REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 17 DE JUNIO DE 2016.

”En su presencia hay plenitud de gozo, delicias a su diestra para siempre.” Salmo 16:11b.

Son los afanes y preocupaciones diarias las que interfieren nuestra comunicación con el Dios y Padre Celestial. Los problemas, las crisis, las malas decisiones etc., son, definitivamente, las que  roban esa comunión con Él.

Cuando sientes que las cosas no están del todo bien, que algo está sucediendo, ves cómo te desvelas pensando en lo que no puedes solucionar tú solo; tu corazón palpita más rápido que de costumbre, hay una sensación incomoda dentro de ti que no te deja tranquilo. En ocasiones así, quisiéramos salir corriendo,… Huir… irnos lejos a otro lugar donde, de pronto, nadie nos conozca.

Pero, ¿A dónde podemos huir de la presencia del SEÑOR? ¿Habrá un lugar donde no nos vea Él? ¿No conocerá Él lo que veo, digo y Hago? Por eso, la mejor decisión es correr a los brazos del SEÑOR JESUS, en ellos hallaremos paz, consuelo, fortaleza, dirección y misericordia.

Dios aguarda pacientemente por ti y por mí. Él nos ve con ojos de amor, como el amor de un Padre que ama a su hijo y que de ninguna forma le gustaría verlo sufrir. Corramos pues a la presencia del Señor y refugiémonos en su regazo.

”En su presencia hay plenitud de gozo, delicias a su diestra para siempre.” Salmo 16:11b.

ORACIÓN