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ALEJANDRA STAMATEAS: COMO SOLTAR EL PODER QUE TENEMOS
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De: Alondra bat Yeshúa  (Mensaje original) Enviado: 21/11/2009 01:59

Cómo soltar el poder que tenemos

Existen más de cinco millones de empresas en el mundo lideradas por mujeres y son sus dueñas.
La mayoría de los movimientos espirituales fueron liderados por mujeres; en las misiones es donde las mujeres comenzaron a brillar.
Un hombre calificó a esto como "Una explosión de energía femenina."
Se sabe que cuanto más difícil y peligrosa es la tarea, más elevada será la proporción de mujeres enviadas para tal fin.
En China cuarenta mil, de los cincuenta mil, templos que hay son liderados por mujeres.

Parece que Dios se deleita en utilizar mujeres en lugares bien complicados porque sabe que las ha embestido de un poder extraordinario.

Poder se define como potencial, autoridad, fuerza, desafío, libertad, seguridad.

Poder es la capacidad de elegir o influir sobre los resultados.

En el mundo poder es un término con muy mala prensa. Se dice que, cuando le otorgamos poder a una persona, veremos qué hace, cómo actúa, porque allí saldrá su verdadera personalidad.

Cuando las mujeres tenemos poder:

1- Muchas veces, lo usamos para maltratar: "Vos me tenés que obedecer, hacerme caso", "Tenés que hacer lo que yo te digo porque sé más que vos."
Hay mujeres que ocupan lugares de poder y maltratan a sus subordinados. (Un ejemplo de ello lo vemos en la película "El diablo viste a la moda.")

2- Huimos del poder porque lo vemos como algo negativo.
Creemos que pertenece sólo a los hombres y que, al ejercerlo, nos haremos malas entonces huimos para que la gente no nos odie; y ser la "buena de la película" muchas veces no funciona.
Huimos porque no queremos que se nos confunda y criticamos a quienes tienen poder.

3- Lo perdemos o lo cedemos.
Cada vez que cedemos el lugar de poder que nos pertenece, no lo ocupará otra persona (llámese marido, hijos, amigos) sino Satanás quien lo usará en nuestra contra.
¡No debo entregar el poder que Dios me dio!

 

No voy a mirar hacia atrás.

 

Génesis 19:15

El problema de la esposa de Lot fue que siempre se llamó así: "la esposa de Lot".
Esta mujer tenía un problema de identidad ni siquiera tenía nombre. Lot era el importante y ella no, por lo tanto su autovaloración era negativa.
Es muy feo que nos digan "la esposa de...",  "la hermana de...", "la madre de...", "la hija de..." y no nos reconozcan por nuestro nombre.

Dios nos ha dado una identidad grande delante de El.

Esta mujer tenía la gran oportunidad de su vida, podía escapar de una ciudad de corrupción, una tierra de maldición, del lugar donde casi violan a las hijas y al marido; se presentaba  la oportunidad de salir de la esclavitud hacia la libertad, pero miró hacia atrás porque se evaluó negativamente.

Cada vez que te evalúes negativamente elegirás lo peor para tu vida.

En nuestra mente siempre habrá voces que nos hablarán mal y al oírlas estamos mirando hacia atrás.
La mujer de Lot no tenía nombre, no se valoraba y quería seguir viviendo en una ciudad que Dios ya había desechado.

Hay mujeres que, en sus mentes, siguen viviendo en lugares que Dios ya desterró de sus vidas, y están siempre recordando el pasado. En vez de mirar hacia delante donde están los sueños de Dios, no pueden moverse porque se han convertido en una estatua de sal.
Una señal de que nos valoramos negativamente es cuando seguimos amando a la gente que nos daña, cuando estamos junto al que nos hace mal; cuando seguimos usando la ropa como si fueras escapada de un incendio; cuando seguimos sentándonos en la punta de la silla porque consideramos que el otro siempre es más importante.

Si no usás el poder que Dios te dio, nadie te seguirá.

El poder usado negativamente te puede destruir pero accionado positivamente te va a dar la victoria en todo lo que hagas, te pondrá en lugares de importancia y (si querés ser una mujer de influencia y trasmitirlo a otras generaciones)  soltarás el poder que hay en tu interior.

Hay un poder que Dios te ha dado para bendecir a generaciones y  si te animás a soltarlo tendrás la victoria.

Nadie sigue a los "don nadie", nadie sigue a "la hermana de", a "la esposa de", sino siguen al que tiene identidad.
Dejá de llamarte por otra persona, tu nombre tiene poder, es importante porque tiene identidad.

Si no te valoras siempre serás frustrada y vas a querer frustrar a otros.

La mujer que no se valora positivamente siempre será dependiente, amargada, criticará a todo el mundo pero no reconocerá sus errores.

Para soltar poder:

1- Debo dejar mi pasado negativo.

Deja lo que tenés atrás y mirá hacia delante.

2- No debo detenerme.

Detenerse es perder.
¿Te perdiste? ¿No sabes para dónde ir? No importa, seguí caminando porque a algún lugar vas a llegar.
El secreto es moverse, no importa que no conozcas el rumbo, estás haciendo algo, liberando poder y no esperas que las cosas te lluevan de arriba.
Y, al determinar que te vas a mover, Dios te dará la guía hacia donde ir.

3- Aprendé a felicitarte.

No esperes de tu marido, de tus hijos.
No camines por la calle apurada, hacelo con porte, con elegancia.
"Ayudate a vos misma"; "bendecite"; "reíte un poco más"; "sé amiga tuya"; "amigate"; "hablá bien de vos", entonces los demás también lo harán. 
Auto descubrite permanentemente, sorprendete a vos misma, amate.
Cuanto más te ames, más potencial soltarás;  Dios quiere que te veas como El te ve.
Mírate como Dios te ve y amate como Dios te ama.

 

4- Todo lo que hacemos es bueno.

El problema de las mujeres es que no lo creemos en lo que hacemos: "Y, podría hacerlo mejor"; "Sí, hablé, pero podría haber hablado mejor".
Cuando vamos a la cama, siempre reflexionamos acerca de lo negativo que cometimos durante el día.

Si David venció a Goliat fue porque sólo
habló de Dios, no le interesó quién era el gigante. Le dijo: "Incircunciso". No le miró la altura, las armas que tenía ni la protección porque estaba seguro que él tenía al Dios de los dioses y los ejércitos y escuadrones de Dios estaban de su lado.

 

5- Aprendé a valorarte.

No dudes de lo que hacés, todo lo que hacés está ungido.

Cuando hacés una comida es la mejor comida; cuando hacés un proyecto es el mejor proyecto; cuando escribís un libro es el mejor libro; si preparás una clase es la mejor clase.
Y cada vez que te digan un "no", no tiene que ser un paredón sino servirá de motivación para seguir adelante con lo que hiciste.
Si estás segura de que lo que hacés es de Dios (cualquiera sea el que se plante delante o te pongan mala cara) nada te va afectar y nadie te hará frente.

6- Desarrollá una visión positiva de vos misma.

Tenés que saber en qué cosas sos buena (no cuentes lo malo). Hay cosas en las que tenés un diez y tenés que darlo a conocer porque el mundo tiene que saberlo.

Dios te dio dones y, a medida que los usás, más poder se suelta de tu vida;  necesitás el poder para que el mundo sepa que Jesucristo es el Señor.

Dejá de ver el pasado, en la crisis usá tu poder, movete positivamente porque estás ungida y todo lo que hagas te va a salir bien.

El poder es el lugar que Dios quiere que ocupes.

Dios no te va a dar algo para después decirte que no lo uses (esa es la mentalidad de antes).
Si no usás lo que Dios te dio te convertirás en estatua de sal.
La mujer de Lot había visto a Dios obrar, había tenido un mentor como Abraham, vio a los ángeles venir a sacarlos de la ciudad que sería destruida, que era su oportunidad pero se valoró negativamente, no pensó bien de sí misma y se quedó a mitad de camino mirando para atrás.

El problema no fueron sus ojos que miraron
para atrás sino su corazón. Cada vez que el corazón mira hacia atrás quedás petrificada.
Si mirás al pasado no podés hacer nada porque el pasado ya pasó.

Dios te dará el lugar de refugio y aun lo que no puedas hacer Él lo hará por vos en la medida que estés decidida a moverte. 

Si Dios te dio poder, usalo.

Tal vez necesites usar poder en el área financiera, que hasta ahora no lo soltaste porque vivir con el poder financiero de otros, pero Dios te dice que tenés poder para obtener tus propias finanzas.

Tal vez éste sea el momento de sorprenderte a vos misma y para eso tendrás que creer en tus proyectos: en ese negocio que querés poner, en ese libro que querés escribir, en la carrera que querés estudiar, en tu profesión donde sos buena y, no solo eso, sino sos la mejor.

Tal vez Dios quiere darte ideas divinas para que sueltes poder y seas conocida mundialmente.
Tal vez Dios quiera soltarte poder a través de los contactos.
Dejá de mirar las telenovelas todo el tiempo que no te sirve para nada, usá ese tiempo para salir a la calle y conectarte con gente de valor.
Si te considerás una "pobre mujer", una "pobre tipa", vas a unirte a "pobres mujeres" y "pobres tipas", pero si te consideras una mujer llena del Espíritu de Dios te unirás con las mejores y esas conexiones de oro te darán el éxito que estás buscando.

Conectate con gente de otros niveles, con quienes hayan logrado cosas grandiosas,  mujeres que hayan logrado tu sueño, aprendé de ellas y no te apartes de su lado.

Dios te dio el poder de autodeterminarte y de la unción para usarlo.

Si guardas el poder no crece. Hay gente que vive guardando cosas y dice "para más adelante, no es mi tiempo."
Dios te dice: "Eldía es hoy."

¡Tenés que soltar el poder hoy!
Dios ya te lo dio a través de Jesucristo y esta esperando de que salga a luz, que te liberes, que te manifiestes como una mujer poderosa  y para ser de influencia a miles de generaciones.

Adoración suelta un poder dentro tuyo porque la adoración mueve cosas.

No podés ser de la misma manera cuando adorás porque estás cantando al Rey de reyes (y a El le gusta).
No podés cantar solo con tu voz sino con todo lo que sos, con toda tu identidad, con todos tus fuerzas y tus ganas, con toda tu pasión, con toda tu voz.
Levantar los brazos hace que la adoración salga con una fuerza y una energía especial.
Dejá de andar por el mundo como una mujer débil, como una pobrecita porque sos fuerte.
Soltá tu poder



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Pastora Alejandra Stamateas



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