A nuestra época se la define como la época del desamor. Hoy nos cuesta expresar las emociones más profundas. Vivimos en una época donde no hay privacidad, tal vez no podamos comunicarnos, pero toda nuestra vida está expuesta; por ejemplo: la famosa casa de Gran Hermano, hay videos que salen en you tube, hay blogs, celulares con cámara; hoy toda tu vida puede estar expuesta, y todo el mundo puede tener acceso a tu vida.

A pesar de este grado de exposición hay emociones ocultas en los seres humanos.

Hay muchas personas que se han silenciado emocionalmente. Hay jóvenes que no hablan de lo que les pasa por dentro; teniendo dolores profundos prefieren cerrar la boca y ahí aparece lo que se llama ‘desamor': yo no expreso lo que siento, lo acumulo, y me voy enfermando, pierdo el afecto por mi mismo.

El desamor no solo abarca la vida de otros, sino que también abarca mi propia vida , dejo de quererme, dejo de cuidarme, dejo de acariciar mi vida y surge el auto abandono. Cuando una persona abandona a otra le está diciendo: ‘ yo no te puedo cuidar, no tengo capacidad para cuidar de tu vida por eso te dejo.'

Cuando una persona deja a su pareja le está diciendo: ‘yo no puedo cuidar esta relación, no sé cómo hacerlo por eso te abandono.'
Cuando una persona se abandona a sí misma lo que se está diciendo es: ‘no tengo capacidad para cuidarme a mí mismo.'

Tenemos la capacidad interna para cuidarnos a nosotros mismos.

Existen varios tipos de abandono:

1. Abandono físico
2. Abandono emocional
3. Abandono intelectual
4. Abandono espiritual

Cuando te abandonás en un área, tarde o temprano te vas a abandonar en el resto de las áreas de tu vida, porque el abandono repercute globalmente, ya que somos seres integrales.

El abandono físico:
La persona que se abandona físicamente comienza abandonando detalles; por ejemplo: uñas sucias, usar una remera con agujeros, usar medias rotas. Son pequeños detalles.
Cuando vos conocés a alguien, ves a esa persona como una totalidad, pero la totalidad es la suma de pequeños detalles .

Si vos descuidás los detalles, tarde o temprano te terminás abandonando físicamente.

Tu vida no tiene que ser una fachada porque hoy la sociedad nos pide que vivamos de eso. Se dice que tenemos que arreglar el exterior, pero del interior no hay que ocuparse demasiado.

El autocuidado no tiene que ver con fachada, tiene que ver con cuidar los detalles que los demás no ven.

Te merecés lo mejor, merecés cuidarte de la mejor manera. Todo lo que hagas tenés que hacerlo por vos porque sos digno.

Hay chicas que si van a salir con alguien se arreglan, pero cuando no salen se descuidan.

El abandono empieza con la frase: ¿Para qué?

¿Para qué me voy a cambiar?
¿Para qué me voy a bañar?
¿Para qué me voy a afeitar?
¿Para qué me voy a poner perfume?

Cada vez que te preguntes para qué, tenés que responderte, que todo lo que hagas, es por vos y para vos.

Es una gran mentira cuando decís que no te comprás ropa o un perfume porque no tenés plata, porque nada justifica la falta de amor por vos. Has nacido por amor y para amarte a vos mismo.

Proponete recuperar detalles, pensá en algo que te descuidaste o te estás descuidando. Cuidá detalles por vos.

Hay personas que se abandonan físicamente y no van al médico.

Hay personas que todos los días tienen un dolor diferente, se acostumbraron a ese dolor y lo terminan usando para manipular, pero no se dan cuenta que los únicos que se perjudican son ellos mismos, porque no buscan atención y cuidado para eso que les está pasando.

Si vos no aprendés a cuidarte a vos por vos, lo único que van a hacer los demás es manipularte.

Abandono emocional:

Aparece por haber perdido la capacidad de disfrutar de la vida.

Hay muchos chicos que están con una depresión profunda a pesar de tener 15 años, porque la vida se les transformó en una carga. Comenzás con problemas de carácter, llorás solo, delante de la gente; tenés una vida aburrida, de pronto lo que antes te hacía bien, ahora lo dejaste de hacer, te vas encerrando, vas achicando tu mundo y te alejás de la gente. Tal vez te enojes más que antes.

Te empezás a quejar, y cada vez que vos te quejás, te alejás de lo que querés atraer .

Una vez pueden escuchar que te quejes, pero después se van a alejar de vos. Cuando vos te quejás, con tu boca estás creando un mundo. Si vos decís: ‘a mí nadie me quiere' , estás armando ese mundo y lo hacés real.

Si vos te quejás todo el día, tu corazón se empieza a llenar de mala onda y así empieza a aparecer el famoso ‘¿Para qué?'

¿Para qué voy a hablar de este tema si ya sé que me va contestar?
¿Para qué le voy a decir esto a mi mamá si sé que va a terminar gritando?
¿Para qué voy a hablar de esto con mis amigos si ya sé que se van a burlar?

Lo peor que te puede pasar en la vida es tener paradigmas mentales .

No creas que las cosas vayan a darse siempre de la misma manera.

Tal vez tu vieja sea una loca, tal vez tu viejo es un violento, pero lo importante es que no te encierres emocionalmente, y aunque creas saber la respuesta puedas hablar lo que te está pasando; porque sino, vas a acumular y eso va a llevarte al descuido emocional.

Lo importante es que puedas hablar. No guardes lo que te está pasando.

Hay hombres que se atragantan en sus propias palabras y el descuido emocional empieza a aparecer por no haber hablado en el momento correcto.

Quiero hablarles a las mujeres; si tienen problema con sus madres divórciense emocionalmente de ellas.
Divorciarme de mi mamá implica dejar de pelear con ella, significa que la vas a considerar un ser humano.

Si todo lo que dice tu mamá te daña es porque estás dependiendo emocionalmente de ella , y hasta que no te divorcies emocionalmente todo lo que ella te diga, va a impactar tus emociones.

Hay chicas que tratan de ser diferentes a las madres, y eso es lo peor que pueden hacer. Tenés que descubrir cuál es tu identidad , que tu identidad no pase por diferenciarte de tu mamá. Hay cosas que tenés de ella, y hay cosas que tenés, que no tienen nada que ver con tu mamá.

Cuando una hija te dice que el gran problema de su vida es la madre, tiene que preguntarse; ¿si no tuviera a mi mamá, no tendría problemas?

Ahora yo quiero preguntarte, si tu mamá no estuviera, ¿tu vida sería sencillísima? Tendrías los mismos problemas, lo que pasa es que ahora los focalizaste en tu mamá.

Tenés que independizarte de toda la gente que te lastima con sus palabras. Independizarse no significa abandonar a nadie, sino que es la forma de cuidarte emocionalmente.

Para cuidarte emocionalmente tenés que escucharte; tal vez escuches a todo el mundo pero no sepas escucharte a vos misma. Si vos no te escuchás es porque perdiste la capacidad de valorar lo que vos decís. Todos tus pensamientos son dignos de ser escuchados; tenés que creer en vos.

Respetate, no anules la sabiduría que tenés adentro. Aprendé a escuchar las respuestas que vienen a tu espíritu porque son valiosas. Respetá lo que pensás, respetá tus emociones. Hablá lo que te está pasando, hablá positivamente de vos; no esperes que alguien hable bien de vos.

Hablá de vos con palabras buenas, con palabras dulces, consolate a vos mismo.

Si a vos te va mal en un examen, ¿qué te gustaría que te digan tus viejos?

Lo que yo me pregunto es, ¿Por qué lo estás esperando de tus viejos si vos te lo podés decir?
Empezá a tenerte paciencia, date oportunidades.

Date oportunidades sentimentales , si te fue mal con un pibe date otra oportunidad.
Date oportunidades en tu trabajo , si te salió mal el trabajo pensá que podés hacerlo mejor.
Date oportunidades espirituales. Hay chicos que cuando se mandaron una macana, dejan de venir a la iglesia porque creen que para venir acá tienen que ser santos.

Cuando te equivoques no tenés más que reconocerlo, y darte una nueva oportunidad porque Dios te va a restaurar.

Nunca determines que algo está terminado porque somos proceso y Dios está trabajando en nosotros. ¡Tenete paciencia en medio del problema!

Abandono intelectual:

Acá también aparece el paradigma del ¿para qué?

Alguna vez seguramente te hayas preguntado: ‘¿para qué tengo que aprender cómo hacer éstos cálculos si tengo la calculadora?'

Cada vez que te hacés la pregunta ‘¿para qué?' y no sabés responderte, vas a terminar abandonándote.

Hoy se están haciendo investigaciones porque el 75% de los adolescentes están dejando de estudiar. Y eso pasa porque se prefiere dejar el esfuerzo por la mitad, y al dejar de estudiar nos transformamos en mediocres intelectuales.

Estudiá, no seas mediocre porque los mediocres no resisten en este sistema .

Dios nos ha preparado para triunfar en todo.

¡Desafiá a tu mente! Una persona inteligente es una persona que sabe realizar buenas conexiones neuronales.
Para que dos neuronas se conecten tenés que darles información.

Abandono espiritual:

Hay chicos que viven en monotonía espiritual, ya no les pasa nada con Dios. Dios ya no los desafía, ellos ya no desafían a Dios; su vida espiritual es aburrida.

El abandono empieza por detalles.

Dice la Biblia que: ‘La fe sin obras es muerta' , si no usás tu fe y no hacés que se mueva, es porque tu fe está muerta.

Tu fe tiene que moverse. La fe que está dentro tuyo es para usarla en pequeñas y grandes cosas.

Cuando Dios te da una revelación, una palabra, es para que acciones la fe. Tenés que ser un joven entusiasmado. Entusiasmo significa ‘en Dios'. Si no estás entusiasmado, no estás en Dios; y no estar en Dios quiere decir que estás en tus problemas, en tus luchas, en tu depresión, en tu dolor, en tu crisis, en tu enojo y en tus fracasos; porque para estar en Dios tenés que estar entusiasmado.

Dice la Palabra que en Dios haremos proezas; y para hacer algo que nunca nadie hizo tenés que estar entusiasmado.

Tu fe tiene que darte resultados , porque sino, ser cristiano no te sirve para nada. Dios quiere que muevas tu fe, quiere darte palabras que te desafíen a probarlas donde vayas.

Jacob era un hombre que estaba acostumbrado a hacer las cosas a su manera, a mentir; pero dice que un día llevó a toda a su familia y les dijo que fueran delante suyo porque quería quedarse solo.

En ese momento el se quedó solo, luchó con un ángel y pudo verse a si mismo.

Tenés que aprender a verte a vos mismo para empezar a curarte. Hasta que no te avives de lo que sos, no vas a cuidarte, vas a seguir lastimándote.

Hasta que no estés solo con vos y te empieces a mirar a vos, hasta que no te descubras como el ser humano valioso que sos, creado por amor y para amar; no vas a poder cuidarte.

Jacob se miró a si mismo en medio de la soledad y pudo pensar en él, por eso le dijo al ángel que no iba a soltarlo hasta ser bendecido. Él pudo pedir bendición y ser perseverante en lo que pedía porque sabía quien era. Él sabía que era digno de esa bendición.

Si vos sabés quién sos, sabés que sos digno de la bendición de Dios y hasta que no la tengas no vas a parar.

Hay algunos que no reciben porque no se consideran dignos.

No sueltes a Dios nunca, no sueltes a Dios hasta ver las promesas cumplidas.

Había dos hermanos; uno le pide toda la herencia al padre y se va; mientras que el otro se queda en la casa. El que se va, malgastó los bienes.
Él malgastó todo porque no se consideraba digno de ese dinero por cómo lo había pedido.
El que se había quedado en la casa tampoco usaba nada de lo que tenía en su casa, porque no se consideraba digno.

Ninguno de los dos se amaba ni se quería.

Cuando vos no te amás ni te considerás digno, no podés pensar en vos ni cuidarte.

Quiero que pienses cuál es el detalle que descuidaste y cuál tenés que empezar a cuidar.

Tenés que pedirle algo a Dios y no parar hasta conseguirlo; pero para eso tenés que quererte, tenés que cuidarte, tenés que considerarte digno.

¿Qué es lo que creés realmente que merecés? Eso depende de cuánto te ames.
¿Creés que merecés vestirte con las mejores ropas? Depende de cuánto te amás.
¿Creés que merecés estar cuidado físicamente? Eso va a depender de cuánto te ames.
¿Creés que merecés buenas relaciones afectivas, que tu familia esté en paz, que tu pareja tenga paz? Eso va a depender de cuánto te amás.
¿Cuánto creés que te merecés? Va a depender del amor que te tengas, porque Dios está dispuesto a soltar amor sobre tu vida.

¡Sos merecedor de cosas grandes!

¿Tenés la familia que querés?
¿Tenés la pareja que siempre soñaste?
¿Estás viviendo económicamente como te gusta vivir?
¿Tenés los amigos que querés tener?
¿Estás viviendo espiritualmente como te gustaría vivir?

Sino te está pasando todo esto es porque te valorás poco y necesitás valorarte más; porque cuánto más te valores, más vas a poder recibir de Dios.

La gente te va a mirar de acuerdo a cómo vos te mires.

Si vos te ves poderoso y digno de ser amado, así va a verte la gente y así van a tratarte.
Si vos te ves como un pobre pibe o una pobre piba, así van a tratarte y van a terminar manipulándote. Dios nos da a todos pero depende de vos que lo recibas. Tenés que querer recibir lo que Dios tiene para darte.
Si es mucho o poco depende del valor que te des.

La fe es riesgo.

Como pedís es como te ves; como vivís es como te valorás. Depende de vos, no de los demás.

Por Alejandra Stamateas

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