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ALEJANDRA STAMATEAS: QUIERO VIVIR SIN DEPRESION
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De: Alondra bat Yeshúa  (Mensaje original) Enviado: 21/11/2009 01:15

Quiero vivir sin depresión -

 Alejandra Stamateas

Thursday, November 22nd, 2007

Es muy difícil tener depresión tanto como vivir con una persona que la padece.

No debemos confundir depresión con bajón. Todos en algún momento tuvimos un bajón y se diferencia por el tiempo corto de duración. Muchas veces el cansancio nos bajonea y debemos recobrar fuerzas.

2 Reyes 4: 27-37

La depresión es una baja del ánimo por cierto tiempo (uno o varios días, una o dos semanas, un mes, un año o más) donde aparecen algunos síntomas tales como falta de deseo, motivación, tristeza, llanto sin motivo; las metas no se logran, la persona puede dormir mucho, comer mucho o nada. Es un tiempo donde se siente desesperanza, que nada tiene sentido y la vida es absurda.

La depresión viene, generalmente, por pérdidas no aceptadas, por heridas no sanadas que permanecen con el tiempo.

Los psicólogos dicen que la depresión es un duelo mal elaborado.

Delante de una persona con depresión, no sirve:

- Restarle importancia (“No es nada, ya va a pasar.”)

- La Sobreprotección (“No te preocupes, quedate en cama que te voy a dar todo lo que necesites hasta que salgas de ese estado”)

- Ser duro (“Salí de la cama, estoy cansada de ver que no te bañas, ¡levántate!”)

- Culpar o dudar (“Algún pecado oculto debes tener.”) La persona se culpa así misma y decírselo la mataría.

-No ser mágicos (“Vas a ver que oro y te vas a poner de pie”)

La persona depresiva se aísla, se cierra dentro de sí mismo y tendrá pensamientos extremos: o todo o nada. Generalmente son rígidos, no quieren cambiar su manera de pensar, su mentalidad es cerrada. Dicen: “Yo siempre actué así, viví de esta manera y no soporto hacerlo distinto”.

No toleran perder lo proyectado en sus vidas porque no saben como moverse. Generalizan diciendo: “A todos les va bien menos a mí, nada me sale bien”. Viven del pasado.

No ser rígidas.

Dios quiere trabajar en las personas con depresión dos áreas importantes:

1- Abrir la mente.

Dios abrirá mi mente y me hará escuchar lo que nunca escuché y ver lo que nunca vi.

Dios quiere sacarte de la mentalidad cerrada, correrte de tus “sí” y tus “no” para darte una nueva mentalidad y mostrarte algo diferente.

Para no caer en una depresión profunda cambiá las estructuras de tu mente, abrí la cabeza, salí de la rutina haciendo algo distinto. Si querés, podés.

Tu normalidad será rota por Dios.

Dios quebrará lo que consideras “normal” porque quiere llevarte a Su normalidad y lo normal para vos no lo es para Dios.

Su normalidad es que te ensanches y tengas mente de éxito.

Para prevenir la depresión, todos los días tomá un papel y lápiz y anotá allí tus victorias (las pasadas y presentes) para que al leerlas, veas que a lo largo de tu vida tuviste momentos importantes. Poné pasión en todo.

La mentalidad depresiva está fijada en lo negativo, en el fracaso, el dolor, por eso

tu motor debe ser la pasión.

Pasión es el condimento indispensable para tu vida. Dios quiere que te ensanches y te sientas bien con vos misma.

2- Salir de uno mismo y darse a otros.

Cada vez que tengas pensamientos de angustia o tristeza, salí del lugar que te trae esos pensamientos y ocupate de los demás. No estés todo el tiempo concentrada en vos, dejá de mirarte el ombligo y mirá las necesidades de otros.

Dios te subirá de nivel y con cada palabra profética recibida sos ensanchada.

En el relato bíblico la mujer perdió a su único hijo y el profeta lo llevó a su cama, se tendió sobre el niño, clamó a Dios y éste resucitó.

Dios siempre escucha la voz de sus hijas.

La mujer era de Sarepta y Dios mando al profeta a esa ciudad, Dios sabe donde estás y qué esperas.

Hay dos maneras de vivir:

-Momentos donde Dios bendice.

Son momentos agradables, lindos, dulces, donde disfrutas la vida, no tenés grandes problemas y todo se hace fácil.

-Momentos de resistencia.

Son en los que hay que afirmarse, cambiar de posición y hacer más fuerza.

La resistencia es la que adquirimos al pasar por una situación difícil donde nos ponemos firmes, nos hacemos más fuertes y están para cambiar de posición.

Resistir nos hará mujeres fuertes.

Cuando alguien nos empuja debemos pararnos firmes y resistir para no caernos.

De acuerdo a lo que queremos recibir debemos actuar: si queremos victoria debemos ser fuertes y resistir la debilidad.

Responder a lo que nos llegan desde la debilidad o desde la fortaleza.

Resistir en los momentos de debilidad emocional, pararnos en el momento de dolor con la fuerza que viene desde adentro.

El enemigo se arrepentirá de haberte usado de ejemplo porque resistir te hizo más fuerte y su cabeza será aplastada.

Cuando un enemigo venga a empujarte, quiera destruirte y tirarte al pozo de la depresión, saldrás en victoria.

Ora para que tus enemigos vivan lo suficiente y puedan ver la gloria con la que Dios te vestirá.

Las crisis vienen pero seremos como los árboles que se mantienen de pie a pesar de los temporales. Ya no sos la misma mujer de antes porque cambiaste.

No creas a los resentimientos de tu mente .

Frente al dolor tu mente quedó resentida por eso tiene una fijación a lo negativo, está dañada por la traición, el engaño, la miseria, la pobreza, la desesperación.

Creerle al engaño de tu mente es perdición.

La mujer entregó a su hijo muerto al profeta y pasó a tener vida.

Elías le dijo: “Lo llevaré a mi cuarto donde hay unción, donde todo lo muerto revive.”

Oí a la mujer espiritual que hay dentro tuyo.

Todas tenemos la mujer carnal con cosas que nos molestan, angustian, no nos gustan pero también somos espirituales porque el Espíritu Santo vino a vivir en vos.

Dios no te dejará en el pozo, te tomará para darte una vida en abundancia. Dejá todo lo que “parece” muerto delante de Dios y Él le dará vida.

Entregá lo oscuro al Señor y te alumbrará.

¿Sentiste el pozo de la depresión? Dios te dice: “Vení a mi aposento, a mi presencia.”

Dios alumbrará lo que parece muerto y te dará cosas nuevas que pronto saldrán a luz.

A veces pensamos que Dios obrará de una manera pero entrará por otra puerta y dirá: “Te moveré para que no caigas en depresión y te pongas firme, porque quiero levantarte a un nuevo nivel donde estarán tus enemigos para verlo”

Dios sacará esperanza de tu desesperanza.

En un momento no sirve el consejo de nadie, parece que tocas fondo y decís: “¡Hasta cuando! Dios se olvido de las promesa que me hizo.”

Acomodá lo espiritual a lo espiritual.

Dios dice: Te tomaré de la mano, entregame lo que está muerto en tu vida y revivirá.”

El profeta hizo un acto simbólico, se tiró sobre el chico, le sopló y el chico movió los ojos, recobró la vida y lo entregó a su madre.

Parecías sin vida, que tu alegría había muerto, tu esperanza, tu vida económica. Dios te dice: “Entregamelo, soplaré de mi espíritu y tómalo, es tuyo, te pertenece

Y lo devolverá, con la vida de la vida. Resistí, es el mejor momento de tu vida.

El enemigo siempre te pone la mano para que caigas, le gusta verte con depresión, que no te levantes, que no salgas, que no duermas, con todo negativo.

Estas en un nuevo nivel, arriba.

La crisis parece dura y difícil pero no te llevará al pozo de la depresión porque resististe las tempestades fuertes, el Espíritu Santo hizo que resistas y creó fortalezas en tu vida.

Declará en el nombre de Jesús que el área muerta en tu vida está en las manos del Señor. Él tomó la autoridad y como una mujer firme parada ante la tormenta, con la esperanza que Dios dará vida a lo muerto tendré mi victoria en poco tiempo.

El principio de la sanidad es registrar y declarar las victorias recibidas y vividas.

Nada más glorioso es subir de nivel, creerle a Dios y a sus profetas.

Por Alejandra Stamateas



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