¿Te pasó alguna vez de encontrarte con alguien y sacarle la ficha al instante?
¿Alguna vez olfateaste una oportunidad y dijiste: ‘esto va a salir bien'?
¿Te pasó alguna vez que conociste a algún amigo de tu hija y dijiste: ‘no me gusta'?
¿Alguna vez resolviste un problema rápido, y no sabés cómo lo hiciste, y decís que fue sin pensar?
¿Te pasó de sentirte incómoda en algún lugar, y pensar que había algo raro allí?
¿Sentiste la urgencia de llamar a alguien por teléfono?

Todas esas cosas, entre muchas otras, tienen que ver con la capacidad que tenemos los seres humanos que se llama ‘intuición' .

Antes de hablar de lo que es la intuición, quiero hablarte de lo que no es intuición para que no nos confundamos.

Intuición no es algo espiritual.
Intuición no es un poder superior.
Intuición no es una habilidad extrasensorial.
Intuición no es adivinación.

Cada vez que hablamos de intuición, la primera reacción de la gente es decir: ‘vos sos bruja' , y cuando te dicen eso es porque relacionan la intuición con algo mágico.

La intuición es inteligencia.

Todos los seres humanos tenemos inteligencia intuitiva, pero no todos los seres humanos la desarrollamos.

Intuición es saber algo sin saber cómo lo sabés. La intuición ocupa un lugar en el cerebro.

Cuánto más usás la intuición, más se mejora, y aprendés a ser más intuitiva porque usás ese tipo de inteligencia.
La intuición surge de toda la información que tenemos almacenada en nuestro cerebro. Nosotras acumulamos información de cosas que vamos experimentando, que vamos aprendiendo, que vamos viendo. Toda esta información se almacena en el cerebro y queda ahí.

Cuando no aplicamos la razón podemos aplicar la inteligencia intuitiva , y entonces la información almacenada aparece en un nuevo conocimiento. La intuición está más desarrollada en las mujeres que en los hombres porque generalmente las mujeres somos más de percibir que los hombres, y esto tiene que ver con algo cultural.

Las mujeres somos como un detector de emociones humanas. Las mujeres vemos a una persona y no la vemos como tal, sino que la vemos como libro. Para las mujeres los seres humanos son libros que pueden ser leídos. Nosotras leemos las expresiones, los gestos. Somos muy observadoras y expertas en leer caras.

El cerebro femenino es una máquina emocional de alto rendimiento. Los hombres evitan las emociones.

Las mujeres detectamos significados emocionales rápidamente.

En la cara de alguien podemos detectar los signos de tristeza en un 90%, mientras que el hombre a penas puede detectar el 40% de los signos.

Cuando vos estás pasando una crisis, y hablás con tus amigas, ellas van a pedirte detalles, en cambio si hablás con un hombre va a decirte: ‘espero que te mejores pronto' . Las mujeres almacenamos en nuestro cerebro mucha información emocional, por eso nuestra intuición tiene que ver más con personas que con cosas.

Nosotras podemos intuir si un negocio va a ser bueno o no, por las personas que están involucradas en ese negocio. Pero tal vez si no tenemos esa información, no podamos intuir si el negocio será bueno o malo.

Esto tiene que ver con que en la antigüedad, las mujeres tenían que defenderse de determinadas situaciones. Ellas tenían que diferenciar rápidamente cómo estaba su marido cuando llegaba a la tienda para no sufrir. Ellas detectaban si corrían o no peligro por la cara de su marido. Por eso, las mujeres actualmente leemos a la gente por una cuestión de protección.

La intuición va a estar desarrollada, de acuerdo al área en que tengas almacenada mayor información.

Hay muchas mujeres que cuando ven un hombre alcohólico, sin saber que lo es, ya te lo pueden decir. Y eso pasa porque tal vez hayan vivido con un padre, un marido, o familiar alcohólico, y entonces ya saben distinguir por la información que almacenaron.

¿Cómo diferenciar lo que es intuición de lo que no lo es?

La intuición no procede del miedo ni de la confusión, y tampoco procede de la negatividad.

Hay personas que confunden la intuición con lo que creen. Ven todo oscuro, todo es muerte, todo es dolor. Esos son profetas de la negatividad. No te juntes con esa gente, porque es gente que confunde la intuición, con lo que Dios les dice.

Si una persona siempre viene con algo negativo tal vez sea, porque en su casa haya herencia de dones paranormales a los que tiene que renunciar en el nombre de Jesús.
La intuición nace solamente cuando la mente está en paz. Cuando vos estás relajada, y no hay confusión mental, hacés que la razón se calle y activás la intuición.

¿Cómo desarrollar la verdadera intuición?

•  Debo aprender a calmar mi mente: Tenés que dormir y disfrutar de ese momento. Cuando vos dormís fortalecés tu cuerpo, tu mente, tu espíritu. Cuando tu mente está relajada, la intuición puede surgir más fácilmente.

•  Tengo que creer en mí: Tenés que confiar en las decisiones que tomás, porque muchas veces intuitivamente aparecen palabras, ideas, pero las descartamos.
Tenés que aprender a confiar en las ideas y en los pensamientos que vienen a tu mente.
Tenés que preguntarte y escuchar las respuestas que bajan a tu mente, porque esas respuestas vienen de una información que acumulaste a lo largo de tu vida.

•  Tenés que identificar tus motivaciones y tus miedos: Si sabés cuáles son tus miedos podés tener una intuición limpia. Si siempre intuís lo mismo, tenés que ver si detrás de esa supuesta intuición no hay un miedo tuyo que todavía no sanaste.
La pregunta que hoy quiero que te hagas es, si vos estás viviendo la vida que querés vivir o estás viviendo la vida que los demás quieren que vivas .

Si vos vivís la vida que los demás quieren que vivas, siempre vas a sentir frustración en tu corazón. Las cosas te van a pasar hayas decidido vos o no.

No hay nada más lindo que te pasen las cosas que vos decidiste que te pasen.

No hay mejor sensación en la vida que tomar tus propias decisiones, te equivoques o no , porque sino, siempre vas a vivir como víctima de los demás.

Preguntate todas las noches si viviste el día como vos querías vivirlo. Decidí cómo lo querés vivir, planteate qué vida querés tener, que tu vida no se la lleven los demás.

Cada vez que decís: ‘si fuera por mí' , estás dando a entender que los demás están decidiendo algo. Si la decisión es tuya siempre va a ser buena.

Cuando vos elegís qué vida querés vivir, ponés tu mente en paz, y hacés que la intuición no se contamine.
Tenemos que desarrollar la inteligencia intuitiva porque ésta puede convertirse en un don. S i yo junto esa inteligencia con la sabiduría de Dios, esa inteligencia se puede convertir en un don.

Dice la Biblia que un ciego no puede guiar a otro ciego , si tu inteligencia está sucia te volvés ciega, y no podés guiar a otro ciego; porque van a caerse en el pozo.
No seas ciega, date cuenta que hay una inteligencia que tenés que desarrollar correctamente.

Tenés que tener en tu mente un registro de bendiciones. Tu cerebro tiene que almacenar bendiciones, porque sino lo hace, no vas a poder intuir cosas buenas.

Tenés que tener una memoria llena de bendición. Si te atrevés a llenar tu memoria de bendición, vas a tener intuición positiva y de bendición para tu vida, y la de los demás.

La información que ayuda a la intuición viene de la bendición, viene de oír, y oír la palabra de Dios. Oír es la manera de llenar tu mente de bendición. Tenés que oír permanentemente la Palabra.
Tenés que leer la Palabra de Dios con la lupa de la bendición, no con la lupa del legalismo, porque sino vas a tener intuición legalista.

El ser humano debe usar las palabras para curar, bendecir y prosperar.

Tenés que incorporar en tu memoria información de sanidad, de bendición y prosperidad.
Todos los días tenés que leer bendición, porque cuánta mayor bendición haya en tu memoria, más intuición vas a poder desarrollar para lo bueno.

La mayoría de las enfermedades son causadas por mentes intranquilas aparte de malos diagnósticos. Cuando tu mente no está en orden, tu cuerpo no está en orden. Cuando tu mundo exterior no está en armonía, es porque tu mundo interior no está en armonía.

Me contaron de una persona que había comido una comida que le cayó mal, y le echó la culpa al pescado que según ella estaba en mal estado. Pero la persona que estuvo con ella le dijo que no era la comida la que estaba envenenada, sino que ella estaba envenenada, por haber peleado con 13 personas en la semana.

Todo tiene que ver con cómo vivas, con que vivas como vos querés vivir. No dejes que los demás tengan poder para envenenarte.
Querida mujer, aprendé a bautizar tu vida y todos los eventos de tu vida . Ponele nombre nuevo a cada situación.

Cuando haya un problema, bautizalo como ‘oportunidad de tu vida' .
Cuando haya un problema de enfermedad, bautizalo con el nombre de ‘salud' .
Cuando haya problemas de mal estar, bautizalos como ‘cambios positivos' .
Cuando haya escasez, bautizá ese momento con el nombre de ‘riqueza' .

¡Atrevete a ponerle un nombre de Dios a tu evento!

¡Atrevete a bautizar los eventos!

Por Alejandra Stamateas

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