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General: DE LA FE AL AMOR (3)
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Néstor Barbarito  (Mensaje original) Enviado: 24/09/2016 13:45

En mensajes anteriores te hablaba de la fe, y me pareció que venía a cuento lo que nos relató hace muchos años un anciano sacerdote que ejercía como guía espiritual en el seminario menor de Buenos Aires, donde por entonces se formaban para el sacerdocio casi un centenar de muchachos, entre los cuales estábamos Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco, y también yo, que un par de años más tarde iba a dejar el seminario para formar una familia.

Contaba el sacerdote que en una oportunidad había sido consultado por un joven agnóstico, acerca de graves objeciones a la fe. Habiendo comprendido que difícilmente podría convencerlo con respuestas teológicas o apologéticas, le dijo, poco más o menos esto:

«Hijo, no puedo responder a tales dudas porque te las respondería desde mi fe. Cuando Dios te haga el regalo de la fe, con gusto te las voy a contestar”. Años más tarde volví a encontrarlo –siguió relatando el anciano sacerdote- y me dijo: “Padre: ¡creo! Al fin Dios me venció. Me ha regalado la fe”. Pues bien, hijo -le dije- si me recordás tus dudas, probablemente ahora estés en condiciones de entender mis respuestas. —Y el religioso concluyó su relato diciendo con una sonrisita dulce y socarrona— Me contestó: “Es que ya no tengo ninguna duda padre”».

Por supuesto que no pretendo afirmar con esto que la fe haga desaparecer mágicamente todas las dudas, sino que las ubica dentro de un contexto tal, que impide que ellas hagan tambalear la fe recibida, y con ella la adhesión a Cristo, y al menos muchas de ellas pueden ser respondidas, y entendidas con la ayuda de la gracia. De las que puedan quedarnos, —porque no podemos ignorar que hablamos de un inefable e insondable misterio— seguramente tendremos sobradas respuestas en el futuro en Dios.

Ojalá que nuestros duros corazones se ablanden y sensibilicen, y se hagan permeables al infinito Amor de Jesús, para que entendamos el tierno reclamo de correspondencia que nos viene haciendo desde que se nos diera a conocer.

Se afirma en mí la sensación de que Jesús, el Rey de Cielos y tierra, aquella Palabra «por quien todas las cosas fueron hechas, y sin ella no se hizo nada», de Quien me habla Juan (1, 3) está mendigando humildemente nuestro amor y nuestra amistad y se me ocurre pensar que quizás hoy me pregunta a mí, por tres veces, como a Pedro a orillas del Tiberíades: “Néstor, hijo de Julián, ¿Me amás?” (Cf Jn 21, 15-17).

¡Ojalá vos y yo podamos contestarle con verdad, como Pedro: “Señor, vos lo sabés todo; sabés que te quiero”.



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: hectorspaccarotella Enviado: 24/09/2016 19:55
qué valioso el relato que viene del propio testimonio, querido amigo.
Gracias por abrir ese cajoncito de tu alma.
¡Queremos más!
 
Héctor


 
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