Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

CONOCEREIS LA VERDAD
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 REGLAS PARA PARTICIPAR 
 
 
  Herramientas
 
ALEJANDRA STAMATEAS: MI PAREJA ME MALTRATA
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Alondra bat Yeshúa  (Mensaje original) Enviado: 21/11/2009 01:34
MI PAREJA ME MALTRATA.
Alejandra Stamateas

1 Corintios 15: 6 al 10

Al hablar de pareja me refiero a cualquier relación entre dos personas: un esposo, una amiga, un jefe, un pastor, un líder, un hijo o un nieto que maltrata. 

La persona que acepta el maltrato se hace codependiente.

Cuando las mujeres establecemos relaciones interpersonales nos enfocamos en el sentimiento que nos inspira esa persona. Es decir, si nos sentimos bien, la aceptamos, no pensamos si es buena o mala, y ahí está el error porque es la puerta para el maltrato.
La característica principal del maltratador es la doble fachada; y al relacionarnos con él utilizamos lo que se llama 
Primer plano y fondo.
-En primer plano ponemos lo bueno: es encantador, lindo, me trajo flores, me da lo que quiero, palabras dulces, me siento querida, amada. Muestra sus mejores virtudes para que te sientas una reina a su lado.
-Y en el Fondo, lo negativo que preferimos no ver: que tuvo veinte divorcios y golpeó a sus mujeres anteriores; que tiene problemas con los trabajos; que es un vago y no "labura"; que siempre lo mantuvieron mujeres; que tiene conflictos con drogas y alcohol; etc.

No se establece una relación sólo porque "me hace sentir bien", debemos enfocarnos en la persona observando lo negativo, para que nadie nos engañe.

Desde que te relacionás con un maltratador, se transformará en juez y jurado, dirá lo que está bien y mal y, como codependiente, obedecerás sus razones.
Te aislará de todos los que te quieren ayudar, de los que te hacen bien, criticarán a tu familia y te harán salir de ese círculo; te sacarán de la iglesia, de tus amigas, de todas las personas que podrían ayudarte, para que sólo dependas de él y pierdas tu identidad.

La mujer codependiente se olvida de sí misma para vivir la vida de otros.

Es específicamente "la salvadora", por eso siempre se va a enganchar con los problemáticos por la necesidad de ayudar.
Nunca estará con el que tiene resueltas sus crisis, las cosas más o menos en orden y su vida económica ordenada; buscarán al mujeriego, al adicto, con problemas económicos, al vago que "nadie entiende" y dirá: "estoy bien cuando tengo que salvar a alguien porque me educaron para eso".
"En el fondo él es bueno, y mi amor logrará que se transforme de bestia en bello", así se transformará en el "Príncipe Azul" que imaginaste.

¡Poné los pies en la tierra!

El maltratador parece tener todo resuelto, ser poderoso y con capacidades, pero es la doble fachada. Siempre tiene el "plan salvador que te llevará a la luna" y es una gran mentira.

Las mujeres crecimos con el concepto de que si no teníamos un hombre al lado estábamos incompletas, y esa es otra mentira.
Dios no hace cosas incompletas; somos completas en Cristo Jesús.

La mujer codependiente se siente incompleta por eso busca a alguien que complete su vida, la dirija, le imponga leyes desde afuera. El maltratador es ideal, dice:
 "No quiero que te vistas así"; "No quiero que trabajes"; "No te juntes con tus amigas"; "A partir de ahora, estarás en casa lavando los platos, yo te voy a mantener"; "¿Para qué necesitas trabajar si puedo mantener a toda tu familia?"; "No sigas los consejos de tu madre, te voy a cortar el teléfono para que no hables más con ella".
Y soltará la ley todo el tiempo.

La codependiente era inteligente y capaz, se arregló sola hasta que se unió al maltratador, olvidándose de sus capacidades y creyendo la ley impuesta que "la hace una mujer hecha y derecha" dependiendo sólo de él.

Pablo hizo una analogía entre la ley y la gracia con el matrimonio.
Refiriéndose a la ley y la gracia dijo:
Hemos muerto a la ley y estamos libres de la ley.
Al hacer pacto con Jesucristo morimos a la ley, al mandato, al control de otro; podemos disfrutar de libertad porque somos libres.

Elegí la gracia no la ley.

No estés bajo mandamiento humano,
viví en libertad porque Cristo te hizo libre.

Las mujeres no sabemos vivir en libertad, al decidir algo pretendemos que otros lo hagan.

La co dependencia está relacionada con la inseguridad.
Gálatas 5: 1 "Estad pues firmes en la libertad con qué Cristo nos hizo libres y no estéis sujeto otra vez al yugo de esclavitud."

La incapacidad de vivir en libertad emocional a veces nos traiciona y no podemos manejarlo.

A veces no sabemos quiénes somos y necesitamos que alguien nos diga.
Al preguntar a muchas mujeres:
¿Quién sos?
Responden: "La esposa de..."; "La hija de..."; "La mamá de..."
Se definen con respecto a otro o a su pasado: "Si me hubiese conocido antes".
No tienen identidad, por eso buscan a alguien que se las dé y, generalmente, será un manipulador o golpeador.

Pablo dijo: "Se me apareció el Señor, como a un abortivo".
Abortivo es el que no tiene vida, que está seco y aunque nazca estará muerto; es decir "no es nada".

 

Eso podría haberle dado a Pablo inseguridad, baja estima, pero algo le pasó, algo se encendió dentro suyo y dijo: "Por la Gracia de Dios soy lo que soy".

A veces la baja estima nos dicta: "¿Qué sentido tiene, si Dios no hizo ningún milagro, ni una pequeña cosa?", "No confíen en mí, soy una pobre mujer".

Dios te habilitó para trabajar en todo, no en tus fuerzas sino en Su gracia.

No busques al que te pueda dar un poquito de amor, afecto e identidad, no sos una mujer cualquiera.
Cuando Pablo entendió y dejó de depender de la gente, no necesitó que lo definieran, reconocieran porque sabía quien era en Cristo Jesús.

La Gracia de Dios te devuelve tu identidad.

Ninguna pareja te la dará, ni la carrera de tus hijos o nietos, ni la iglesia, sólo Jesucristo.

La Gracia de Dios es la facultad, el poder,  la fuerza interior que te levantará.

La Gracia te sostendrá y consolará en soledad.
Escapá de la gente que quiere ponerte bajo la ley, que te dice: "Eso no sirve, te diré como es".
Lo único que podés cambiar es tu actitud. Definí quien sos como mujer y no esperes que los demás lo hagan, ni den aliento para seguir adelante. Aliéntate cada mañana.

La Gracia te ayuda en tus debilidades y pasiones.

Todos tenemos debilidades y luchamos con ellas, quizás nadie lo sabe y a veces nada da resultado; un pensamiento rondando en la cabeza llenando la vida, pero la Gracia del Señor nos cubre.
Pablo dijo: "Cuando soy débil, fuerte soy".

Elías fue un hombre sujeto a pasiones, pero cuando se conectó con Dios hizo que la lluvia se detuviera.

Aunque pases debilidades, si te conectas con Dios, serás fuerte.

Aceptá tu humanidad, que te equivocas, que elegiste mal, son debilidades, luchas internas que cuando te conectes con Dios, te soltará una revelación: "Bástate en mi gracia".

En debilidad sólo depende de Dios, serás fortalecido y te levantarás más allá de las circunstancias, no temas.
No te castigues por las luchas y pasiones, no te juzgues por algo que no está determinado, la Gracia de Dios es Su poder sobre tu vida.

Te verás reflejada en el rostro del Señor, y vas a brillar porque fuiste besada por tu Hacedor y el que comenzó la buena obra la terminará.

Que nadie deshaga lo que Dios está construyendo en vos.
Que nadie te critique porque sos Su obra completa.
Nadie quitará su alegría, su poder porque sos un milagro de su amor
por la Gracia que ha puesto en vos.

Dios no termino con tu vida, reconocé tus debilidades sin desviar la mirada.

-"Busqué hombres maltratadores toda la vida porque soy buena y tengo qué predicarle de Cristo",
-"Los busqué porque tengo baja estima, problemas con mi identidad y porque soy insegura, pero a partir de ahora qué reconocí mi debilidad Dios se hará más fuerte y nunca más voy a pasar por esta historia".

No recurras a nadie cuando estés en debilidad o inseguridad, sentate con Dios y reconocé:
"Señor declaro que soy una obra sin terminar, que estas haciendo algo maravilloso, me declaro una mujer victoriosa, invencible por la gracia qué pusiste en mí".



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados