Nadie en el mundo tiene más memoria del fracaso que Satanás, nadie se conoce y se sabe más fracasado que Satanás. Cada uno de nosotros traemos pérdida al reino de las tinieblas -dándonos cuenta o no- y cuando Satanás mira para atrás cada día lo único que ve son Goliats desparramados, cortándoles la cabeza a los enemigos.

Hay un poder especial en nuestra vida y Satanás lo sabe.

Cada vez que nos levantamos a la mañana y respiramos, le traemos pérdida al enemigo porque dice la Palabra que "él vino para matar"; pero cuando al levantarnos nos mostramos vivos y agradecemos a Dios por el día, ya le causamos pérdida al enemigo. Cada vez que construimos en la familia, en la iglesia, en el trabajo, ya le causamos pérdida al enemigo porque "él vino para destruir"; cada vez que con discernimiento desechamos las cosas negativas, comenzamos a recibir doble bendición, y eso le causa angustia y pérdida al enemigo.

La Biblia cuenta que Jonás estaba en un barco huyendo de Dios y se desató una gran tormenta, a todo esto los tripulantes empezaron a darse cuenta que el problema era Jonás. Entonces lo tiraron al mar, y apenas lo tiraron, la tormenta cesó. De igual manera, cada vez que sacás de tu vida ideas, pensamientos, actitudes negativas, la tormenta que vino sobre vos va a tener que desaparecer.

Pero como el enemigo es un fracasado quiere que sientas lo mismo que él, que vivas como un fracasado, por eso atacará en dos áreas fundamentales de tu vida.

Integridad : la persona que no es íntegra está dividida internamente. Piensa una cosa y hace otra, quiere estar en un lugar pero está en otro. Job pierde todo y su esposa le dice: "Todavía retienes tu integridad, maldice a Dios y muérete". Dios sabe que cuando uno retiene su integridad ya tiene la victoria.

Debilitando la fe:

•  Con a taques en la mente

•  Con ataques de angustiadores

Los ataques en la mente

Pablo en Efesios 6:16 dice: " Tomen el escudo de la fe con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno ". Y en otra versión dice: " O todas las flechas encendidas del maligno ".

Las flechas de fuego eran armas que se usaban en el Imperio Romano para las batallas, eran flechas que en la punta las mojaban con brea, las encendían y cuando las lanzaban, no sólo penetraban en los cuerpos de los soldados sino que ocasionaban grandes incendios a todo el ejército y al campamento. Se producían pérdidas masivas porque no se soltaban una, dos, cincuenta o doscientas flechas, sino miles y miles de flechas encendidas al mismo tiempo. Por lo tanto la pérdida era muy grande y era muy difícil que un soldado no fuera herido. Pablo se refirió al mundo espiritual con esto, hablando del bombardeo que viene a la mente, que son como flechas constantes con pensamientos negativos de temor, de duda, de rechazo, soledad, de deseos desordenados, de ambición, de desánimo, de enojo. Esos pensamientos no son detectados en el primer momento que son lanzados en la mente, sino que esos pensamientos producen una devastación total, primero en tu integridad y luego en tu fe.

¿Cómo es el proceso? El enemigo lanza una flecha que va directamente a la mente. Si ese pensamiento negativo-de angustia, de tristeza, de muerte, de depresión, de suicidio, de lujuria, de ambición- no es desechado inmediatamente, comienza a echar raíces y eso es lo que el enemigo quiere: que no te des cuenta cuando viene el ataque, para darle tiempo a que ese pensamiento eche raíces y cuando eso pasa, nos resulta normal pensar de esa manera.

Tal vez, hace años que estés pensando en la muerte y no te podés sacar la idea de la cabeza, eso es porque esa flecha encendida produjo una raíz, que una vez arraigada lo que desarrolla es un patrón de pensamiento y así termina formándose en una fortaleza.

Una fortaleza es un pensamiento negativo que está tan arraigado en la mente, que lo único que deseás es llevarlo a la práctica, hacerlo realidad, accionar ese pensamiento que viene a tu vida. Satanás va a identificar un área de debilidad y volverá una y otra vez a atacar ese área y cuanto más éxito tenga en tentarte, más débil te volvés en esa área. Lo que para nosotros es un área débil para Satanás es un área fuerte para trabajar.

Una fortaleza es una manera oscura de pensar

David, antes de pecar con Betsabé, tuvo una serie de pensamientos que transcurrieron en un breve lapso de tiempo: flechas, y más flechas y más flechas.

Los argumentos que se usan cuando vienen esos pensamientos están basados en el: "¿Por qué no?", "¿Por qué no lo puedo tener?", "¿Por qué no lo puedo hacer?", y me imagino que David pensaría en ese momento: "¿No es muy hermosa esta mujer?, ¿Quién será?, ¿Podría invitarla a mi palacio para hablar con ella?, ¿Por qué no? Si soy el rey, ¿Por qué no? Si soy dueño de todo, ¿Qué tiene de malo que yo conozca a esta mujer?; ¿Por qué no? Si yo conozco a todas las mujeres que están en mi territorio, ¿Qué me impide lograr lo que yo quiero?, ¿Qué me va a impedir a mí que tenga relaciones sexuales con esa mujer?, ¿Qué me impide a mí arreglar la muerte de su esposo si yo en este reino tengo la autoridad?"

Y todos ¿por qué no?, ¿por qué no?, ¿por qué no?

"¿Qué me impide a mi robarme ese dinero si a mi no me están pagando un sueldo correcto?"; "¿Quién se va a dar cuenta si hago esto si nadie me ve?"; "¿Cuál es el problema de que me enamore de otra mujer o de otro hombre si total tengo problemas matrimoniales?".

Hay un "¿Por qué no?" que tengo que desechar de mi mente

Por cada pregunta que David se hacía, había en su corazón una respuesta sabia y una respuesta necia. ¿Por qué no? Pero David pasó por alto las respuestas sabias y se quedó con las respuestas necias.

-Una vez había un indígena que dijo: "Dentro mío tengo un perro bueno y uno malo". Y alguien le preguntó: "¿Y quién es el más fuerte? Y él dijo: "El que más alimento"

-Alguien también dijo que "Todos tenemos dentro un rey y un tonto, de acuerdo a quién le consulte a diario así será mi vida".

Pablo lo dijo en Romanos: "Descubro esta ley, que cuando quiero hacer el bien me acompaña el mal, me deleito en la ley de Dios pero en mi cuerpo, en mis miembros hay otra ley que es la ley del pecado". O sea, "quiero hacer lo bueno pero me cuesta mucho", "cuando parece que intento dejar de pensar en eso, cuando parece que estoy luchando con mi mente para que esos pensamientos no me vengan más, me doy cuenta que el pensamiento malo viene y se me pega y aunque amo a Dios, la ley de Dios y me deleito en la presencia de Dios, hay una ley superior dentro mío en mis miembros, en mi cuerpo que es la ley del pecado".

Pero Pablo dice: "T ranquilos, porque ninguna condenación hay para los que estamos en Cristo Jesús. Hemos sido liberados de la ley del pecado y ahora somos libres para desechar cualquier pensamiento negativo que venga a la mente".

Si logramos desechar apenas viene el pensamiento negativo, si podemos cambiarlo, aprenderemos a vivir en libertad, porque Dios nos hizo para vivir en libertad.

Si no desechás al enemigo, logrará debilitarte y tus fuerzas son sólo para Dios. No gastemos nuestras fuerzas en lo que no se debe, pensando en cosas que nos traerán frustración y que debilitarán nuestra fe.

En Lucas 22 Jesús les dice a los discípulos que Satanás los pidió para ser zarandeados, pero que èl ha orado para que su fe no falte. Yo sé que mi fe no faltará porque Jesús ora por mí.

Enseñanzas :

1- El diablo pide por mi vida . Este pasaje nos enseña que el diablo está constantemente delante del trono pidiendo por la vida de los hijos de Dios. El diablo no te puede tocar sin el permiso de Dios. Pero él pide por nuestra vida porque le causamos pérdidas.

2- A veces Dios le da permiso al diablo pero sólo por un tiempo. Como Satanás sabe que tiene poco tiempo, entonces te manda todos los misiles juntos; por eso cuando estás bajo ataque acordate que Jesús está orando por vos. Jesús mismo es el que ora por vos para que tu fe no falte, porque èl sabe que si tu fe y tu integridad están firmes, Satanás tiene que salir corriendo. Si Dios nos escucha a nosotros cuando oramos, y Jesús ora por nosotros, te puedo asegurar que tu fe no te va a faltar. Tal vez estés pasando por situaciones difíciles, tal vez te sientas bajo ataque mental del enemigo pero recordate: "Sé que mi fe no me va a faltar porque el mismo Jesucristo está orando por mí".

3- Dios no detiene al diablo. Porque quiere que aprendamos que somos vencedores y experimentemos lo que significa vencer. Hay gente que habla de que es victorioso pero eso es teoría, y Dios dice: "No quiero que sepas en teoría que sos el más tremendo victorioso de la tierra, quiero que lo experimentes, que saques de adentro la energía que ni siquiera sabías que tenías; esa fuerza interior para vencer al enemigo que aparece sólo en los momentos cuando uno es zarandeado en la vida". Dios quiere que le pongas el pie en la cabeza a Satanás, y te lo va a hacer experimentar para que sepas que sos un victorioso . Luego que el trigo es zarandeado se separa el grano de la basura que está pegada y queda el grano limpio, también así mientras el diablo zarandea, Dios se encarga de perfeccionar, de afirmar, de fortalecer, de establecer cosas nuevas en tu vida.

El ataque de los angustiadores

Ante un tiempo de gran unción, siempre hay un tiempo de angustiadores. La unción de Dios da comienzo a una reacción en cadena en el mundo de las tinieblas. Cuando Satanás se entera de que vas a ser promocionado, que vas a ser ungido con una nueva unción, que Dios determinó una bendición especial, en ese momento comienza a haber una reacción en cadena en el reino de las tinieblas. Tal vez estás con un gran proyecto, estás con algo importante y aparecen personas que comienzan a criticarte, que quieren destruir tu vida y te preguntás de dónde aparecieron.

Todos tenemos enemigos, los veamos o no; a algunas personas les vas a caer en gracia pero otros te van a odiar, los hayas lastimado o no. Por eso tenés que saber siempre que los angustiadores van a aparecer justo antes del momento en que Dios está por soltar algo tremendamente grande sobre tu vida.

Aprendé este principio : Tus angustiadores serán angustiados por Dios.

David lo dice en el Salmo 23: "Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores" . Y cuando Dios comienza a servirte, los angustiadores no quieren ver eso, no soportan verlo, les da bronca y se quieren ir pero Dios no se los permite, porque es la manera de ser angustiados porque ellos primeros angustiaron. No hay uno que te haya angustiado que Dios no lo vaya a angustiar frente a tu vida.

David decía: "Cuando se juntaron contra mí para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron". Tropezaron con el amor de Dios. Cuando ven que Dios te ama tanto y que te tiende una mesa, porque sabe lo que pasaste, o lo que estás pasando, ellos tropiezan con el amor de Dios.

Todos los que te están angustiando serán angustiados por Dios porque Dios ya te tiene preparado una gran mesa servida y èl mismo será quien te la sirva.

Tener fe e integridad es la actitud de más fuerza y de más agresividad que un ser humano pueda tener

No permitas que Satanás te debilite con pensamientos negativos. Todo pensamiento que viene a tu mente no quiere decir que corresponda a tu mente. No tenés que pensar en todos los pensamientos que vienen a tu mente, tenés que discernir cuando hay un pensamiento de sabiduría y cuando hay uno necio; no permitas que los angustiadores te debiliten porque lo hacen cuando les prestás más atención de la que tenés que prestarles; y cuando dejás de hacer lo que estás haciendo para prestarle atención al angustiador comenzás a debilitar tu vida espiritual, tu fe, tu integridad.

El Salmo 23 termina diciendo: "Unges mi cabeza con aceite, mi copa está rebosando", esto habla de unción y de recompensa.

Dios te va a traer unción y recompensa

2 Crónicas 20 dice que todos los enemigos se juntaron para atacar a Josafat y al pueblo de Israel, y Josafat se arrodilló delante del templo y empezó a orar y decir: "Señor, cómo vamos a hacer, porque estos enemigos son más fuertes que nosotros que somos débiles delante de ellos" Y Dios le dijo: "Esta batalla no es de ustedes sino mía".

Esa batalla que estás peleando no es tuya, la tiene que pelear Dios por vos. Hay una batalla que le corresponde a Dios pelearla.

Cuando oramos siempre hay ángeles que intervienen en nuestras oraciones, siempre hay asistentes angelicales, pero Josafat se dio cuenta que no era tiempo de orar, ni de llorar, ni de seguir clamando; se dio cuenta que debía alabar, porque ahí es donde Dios mismo estaba.

Daniel estaba orando y se le apareció un ángel que le dijo: "Escuché tu oración desde el principio, pero el príncipe de Persia me detuvo por veintiún días y por eso no pude traerte la respuesta que estabas necesitando". Pero te quiero decir que cuando nosotros adoramos no hay ningún príncipe de Persia que pueda detener a Dios. Nadie puede detener la respuesta y la bendición que Dios tiene para darte. Dios personalmente atiende tu adoración, cuando te escucha cantar, o hablarle a èl con palabras de amor y exaltación te dice: "Yo mismo traigo la respuesta, no voy a poner ángeles porque tal vez algún príncipe malvado los detenga".

Este pasaje termina diciendo que los enemigos de Josafat se pelearon entre ellos, las emboscadas que habían preparado para Israel las terminaron usando en su contra, se confundieron se pelearon entre ellos. Cuando el ejército entró en la ciudad, la encontraron llena de muertos, pero había quedado el tesoro intacto, tres días estuvieron recogiendo el botín .

Hoy estás angustiado, hay pensamientos en tu mente que parece que nunca los vas a vencer pero no te preocupes esa batalla es de Dios, harás lo que tengas que hacer y recogerás el botín que Dios ya te tiene preparado, estarás tres días recogiendo el botín. Alabá que Dios mismo atiende tu alabanza, hay botín preparado.

Es tiempo de conquista, es tiempo de tomar el botín.

Hay una fuerza dentro tuyo que te dice que Sos Victorioso. Dentro de unas semanas, Dios va a traer algo a tu vida, va a hacer algo en esta ciudad.

Se terminó el tiempo de la angustia, llegó el tiempo de las recompensas.

Por Alejandra Stamateas

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