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BERNARDO STAMATEAS: SUFRIR POR BOCON
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De: Alondra bat Yeshúa  (Mensaje original) Enviado: 18/11/2009 00:27
Sufrir por bocón
1 Samuel 25:3


Nabal quiere decir estúpido.
David tenía un ejército de seiscientas personas. Estaba escapando del rey Saúl y acampaba en distintos lugares. A uno de ellos vinieron pastores del grupo de Nabal, que era un hombre millonario, descendiente de Caleb y estaba casado con una mujer inteligente y bella llamada Abigail.
Parte de los pastores de Nabal acamparon cerca del ejército de David. En esa época se acostumbraba ayudar a quien acampaba cerca: se le daba comida, se lo cuidaba, se le proveía de tiendas para que pudiera dormir. Así sucedió, pasado un tiempo, el ejército de David se acercó al campamento de Nabal, y el rey mandó parte de su ejército a decirle a Nabal: "Cuando tus pastores estuvieron cerca de nosotros los tratamos bien, les dimos comida y cuidado, ahora necesitamos por favor que hagas lo mismo por nosotros porque estamos huyendo".
Pero Nabal en lugar de ser hospitalario después de que sus pastores habían sido tratados bien, habló y se ató con sus palabras al decir:"Quién se cree que es ese tal David, es un esclavo que está escapando".

David tuvo un ataque de locura cuando se enteró y levantando al ejército exclamó:"Vamos a cortarlo en pedazos a Nabal".
Uno de los pastores se enteró de que David venía a matar a Nabal, entonces fue corriendo a la esposa y le advirtió: "David viene muy enojado y va a matar a tu marido". Abigail rápidamente tomó toda la comida que pudo, se acercó a David por otro camino, le dio la comida y le pidió por favor que no le hiciera nada a Nabal: "Cómo vas a derramar sangre, estás actuando mal porque este hombre es un necio y no podés rebajarte a su altura". David recapacitó, y pensó: "Menos mal que esta mujer me habló, cómo voy a rebajarme a la altura de este tonto". Salomón dice que si respondés al necio con su necedad, sos tan necio como él.
Más tarde ese día Nabal estaba borracho y Abigail le contó lo sucedido, cómo le había salvado la vida. A Nabal le dio un paro cardíaco y murió y tiempo después David se casó con Abigail.
Gracias a esta mujer se evitó una masacre.

La mala confesión siempre trae sufrimiento.
Siempre que mencionamos el sufrimiento pensamos en el físico, pero  hoy quiero hablarte del sufrimiento emocional, social, que puede traer nuestra manera de hablar. Gran parte del sufrimiento que tenemos se debe a lo que decimos.
¿Por qué estoy solita? Por la bocota que tenés.
¿Por qué no puedo formar pareja? Por la bocota que tenés.
¿Por qué mis hijos están lejos? Por la bocota que tenés.
Necesitamos entender que tanto nuestro sufrimiento como nuestra paz vienen por nuestra confesión. Salomón escribió más de cien pasajes en Proverbios sobre el hablar.
Santiago dice que la lengua es poderosa para encender e incendiar un bosque.
En el sur de la Florida, en Estados Unidos, se incendió un bosque y tuvieron que ir mil dotaciones de bomberos para apagarlo. Descubrieron que una mujer había fumado un cigarrillo, ella prendió el fósforo, lo miró, lo tiró y se fue. Un fósforo incendió todo un bosque, así son nuestras palabras.
Las palabras que soltás si caen encendidas pueden destruir una familia, una generación, una iglesia, un hogar; como un fosforito que se suelta inocentemente, así son las palabras.

Seis confesiones que producen sufrimiento en la vida

  1. Hablar lisonjero: es alabar al otro con un fin de manipulación, es lo que se dice para sacarle algo a una persona. No es algo dicho genuinamente sin esperar nada a cambio. Debemos aprender a bendecirnos sin ningún interés.

Leemos en Proverbios 29:5: El hombre que lisonjea a su prójimo, red tiende delante de sus pasos.
Habla de los pasos del que lisonjea, porque se pone una red a sí mismo y todo sale a la luz.
Proverbios 26:28 dice: La boca lisonjera lleva a la ruina.
Es decir el que alaba para engañar y sacar algún provecho termina sufriendo.

2- La exageración y la mentira:
Hay gente que exagera, que miente. Una cosa es mentir - decir algo con la intención deliberada de engañar- y otra distinta es compartir una información que pensabas que era verdad y luego te enteraste de que no era cierta, pero sin la intención de mentir. A veces pasamos datos que no son exactos, eso no trae sufrimiento porque es una equivocación; pero la mentira es diferente. No hay mentiras chiquitas ni grandes, siempre la mentira trae sufrimiento.
Las mujeres mienten para que otros se sientan bien, y los hombres mienten para quedar bien.
Los labios sinceros permanecen para siempre, los labios mentirosos sólo un momento dice Proverbios 12:19.
No incorpores mentira bajo ningún concepto en ningún área de tu vida, porque si mentís eso te va a traer sufrimiento.

3-El chisme: Israel no entró en la Tierra Prometida por chismoso. Proverbios 16:28 declara: El chismoso divide a los buenos amigos. Donde entra un chismoso entra el espíritu de división. Marcos Witt dice que los chismosos morirán el día que mueran los oídos chismosos. Leemos en Proverbios 20: 19: El chismoso traiciona la confianza. No te juntes con la gente que habla de más. Cuando una persona habla mal de otro mañana va a hablar mal de vos; el chisme trae maldición.

4-La calumnia: Calumnia es el chisme abierto, es hablar en contra de otra persona, es levantar un juicio para lastimar, para condenar. Nunca hables mal de nadie, porque cuando hablás mal de otro te hacés daño.
Cada vez que calumniás a otro, el otro vuela en pedazos y vos también.

5- Hablar demasiado: Proverbios 11:12 dice: El entendido refrena su lengua. Un negociador norteamericano enseña que el que habla primero y demasiado, sale perdedor de toda negociación.
El que habla de más, se ata con las palabras y pierde credibilidad. En las muchas palabras no falta pecado. El que refrena su lengua protege su vida (Proverbios. 13:3).
Mantené tu intimidad, fijáte bien a quién invitás a tu casa, a quién le compartís tus cosas íntimas, a quien contratás, quién te ofrece un negocio. No hables demasiado, el hablar demás trae sufrimiento porque te enlazás con los dichos de tu boca. Dios va a levantar un pueblo que hable la palabra correcta. Nos enlazamos muchos años con nuestra boca pero vienen días en los cuales de nuestros labios saldrá sabiduría divina y nuestras palabras no traerán sufrimiento sino paz y bendición, como las palabras de Abigail.

6-Hablar por impulso. Creo que éste es el punto que más dolor trajo a mucha gente. La gente que funciona por reacción siempre sufre en la vida.
Por ejemplo cierto día veníamos manejando bien, de repente un coche se cruzó adelante y casi chocamos. Le dimos un bocinazo y cuando llegamos a la esquina el otro conductor se bajó para pelear. Ése es el clásico estúpido al que no hay que darle bolilla. Estas personas actúan por impulso como Nabal.
En Estado Unidos un joven le pegó a la novia. Allí tienen grupos de autoayuda para aprender a manejar la ira. El novio llegó borracho al grupo y el coordinador le dijo que así no podía estar en ese lugar. Terminaron peleándose, el coordinador del grupo sobre cómo manejar la ira, le rompió la cara a trompadas al muchacho.
No seas Nabal. No actúes por impulso.
Proverbios 15:1 declara: La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego

Si sentís que tenés que reaccionar, calláte, sé sabio, porque al otro día vas a ver el problema de otra manera.
Vivimos en una sociedad impulsiva, todo es reacción, mirás a alguien y te grita: "¡Qué mirás!" "Salí de acá" "No salgo nada". Estamos en una sociedad necia. Dice Salomón en Proverbios 14: 28 que el que es paciente muestra un gran discernimiento.
Si querés tener discernimiento tenés que ser paciente, ¡tranquilo!
Porque el que es agresivo muestra insensatez.
Es mejor que te vayas enojado a tu casa y pienses, que te muevas en sabiduría divina.
Abigail fue sabia, actuó por unción, con sabiduría.

Cómo salir del sufrimiento

  1. Me volveré a parar suceda lo que suceda:

No importa la crisis en la que esté, volveré a ponerme de pie. Aprendé a confesar fe, en el momento de la prueba no hables mentira ni crítica, no te laves las manos, no te escapes, sino empezá a hablar fe. Volvéte a levantar.
A Edison se le incendió el laboratorio y mientras las llamas ardían le preguntó a su hijo: "¿Dónde está tu madre? Llamála porque nunca en la vida vi un incendio tan maravilloso como este". Se incendió todo, pero al día siguiente reunió al personal y les dijo:  "Vos hacés el pozo, vos construís las paredes, no sé cómo lo vamos a pagar, tendremos que buscar la manera de conseguir el dinero pero nos volveremos a levantar". Esa es la gente de fe, la que dice "me caí pero me vuelvo a levantar". No la gente que critica,  maldice, miente, sino la que confiesa la Palabra de fe. Somos confesores de fe.

2. Aprenderé a mantener un espíritu humilde:
Salomón al final de sus días se equivocó, porque quería construir el templo y muchas cosas más y empezó a levantar ofrendas que ahorcaron al pueblo; la gente quedó sin un peso más para sembrar. Salomón tenía un hijo llamado Roboam que era un estúpido; cuando empezó a reinar en lugar de Salomón, el pueblo se le acercó a decirle: "Amamos a tu papá, todos los sueños de Dios, pero no nos pidas más porque no tenemos ni un peso". Roboam les contestó: "El dedo meñique mío es más grueso que la cintura de mi padre, yo los voy a apretar más".  Y el reino se dividió; por eso Salomón cuando criaba a Roboam escribió: "El altivo será humillado, pero el humilde será enaltecido". Mantenéte humilde. El altivo es humillado.

Un cartel decía: "El talento nos lo da Dios, sea humilde; la fama nos la da la gente, sea agradecido; el orgullo nos lo damos nosotros, tenga cuidado".
Leemos en Proverbios 27:2: "No te jactes de ti mismo, que sean otros los que te alaben". Y en Proverbios 29:23: "El altivo será humillado pero el humilde enaltecido".

3. Hablaré la verdad siempre.
El pecado es algo positivo. El gran error de las iglesias fue confundir pecado con cultura, entonces pecado era: no te pintes, no te maquilles, y un montón de cosas tontas. Pero en la Biblia pecado es todo lo que te lastima, lo que te hace daño: mentir, engañar, amenazar, pelear, tener resentimiento. El pecado es algo positivo cuando Dios te dice: "Esto está mal, te va a hacer daño". Las iglesias confundimos pecado con muchas tonterías: "Estás en pecado, no tomás la cena, te sentás en la última fila".

En Estados Unidos unos muchachos asesinaron a tres personas y no lo hicieron con revolver y cuchillo, no hubo sangre en sus ropas, es más cuando los mataron no estaban presentes. Lo que hicieron fue sacar el cartel de "PARE" en una intersección de cuatro calles como una broma. Al ser una esquina muy  peligrosa el coche con los tres hombres cruzó rápidamente y los atropellaron.
Eso es el pecado, es el cartel de Dios que dice: "PARE". Cada vez que Dios nos advierte que algo es malo, no lo hace para amargarnos. Pero la gente quiere sacarnos el cartel de "PARE".: "Viví la vida loca" "Hacé de tu vida lo que quieras mientras no lastimes al otro".
Por otro lado cada vez que encontramos una promesa en la Biblia es el cartel de Dios que dice "AVANCE".
Entonces cuando vas a mentir, el Espíritu Santo te va a decir: "PARA, no te conviene cruzar este límite". Eso es el pecado.
Por eso necesitamos deshacernos de las seis maneras de hablar pecaminosas porque el pecado siempre es atractivo. Santiago escribió que el pecado es como una carnada, es dulce, pero el pez que la muerde no sabe que detrás de ella está el anzuelo; detrás del pecado hay una cuchilla satánica.

Hay personas que ven una lapicera y la roban. Los grandes ladrones de bancos comenzaron robando gomas de borrar en el colegio; algunos roban lo que ven. Pero Dios te dice: "PARA", estás mordiendo algo que tiene una cuchilla.
Para movernos con sabiduría debemos entender que Dios desea nuestro bien.
Santidad es obedecer el cartel de PARE y obedecer el cartel de AVACE.
Pero a veces los cristianos cuando Dios nos da una promesa nos detenemos; y cuando vemos un caramelo "avanzamos", en lugar de movernos en sabiduría.

Todo lo bueno que está en mí saldrá a la luz.

En medio del sufrimiento debés conocer esta verdad y confesarla. Saulo tenía un Pablo escondido y salió a la luz; el Moisés asesino tenía escondido un libertador; el Gedeón miedoso tenía escondido un guerrero; el Pedro impulsivo tenía escondido un generador de avivamiento; el David niño tenía escondido un rey. Hay algo bueno escondido dentro de vos; y en momentos de crisis tenés que aprender que eso saldrá a la luz.
Hay personas que han tenido un intento de suicidio, o están en prostitución, con luchas, con dificultades, y Dios los ha bendecido porque les hizo nacer lo que el Espíritu Santo ya había colocado dentro de ellos.
En tu interior ya está todo el equipo necesario, toda la sabiduría, todos los dones. Aunque te muevas sólo con alguno de ellos en tu corazón están todos los dones.
Una persona puede funcionar más con discernimiento o con ciencia, pero en ella están todos los dones.

Todo lo bueno está dentro nuestro.

Necesitamos saber qué es lo realmente valioso en la vida.
Sería muy triste intentar subir una escalera toda la vida y cuando se llega a la cima descubrir que la apoyamos en la pared equivocada.
En Eclesiastés vemos que Salomón apoyó la escalera en la pared del placer y pensó: "Me voy a dar todos los gustos que quiera", pero cuando llegó arriba exclamó: "Me equivoqué". Entonces sacó la escalera de allí y la colocó en hacer dinero. Cuando se llenó de dinero dijo: "Me equivoqué. Ya sé, voy a estudiar psicología, psiquiatría, filosofía" y puso la escalera en lo intelectual. Pero después de haber aprendido todo declaró: "El que añade ciencia, añade dolor, me equivoqué". Cuando termina Eclesiastés Salomón reflexiona: "La vida se compone de muchas cosas: de nacer y de morir; de sufrir y de ser feliz; de sembrar y de cosechar;  de alegría y de luto..." Y finalmente dice: "Ya sé cual es la pared correcta: teme a Dios y guarda sus mandamientos".

La vida tiene sentido cuando la vivimos ciento por ciento para el Señor.
Jesús les dijo a los discípulos: "Tienen que comer mi cuerpo, beber mi sangre, es decir tengo que ser todo en ustedes". Y ellos empezaron a murmurar: "¿Qué está diciendo?". Porque las palabras de los sabios son como clavos, dice Salomón. Son palabras que duelen. Muchos discípulos lo dejaron y Jesús les preguntó: "¿Quieren irse ustedes también?". Pedro le respondió: "¿Adónde iremos? Tú tienes palabras de vida eterna".
Para Pedro fueron palabras de vida y para los otros palabras de dolor, ¿por qué? Porque cuando no hacés al Señor el número uno en tu vida, todo lo que Él te dice te trae dolor, pero cuando Jesús es completo en tu vida todas Sus palabras son vida. Hay personas que no quieren convertirse porque no quieren dejar su pecado aunque saben que está mal; por eso la palabra les duele, los aleja, les molesta. Pero cuando somos como Pedro y hemos recibido la palabra, vivimos en el Señor.

La única pared donde tiene que estar apoyada tu escalera es en la pared de Dios.

Tu vida no tiene sentido sin Él. Todo lo que hagas hacélo para El, cuando te compres un coche, decí: "Jesús se compro otro coche"; cuando te aumenten el sueldo, decí: "Al Señor le aumentaron el sueldo".
Los años pasan. El rabino Harold Custner dice que cuando tenemos una lata de café repartimos los granos porque la lata está llena, pero cuando ésta llega a la mitad y un poquito menos, empezamos a medir.
Es lo mismo cuando tenemos mucha plata damos, pero cuando tenemos poca la medimos. Este rabino maravilloso continúa: "Así es la vida, cuando una persona es joven gasta años, gasta a cuenta, no tiene inconvenientes, pero cuando pasa los treinta, los cuarenta, los cincuenta, los sesenta, los setenta, tiene que medir bien".
¡Señor danos sabiduría para vivir bien nuestros años!
Salomón termina Eclesiastés diciendo: "No malgastes tu juventud, porque viene el día en que todo se rompe, se cae, se muere, la tierra te irá llamando, vive para el Señor".

LLenáte del Señor, llenáte de experiencias espirituales con Jesucristo, porque en el momento de la prueba lo que te salvará -no es lo que te dijo tu amigo- es lo que Dios puso en tu corazón. En ese momento  muchos se irán pero el que va a estar con vos es el que te ama y te salvó. Viví para el Señor, disfrutá de Él, hacélo tu compañero permanente las veinticuatro horas, porque la lata de café está bajando y nos restan años -que serán muchos- pero los viviremos en sabiduría divina.

Dejaremos de hablar estupideces, de hablar lo negativo, y nos levantaremos con palabras de fe. Mantendremos un espíritu humilde, diremos la verdad,  avanzaremos en la promesa y nos detendremos en el error. Sabremos que todo lo bueno que Dios puso en nosotros saldrá a la luz e iremos detrás de lo valioso, de lo importante. Nos enriqueceremos en Dios, viviremos para Él. No hay nada más precioso que levantarnos con el Señor, caminar con Él, hablar con Él, hacer de nuestra vida una morada eterna con Él.
¡A quién iremos Señor, si sólo tú tienes palabras de vida! Y el hombre que dijo eso trajo avivamiento, Dios lo usó, cuando otros se fueron porque les molestó, él se quedó y dijo: "Yo sé a quien he creído, Señor yo te amo". Como lo expresó David: "Señor prefiero un día contigo que mil sin ti; a dónde me iré, cuando despierto tú estás. A dónde huiré de tu presencia, tú me formaste en el vientre de mi madre, maravillosas son tus obras".

Señor, tú me amaste,  me ungiste, mi vida está sellada con tu nombre, te pertenezco, lo que soy y lo que tengo es gracias a ti. Quiero vivir para ti el resto de mi vida, ser feliz contigo y extender tu reino. Dame sabiduría como Abigail para hablar las palabras verdaderas, para tener declaración de fe en mis labios, para tener un aleluya y un gloria a Jesucristo en mi boca siempre, para que mis manos se levanten en cualquier momento con un espíritu agradecido. Quiero ser como tú, servir en espíritu y en verdad, y anotar en tu agenda divina el nombre de miles que no te conocen. Padre venimos a ti con espíritu de agradecimiento.

Hay una escalera que se está corriendo y apoyando en la pared correcta de la Presencia de Dios.
Hay gente que se ha dado cuenta de que se ha preocupado por cosas minúsculas y hoy dice: "Iré detrás de lo valioso, detrás de ti Señor y no me alejaré, hablaré lo que tú hablas, confesaré lo que me prometiste, declararé tu verdad en mi corazón". Abre tu espíritu y recibe la presencia divina, recibe al Espíritu de las luces, al Espíritu Santo de Dios. Él no te dejará caído, te levantará, su mano siempre estará extendida y te tomará.  

Tus pies serán afirmados, tu frente será fortalecida, y tus proyectos se cumplirán. Tan sólo hijito vive para mí, respira para mí, sírveme, no te canses nunca de amarme, porque Yo nunca me canso de amarte. Nunca te dejaré en el pozo, tu familia también ha sido comprada por mi sangre.


Pastor Bernardo Stamateas

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