Mamá es nuestro primer vínculo de amor.  Mamá es el modelo de relación que tendremos en nuestras relaciones afectivas. En Estados Unidos se hizo un estudio donde se analizan los modelos de mamá;

1. Mamá perfeccionista: Es la mamá exigente y controladora. Transmite que lo importante es la aprobación de los demás. Cada vez que querés demostrarle algo a alguien vos te atás a esa persona.
2. Mamá amiga: Comparte la ropa con la hija. Va a bailar con los hijos. Se transforma en una madre sobreprotectoras; no pone límites. Ese hijo crece con inseguridad.
3. Mamá egoísta: Son madres a las que no les interesan sus hijos. Dicen frases tales como: “desde que vos naciste se arruinó mi vida”, “por tu culpa tengo várices”, “me vas a matar”, “me arruinaste la vida”. Estos hijos crecen con baja estima.
4. Mamá neurótica: Es bipolar, en el peor sentido de la palabra. Un día te ama y al otro día todo lo contrario. Esos hijos crecen con ‘radares’ y están siempre atentos.

Dios no es ni varón ni mujer, pero se manifiesta de acuerdo a la necesidad que tenemos. Dios se nos va a revelar como mamá y va a darnos todo lo que no tuvimos.
Dios nos dará abrazos de amor.
Dice David; ‘me abrazó la muerte, pero viniste tú y me abrazaste’. Dios te va a dar las caricias que tu mamá no te dio. Cuando Dios te abraza, suple las carencias que hayas tenido.

Isaías 66; 12: “Serán amamantados y llevados en brazos, mecidos en mis rodillas”
Dios nos dará Palabras de amor.
Cuando Dios te da una palabra amorosa, se te revela como mamá.
Isaías 66; 13: “Como madre que consuela a un hijo, así yo te consolaré.”
Dios nos dará un útero para parir sueños grandes.
Cada vez que Dios te da un sueño se te revela como mamá. Porque en lo natural es la mujer la que tiene el útero para parir y en lo espiritual; Dios como mamá se te revela y te presta su útero para que puedas parir sueños.
María todavía era adolescente cuando se le apareció el ángel para saludarla y avisarle que iba a ser madre. El ángel le dijo que el Espíritu Santo vendría sobre ella, ya que ella no entendía cómo había quedado embarazada.
Quiero decirte que no necesitás de ningún hombre para alcanzar tu sueño, no necesitás del dinero, solamente necesitás que el Espíritu Santo venga sobre vos. Sólo necesitás que Dios descienda con su gloria y creas que con Él podés lograr todo. Yo no sé cuándo ni cómo, pero sé que vendrá sobre vos el Espíritu Santo.
No hay sueños equivocados, hay fechas equivocadas.
Nunca renuncies a tu sueño; si no lograste tu sueño, te equivocaste en la fecha pero no en el sueño.
Nunca vendas tu sueño, simplemente corré la fecha. Si Dios te dio un sueño, lo va a cumplir.

El ángel le dijo que visitara a Elisabet, su prima, porque ella era estéril pero sin embargo estaba embarazada.
Dios te va a conectar con gente maravillosa que ha recibido un milagro de Dios como vos.

Dios me dijo que cuando una persona recibe un milagro de Dios se encuentra con otra que también ha recibido un milagro y se conectan; uno puede con mil y dos con diez mil.

Antes nos conectábamos con los tóxicos, pero ahora nos vamos a conectar con gente que también ha visto la gloria de Dios y nos vamos juntar como María y Elisabet para traer la gloria a la tierra.
El ángel le dijo a María: ‘bienaventurada y favorecida’ y ella no entendió ese saludo.
A muchos nos pasó de ir a la iglesia y no entender. Dios me dijo que todo lo que no entendamos de Él hoy, vamos a entenderlo mañana; porque todo lo que viene de Dios y no lo entendemos encapsula una gran bendición que nos va a expandir.
Cada vez que vos rompés tu techo, bendecís a otros.
Ella dijo: ‘hágase como has dicho’. María creyó y gracias a ella hoy estamos nosotros acá.
Saúl podía enfrentar a Goliat por tener el privilegio de ser promocionado; pero tuvo miedo, y su ejército también tuvo miedo.
Pero cuando David decapitó a Goliat, se desató en el pueblo la unción de la conquista y salieron a pelear.

Hoy Dios va a romper tu límite y, cuando se rompa tu límite, tu familia se va a animar a hacer lo que nunca se animó a hacer; porque hace falta uno que se anime para que todos los demás digan: ‘Si Dios te usó, nosotros queremos lo mismo.’
Para que la gloria venga a mi vida tengo que hablar
Cuando Dios te de una palabra tenés que decir: ‘que se haga como Dios ha dicho.’ Si querés que Dios se te revele como mamá, tenés que acordar eso. Si querés que Dios te prospere, sellá esa promesa hablando.
Toda la fe está dentro tuyo, solamente tenés que hablar. María habló, el ángel se fue y ahí recién vino el Espíritu Santo.
Hay varios niveles para hablar:

1. Murmurar: Tenés que murmurar palabras de fe. ¡Murmurá victoria!
2. Hablar
3. Clamar
4. Declarar: Es decirle a todo el mundo la promesa de fe.
5. Gritar: Cuando estás en una situación de emergencia, no empezás a orar, gritás. Tenés que gritar tu fe.

Dice que cuando el ángel se fue, vino la gloria.
Cuando sello, cuando hablo, cuando acuerdo con Dios viene la gloria sobre mí. Dios nos va a enseñar a administrar su gloria.
En Proverbios dice: ‘Como piensa su corazón, así es él.’ Salomón manejaba la sabiduría, y David manejaba la gloria, lo sobrenatural.
Antes la gloria estaba en una caja de oro llamada ‘arca’, Dios vivía allí literalmente. Cuando robaron el arca, David se encargó de recuperarla porque quería la gloria.

Cuando la recuperó, la pusieron en un carro nuevo con y empezó a andar. David cantó y danzó en ese momento; hasta que un buey se tropezó y ya no pudieron avanzar. Eso significa que todo lo que sabés de adoración, un día ya no va a servirte.
Cuando el buey se cayó, uno de los que estaba con David dijo que él podía levantarlo; y cuando se acercó Dios lo mató. Ese hombre representa a los que no valoran la gloria de Dios.

Cuando David vio eso tuvo miedo y mandó al arca a la casa de Abinadab. Cuando este hombre tomó la gloria su vida se transformó positivamente. Al ver esto David llamó a los levitas, porque ellos conocían las leyes que mueven la presencia de Dios. Ellos descubrieron que a la gloria no había que llevarla sobre animales, sino sobre hombres y que cada seis pasos tenían que parar y matar un animal. David descubrió leyes que le permitían conocer las profundidades de Dios.

Gloria es conocer las leyes. María dijo: ‘hágase conmigo como has dicho’; ella aplicó la ley del acuerdo, la habló y vino la gloria. Dios nos va a mostrar principios profundos.
Cuando iban con la gloria, David danzó tanto que su ropa se cayó. Cuando llegó a la ciudad lo estaba esperando su esposa, quien sintió vergüenza al verlo.
Esa mujer representa a los que no saben que existe la gloria. Ella vio a un hombre, pero no supo ver la gloria.

Hay cinco tipos de gloria.

Una es la gloria que te trae éxito; esa es la gloria que tuvo José.
Otra es la gloria que tuvo Rut, esta gloria te levanta del dolor.
La gloria de Eliseo es la gloria de los milagros.
Hay una gloria que nos envuelve y nos enamora del Señor.
Está también la gloria de Salomón que es la gloria de la inteligencia.

Por Bernardo Stamateas

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