Pablo escribió esta carta a su amigo Timoteo, quien era el líder pastoral de la Iglesia en Éfeso. La Iglesia estaba en crisis debido a que ciertos maestros estaban conduciendo el rebaño lejos de la revelación y de la verdad divina. Pablo hizo hincapié en la importancia de la oración en la vida del cristiano. La oración ayuda al creyente a centrarse en Dios, permitiéndole impartir conocimiento, sabiduría y dirección para las cuestiones que inevitablemente surgen en la vida diaria. Pablo sabía que era fundamental ser persistentemente pedir la gracia de Dios para perseverar en la vida cristiana, tanto para nosotros como para los demás. Pablo hizo hincapié en que hemos de llevar continuamente las necesidades de otras personas a Dios, porque Él "quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad" (1 Timoteo 2: 4). La oración tiene el poder de cambiar vidas, llevar a la gente a una relación personal con Jesucristo, suavizando los corazones endurecidos y con el pecador más cínico a la conversión.

 

Voy a dar [ellos] un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de [ellos]; Voy a quitar [su] corazón de piedra y dar e [ellos] un corazón de carne. (Ezequiel 36:26)

 

¿Estás intercediendo por tu cónyuge? ¿Estás levantando oraciones diariamente a Dios, pidiendo "venga tu reino, hágase tu voluntad" en la vida de tu cónyuge? Dios quiere que le lleves todo temor, preocupación y necesidad de Él, seguro de que Él es un Dios clemente y misericordioso que quiere ayudarte. No te desesperes y no pierdas la esperanza; persevera en la oración por tu amado cónyuge.

 

Estad siempre gozosos; orad sin cesar; dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús. (1 Tesalonicenses 5: 16-18)

 

La alabanza y la acción de gracias es una parte importante de la oración. Da alabanza y las gracias a Dios por el buen trabajo que está haciendo en tu matrimonio y la familia, aunque no hay pruebas de ello. Da gloria a Dios tanto en los tiempos buenos y malos. Él es digno de toda alabanza.

 

¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez. ¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios! (Salmo 42:11)

 

Jesús también hizo hincapié en la importancia de llevar las oraciones a Dios, persistentemente, sin vacilar.

 

Y les refería Jesús una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer, diciendo: Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno. Y había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él constantemente, diciendo: "Hazme justicia de mi adversario." Por algún tiempo él no quiso, pero después dijo para sí: "Aunque ni temo a Dios, ni respeto a hombre alguno, sin embargo, porque esta viuda me molesta, le haré justicia; no sea que por venir continuamente me agote la paciencia." Y el Señor dijo: Escuchad lo que dijo* el juez injusto. ¿Y no hará Dios justicia a sus escogidos, que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra? Lucas 18: 1-8

 

La viuda se impuso, no porque el juez era justo, sino porque su persistencia lo canso. Dios no se cansa de tus oraciones, como el juez injusto. Él quiere que le lleves todos sus cuidados y preocupaciones a Él. Se persistente. Sé valiente. Sé implacable. No te preocupes por el desgaste de Dios. Él es justo, generoso y compasivo. Dios quiere que persistas en tus oraciones para que cualquier falta de fe pueda ser expulsada. Él quiere reemplazar el miedo y la preocupación con la paz y la alegría.

 

Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas.  (Proverbios 3: 5-6)

 

La oración mueve montañas. La oración que mueve montañas es la fe que tiene la confianza inequívoca en Dios. Es la oración que está en unión con la voluntad de Dios. Dios quiere que tu cónyuge venga al arrepentimiento y la fe en Jesucristo como su Señor y Salvador. Tus dificultades en el matrimonio son importantes para Dios. Dios quiere sanar tu matrimonio. Dios quiere bendecirte abundantemente. Él quiere que tu matrimonio y la familia sean una bendición en un mundo que se ha oscurecido por el pecado. Dios necesita que tu familia sea sana y completa para que pueda difundir la Buena Nueva a un mundo tan necesitado de la misericordia de Dios. No renuncies a la oración. Dios se complace cuando tú traes tus necesidades a Él en oración.

 

Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. Considerad, pues, a aquel que soportó tal hostilidad de los pecadores contra sí mismo, para que no os canséis ni os desaniméis en vuestro corazón. (Hebreos 12: 1-3)

 

Jesús ha vencido el pecado y la muerte. Ha ganado la victoria. No tienes nada que temer, porque Él está contigo, te anima, te anima a tu victoria.

Dios te bendiga, mi hermano. Estoy perseverando en la oración por la sanidad de tu hogar y el matrimonio.

 

adaptado de un texto de Dennis L. Wingfield