un propósito- y la gente se vuelve loca buscando sentido al dolor.

Dios cambiará el dolor en bendición, Transformará el lamento en baile, Cambiará lo malo en bueno.

Es algo sobrenatural que creemos los que estamos bendecidos. Sí, lo malo nos llega pero tenemos la promesa que

todas las cosas ayudan a bien a los que amamos al Señor.

1- El Señor cambiará el dolor en don.


El Salmo 84 dice que David lloró y sus lágrimas hicieron un pozo, pero Dios mando su lluvia y ese pozo de dolor es una fuente para que otros beban.


Todos los dolores que sufriste hicieron un pozo en tu vida, Dios lo llenará de su agua y será un don para ayudar y bendecir a otros; les dirás: “Yo estuve donde vos estás pero vení a beber; tuve una herida y Dios la ha sanado, la cambió y me ha dado un don para entender al que le está pasando lo mismo”.


Tomás dijo:”quiero una señal de que Jesús resucitó”.

Y cuando Jesús se apareció no le dijo: “Yo soy la señal” sino “toca mis manos y mete tus dedos”. Jesús le mostró una herida.


Tu herida es la señal para que otros crean; la cicatriz de tu dolor ahora la pueden tocar y ya no te duele, ya no sangra porque Cristo la ha sanado y es la evidencia para que otros crean que Cristo resucitó.


Dios hará señal de autoridad de todos nuestros dolores para que digamos: “Sí, fui violado”, “fui maltratada”, “fui abandonada”, ése fue mi dolor pero ahora es una cicatriz sanada, no duele y también creé que Cristo ha sido levantado de los muertos.


2- Cambiará el “no” en nuevos caminos.


Cada vez que te digan “no”, Dios abrirá un camino nuevo.

-Alguien dijo: “Si te dijeron “no” por un camino, vete hacia donde no hay camino y deja una huella”

-Kiyosaki, autor de “Padre rico, Padre pobre”, cuando hizo sus libros nadie se los compraba y Dios le abrió un camino: puso los libros en un lavadero. Y mientras lavaban los coches vendía sus libros, hasta que un día llegó a lavar su coche el dueño de las editoriales más importantes de los Estados Unidos y le dijo que se harían millonarios con ese libro.

Y Kiyosaki es multimillonario.

Porque cuando alguien te diga “no”, Dios te abrirá un lugar insólito para que avances y cumplas Su propósito.


Nehemías le pidió dinero al rey, reconstruyó Israel; al final de su vida se olvidó que Dios cambia el “no” en nuevos caminos, por eso empujaba a la gente, los llevaba de los pelos.

3- Cambia a los enemigos por sus amigos.

Los que me lastiman serán cambiados por ungidos.

Nunca pelees con los “Judas” porque se matan solos, terminan solos con su vida.

Pablo dijo: “Demas me ha abandonado, trae a Marcos

Cuando un enemigo sale de tu vida un amigo viene a tu vida, porque Dios sacará a la gente equivocada y pondrá a la gente correcta.

Por cada persona que te rechazó, Dios levantará a alguien que te amará y respetará, diez veces más de lo que has imaginado.

4- Cambia el miedo en fe.

Miedo es fe en reversa: fe en lo negativo, en lo malo y funciona porque es fe.

Todo lo que es fe funciona.

Dios cambiará el miedo en fe, porque Iremos de gloria en gloria.

Jesús oró y dijo:

“Padre lo que me dijiste lo hice, dame la gloria que tuve cuando estaba contigo”.


Cuando hacemos lo que tenemos que hacer, Dios da una gloria.

Cada vez que obedecemos una gloria viene, y si la Biblia dice que iremos de gloria en gloria, quiere decir que

Dios me va a habilitar para hacer todo lo que El me dijo que haga, porque mi destino es gloria.

Y todo lo que me pidió, lo haré con miedo o sin miedo y Él lo cambiará en bendición.

Usá lo malo que te pasó, que no tiene sentido y que no te lo mandó Dios.

Pensá cómo podés cambiarlo para crecer, para aprender para mejorar, ser mejor persona: que te deje enseñanza, ser mejor papá, mejor hijo, mejor hijo de Dios.

Mientras cambias lo opuesto en bendición, el lamento en baile, mirarás seis meses atrás y descubrirás que has crecido, que s maduraste por esa experiencia triste y declará que lo malo fue cambiado en bendición.

III- Tengo que bendecir a otros.

No cobres todo lo que debes por tu trabajo, bendecí a alguien.

Dice la Biblia: te bendeciré y serás bendición.

El bendecido, bendice; porque si no cancela el estado de bendecido.


Si no bendecís al alguien cortás el fluir.

Si estás pasando crisis económicas, bendecí aun más; en medio de la escasez es cuanto más hay que bendecir.


Todo lo que guardes en tu momento de escasez será para tu muerte y lo que bendigas activará tu bendición.


Queremos la bendición para estar más cómodos, pero pocas veces nos acordamos que la bendición no es solamente para nosotros sino para que otro sea bendecido.


Tené un sueño más grande que tu comodidad.

Un sueño tan grande que alcance para bendecir a otros, porque así fluís.

Para girar un coche hay que encenderlo primero, no se puede girar si está detenido.

De la misma manera no podés ser bendecido si estás quieto:

-Invitar a alguien a una reunión es bendecir -aunque no entienda nada-, se está activando algo para que la bendición fluya en tu vida porque lo estás bendiciendo;

-Orar por alguien, regalar un casete, dar una palabra de aliento, un abrazo, contarle algo que te bendijo, es bendecir y fluir en tu mentalidad de bendecido.


Mike Murdock dice:

“Bendición y maldición no vienen:

-por mentor, porque Judas y Pedro tuvieron el mismo mentor pero distinto destino.

-por el papá que tengas, porque Salomón y Absalón tuvieron el mismo papá pero sus caminos fueron distintos.

-por viajar, porque Pablo y Demas viajaron juntos y sin embargo Demas lo abandonó. Bendición viene a tu vida porque decidiste bendecir”.

IV- El bendecido se deja bendecir.

A muchos nos da vergüenza cuando alguien nos regala algo.

Cuando alguien te pague una cena, aceptalo; cuando te regalen algo no les digas “no” porque le estás cortando la bendición.

La persona es bendecida por bendecir.

Tengo que permitir que me bendigan porque el que lo hace es bendecido.

No sientas culpa, gózate porque el que te bendijo será más bendecido.

Si Dios te da una casa, el coche, disfrútalo.

Disfrutá las bendiciones del Señor.

V - El bendecido da luz y se conecta con bendecidos.

Cuando María quedó embarazada del Espíritu Santo, fue a ver a Elizabet que también estaba embarazada sobrenaturalmente porque

la gente bendecida se conecta con gente que entenderá lo que le va a compartir.

María no fue a cualquiera sino a Elizabet que entendería lo que le pasó, porque ella era estéril y Dios le dio un hijo.

Cuando se encontraron, el bebé saltó en el vientre de Elizabet porque

el sueño de los demás saltará

por alguien bendecido que lo salude.

Tu mentalidad de bendecido pasará por crisis y, si en las crisis mantenés tu mentalidad de bendecido, inaugurarás un gran ministerio en tu vida.

Jesús fue bautizado en el Jordán,

el espíritu de la bendición descendió sobre El, y fue al desierto (inmediatamente que tu mentalidad sea impregnada de la bendición, vas a pasar por tu desierto).

Jesús salió del desierto y comenzó el ministerio más poderoso de toda la historia y de todos los tiempos.


La gente siempre muestra los éxitos, pero no son los éxitos los que te habilitan a una tarea grande sino lo que hiciste en la frustración y en las crisis.

Déjame ver:

Cuando te dijeron que “no”, ¿cómo actuaste?,

Cuando te rechazaron, ¿qué hiciste?,

Cuando te maltrataron, ¿cómo actuaste?, Cuando sufriste injusticia, ¿qué hiciste?

No cuentes tus éxitos, porque la gente que alcanza cosas grandes es por cómo administró las crisis, el fracaso y la dificultad.

Y si en medio de eso, supiste mantener tu mentalidad de bendecido y decir “no sólo de pan vive el hombre”, “a mi Dios adoraré y a El sólo serviré”, estás listo para ministrar las naciones de la tierra.

Estoy seguro que cuando nacemos, Dios nos canta una canción.

Sofonías dice: “Callaré de amor y me gozaré sobre ti con cánticos”

David dijo: “En medio de mis enemigos me rodeaste con cánticos de liberación”.

Cuando nacemos –yo creo- Dios nos canta una canción que hizo para nosotros, y cuando crecemos nos canta esa canción; y cuando pasamos por momentos difíciles nos rodea con esa canción, y

Cuando pasamos por momentos lindos nos vuelve a cantar esa canción, y

Cuando recibimos a Jesús hace fiesta en los cielos.

¿Qué hay en una fiesta? Música.

¿Qué música pone Dios? La canción con la que naciste.

Y creo que cuando nos morimos Dios nos recibe con la misma canción, porque el reino de Dios es adoración y canción, por eso a Dios le gusta tanto cuando le devolvemos la canción, cuando le adoramos, cuando El canta sobre nosotros.

Ojalá tengas esa mentalidad.

Ojalá camines como bendecida/o y muy favorecido, todo lo que hagas te saldrá bien.

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